lunes, 28 de marzo de 2016

AYINGER CELEBRATOR

Un día en una cervecería me tomé una cerveza que se hacía llamar Salvator, su potencia y sabor maltoso, suave y bien equilibrado me cautivó al instante.

A la Salvator le siguieron Optimator, Sympator, Animator, Cambonator, Maximator, Curator, Raucherator, Bajuvator, …y por fin una de mis últimas, una tal Ayinger Celebrator.

Desde entonces esta última se convirtió en una de mis doppelbock favoritas… por que para los que todavía estuviesen  un poco despistados estamos hablando de este estilo germano.

Una terminación del nombre de la cerveza en –ator suele ser    indicador bastante preciso de que estamos ante una cerveza de este estilo. Aunque existen gloriosas excepciones como la Weihenstephaner Korbinian.

Una de las anécdotas que me gusta contar cuando estoy bebiendo una doppelbock es la que dio origen a este estilo… venga la cuento:

Pues la historia tiene su origen en la Orden de San Francisco de Paula, que allá por 1627 se establecieron en Munich desde Italia. Como otras congregaciones, preocupados por el ayuno en Cuaresma elaboró un “pan líquido”, una cerveza realmente fuerte.

Fuente: paulaner.com
Temerosos de que el Papa les pudiera acusar de romper el periodo de abstinencia decidieron enviar un barril a Roma para que está cerveza recibiera la bendición del Santo Padre.

Desgraciadamente/afortunadamente, un viaje largo y caluroso arruinó totalmente el brebaje… cuando el Papa lo bebió no pudo más que confirmar que aquella cerveza era lo suficientemente mala… una verdadera penitencia propia del periodo de Cuaresma y dio su visto bueno.

Quizás si la cerveza hubiera llegado en buen estado hoy no estaríamos hablando de este estilo, aunque yo prefiero pensar que su sabor hubiera cautivado al Papa y hubiera dado su beneplácito igualmente.


AYINGER CELEBRATOR

Pues sí, en realidad Ayinger Celebrator fue de las últimas doppelbock que se unieron a la larguísima lista de cervezas de este estilo que he probado, eso sí, hace ya bastantes años.

Impulsado por los buenos comentarios que leía y escuchaba por doquier. Solo hace falta echar un vistazo a las webs de rating o realizar el sencillo ejercicio de preguntar a aficionados al mundo de la cerveza para recibir un feedback repleto de piropos… “la reina de las doppelbock”. Al margen de las buenas opiniones de los aficionados, tiene un extenso curriculum de premios y menciones.

Por dar unas notas de cata, diré que tiene una excelente apariencia. Marrón oscura, muy oscura con algún destello ámbar/rojizo. Espuma beige cremosa que inicialmente crece pero que en un momento se reduce a un anillo de algo menos de un dedo.

Huele a maltas tostadas. Caramelo, frutos secos, pasas y un toque de alcohol al final. En el sabor dominan las maltas, es complejo con muchas capas ligeramente dulces y tostadas. Delicadamente acaramelada, pero nada empalagosa, de hecho no es tan dulce como otras doppelbock que conozco. El amargor del lúpulo equilibra el sabor a la perfección y quizás aquí está la clave. En boca es sedosa y suave. El alcohol está bien integrado. El final es seco y tiene alguna nota a café.

Evidentemente se encuentra entre mis favoritas pero desprovista de experiencias ligadas a recuerdos, viajes y anécdotas, no ocupa el mismo lugar en mi corazón cervecero que otras doppelbock.

Siempre la he visto como una cerveza excelente para acompañar comidas a mi me entusiasma lo mismo acompañando a marisco o pescado que a un buen chuletón de buey o un cordero asado y así se ha convertido en una de las cervezas comodín a la hora de acompañar comidas.

La verdad que me suelo resistir a algunas de estas cervezas que todo el mundo habla bien de ellas y que reciben menciones especiales en ratings, listas y concursos. Pero en este caso, he de reconocer que son bien merecidos. Sin duda una magnífica cerveza, de sobresaliente… no podía dejar pasar la oportunidad de hablar de ella, aunque existan miles de artículos en la red.


Valoración de El Baúl de las Cervezas: 9,25/10




Ficha Técnica:
Fabricante:
Brauerei Aying.
Elaborada en:
Aying (Alemania).
Estilo:
Doppelbock.
Color:
Marrón oscuro.
Alcohol:
6,5% Alc.
IBUs:
N/A
Temperatura:
12º
Servir en:
Jarra Dimpled/Copa Stem.

domingo, 20 de marzo de 2016

CARDEÑA, OTRA VEZ EL DEBATE DE LAS TRAPENSES

“Cardeña, La 1ª cerveza trapense de España” En otros tiempos estaría dando saltos de alegría mientras cogía el teléfono para reservar algunas unidades en la tienda online del Monasterio de San Pedro de Cardeña.

Pero no sé si es la edad, la que me hace más sosegado o más desconfiado y me empiezo a hacer preguntas: ¿cómo? ¿por qué? ¿cuándo? ¿dónde? Leo atentamente toda la información que ha inundado las redes sociales en los últimos días y aparte visito la web de dicha institución monástica.

Fuente: Facebook de Bodegas Monasterio San Pedro de Cardeña.

Soy de esos cuya afición por el término trapense/trapista nació a la puerta de una abadía comprando los productos que elaboraban. Me llevaba una caja de cervezas, una botella de licor, unas galletas o un queso, lo que correspondía en cada lugar… pero todos ellos productos de gran calidad. Y así, me cree una visión quizás demasiado idealizada, de los productos elaborados por los monjes y monjas de abadías, monasterios y conventos.

Centrándonos en las cervezas, con el tiempo fui matizando aquella visión, si de trapenses hablamos había una organización la AIT que certificaba que un producto era un auténtico producto trapista. Sus requisitos no eran tan estrictos como pudiera parecer en un principio, pero algunas congregaciones ante el declive de las vocaciones habían tenido que echar mano de personal laico para que le ayudara en la elaboración de sus productos y no por ello dejaban de perder su esencia.

Pues bien, el Monasterio de San Pedro de Cardeña encargó a un elaborador madrileño ajeno a la congregación, la elaboración de una cerveza tripel. Su presentación en sociedad, con cámaras y micrófonos por medio, al más puro estilo rueda de prensa, se ha hecho con el lema de “La 1ª cerveza trapense española”.

Fuente: Facebook de Bodegas Monasterio San Pedro de Cardeña.

Mi primera reacción fue “no nos estaremos precipitando” y así lo publique en las redes sociales, comentario que llevó a todo un aluvión de opiniones enfrentadas de toda índole.

Evidentemente, aunque el fin último sea elaborar cerveza dentro del monasterio de Cardeña y conseguir la preciada certificación de “Authentic Trappist Product”, de momento el proyecto parece estar en un paso previo.

¿no deberían guardar un poco los tiempos, las fases y las formas? Sobre todo para no caer en el mismo hecho que dio origen a la certificación, que no fue otro que protegerse de productos no eleaborados ni en monasterios ni por monjes que usurparan el nombre de estos.

Un buen ejemplo el de Grimbergen donde un elaborador privado pidió permiso a los monjes de dicha abadía para utilizar su nombre y beneficiarse de su imagen, aunque en realidad dicha cerveza nunca se llegó a producir dentro de los límites de la abadía. Lo mismo ocurrió con muchas marcas que hoy en día rápidamente identificamos con estos.

Hasta donde sé, el Monasterio de San Pedro de Cardeña nunca ha elaborado cerveza, este hecho de no contar con tradición no creo que sea un hándicap importante, puesto que sí elabora otros productos como vino y queso, experiencias que seguro le serán de gran ayuda. 

Además seguro que cuenta con esos  grandes valores que aseguran a los productos elaborados dentro de los muros de abadías, monasterios y conventos como productos de calidad. La dedicación, el mimo, la elaboración del producto sin prisas, ni imperiosa necesidad de obtener un beneficio empresarial inmediato son virtudes al alcance de pocos elaboradores.

Así que miro este hecho con gran curiosida y expectación. Espero que pronto podamos decir, de pleno derecho que Cardeña es la primera cerveza Trapense española, pero por favor, no nos precipitemos.  




Fuente: Facebook de Bodegas Monasterio San Pedro de Cardeña.

viernes, 18 de marzo de 2016

SAISON DUPONT

En las últimas semanas estoy leyendo de nuevo el libro de “Las grandes cervezas belgas” de Michael Jackson, ese que decía que no cantaba ni hacía anuncios de Pepsi, que recorría el mundo probando cervezas… trabajo duro, pero alguien tenía que hacerlo.

Han pasado los años, pero me sigue enganchando su narrativa, descripciones y apreciaciones certeras. Este hombre aparte de todo lo que significó para las cervezas belgas y para el mundo de la cerveza en general era un grandísimo divulgador y conocedor de todo lo que comentaba.

Toca el capítulo de las Saison, y Michael se adentra en la región de Hainaut y para acompañar la lectura ¿Qué mejor que tomarme una Saison Dupont? Así que, me pongo a ello.

Por aquel entonces esta era la cerveza menos vendida de la cervecera de Tourpes y Michael Jackson sabía que dentro de los estilos belgas era el que tenía más probabilidades de desaparecer. Así que aquella visita a la granja donde se elaboraba la cerveza Dupont fue crucial para que hoy sigamos bebiendo esta excelente cerveza, ya que intercedió para que esta se exportara a Estados Unidos donde fue un auténtico éxito.


SAISONS

Sobre el estilo, bien es conocido que estas cervezas se elaboraban durante el invierno por los agricultores en las granjas. Era una forma de tener ocupados a los trabajadores durante este periodo. Después se guardaban para ser consumidas durante el verano.

La idea era conseguir una cerveza resistente, que aguantara perfectamente los meses de guarda, pero no demasiado fuerte para poder ser bebida durante el caluroso verano.

Personalmente siempre me ha costado diferenciarla de la Biere de Garde, de hecho suelo utilizar los dos términos indistintamente, aunque entre ellas hay varias diferencias, la primera geográfica, la biere de garde típica de la región norte de Francia.  Y una segunda en el carácter de la propia cerveza más protagonismo de la malta en la Biere de garde (más dulce y afrutada) y sin el carácter especiado y toque ácido de las Saisons belga.


SAISON DUPONT

Michael Jackson decía que la saison de Dupont era el paradigma del estilo así que vamos a ver como es.

La vertemos sobre la copa y vemos un color dorado anaranjado. Enseguida forma una enorme e impresionante espuma blanca muy consistente. La carbonatación enseguida llama la atención y nos da esa sensación de refrescante con solo mirarla.

El aroma es fresco, huele afrutado (limón) y a levadura. Pero en el fondo se notan ligeras notas picantes, rústicas… me ha recordado al queso brie, si es que se puede decir así.

El sabor es afrutado, pero la levadura y sobre todo el amargor compensa perfectamente el sabor. Notas cítricas, ácidas y ese toque terroso y herbal carácterístico. Todo muy equilibrado y compensado.

Cuerpo medio y final amargo, seco y largo. Me sigue dando un toque especiado a pesar de que sé que no se emplean especias en su elaboración, es curioso, ¿se deberá a la carbonatación?


CONCLUSIONES

Es una de mis cervezas favoritas para tomar en verano, realmente es muy refrescante pero esta cualidad no le impide tener un gran carácter.

Los matices a granja, terrosos y herbales que identifico con este estilo también están presentes. El alcohol en ningún momento desvirtúa el resultado.

Sinceramente, me parece una maravilla de cerveza tiene todo eso que podemos desear cuando probamos una cerveza de este tipo. Sin duda debemos dar las gracias a Michael Jackson por salvar esta cerveza de la desaparición, porque realmente merece la pena probarla.



Valoración de El Baúl de las Cervezas: 8,5/10



Ficha Técnica:
Fabricante:
Brasserie Dupont.
Elaborada en:
Tourpes (Bélgica).
Estilo:
Saison.
Color:
Dorado anaranjado.
Alcohol:
6,5% Alc.
IBUs:
N/A
Temperatura:
10-12º
Servir en:
Copa de tulipa.

lunes, 14 de marzo de 2016

#LARONDA40: INVASIÓN DE JUECES BJCP

Iker desde su blog Cervecerías de España nos invita a una nueva ronda (Convocatoriaesta vez para hablar de un tema de actualidad, la BJCP y su programa de jueces. Pues nada, pongámonos a ello.


No recuerdo exactamente el momento en el que descubrí al BJCP, pero seguro que fue de la mano de alguna web de cerveza americana que frecuentaba por aquel entonces. Echando un vistazo a mis viejos archivos cerveceros tengo documentación de la BJCP desde el año 2002 y las guías de estilos desde el 2006.

Así que como podréis imaginar he consultado y he seguido con cierto interés las publicaciones de esta asociación durante los últimos años, aunque no más que otras asociaciones similares. Las guías de la BJCP siempre me han parecido muy completas y más cuando en ciertas ocasiones tenías que hablar de cerveza eran una herramienta indispensable.

A parte su tarea de formación y divulgación del mundo de la cerveza, descubrí su programa de certificación de jueces ¿Me sentí alguna vez tentado a presentarme a los exámenes de juez? Pues la verdad es que no.

En primer lugar, lo veía como algo distante y lejano, para alguien que vivía en la periferia peninsular. Enterarse de cuando se convocaban exámenes con el tiempo suficiente era casi imposible.

Además ¿para qué quería ser juez? Para alguien que se mueve a nivel profesional en cualquiera de los roles del mundo cervecero puede tener su interés, pero para un aficionado al mundo de la cerveza, como yo, que solo intentaba saciar su curiosidad sobre el mundo cervecero, con leer los manuales o consultarlo cuando tenía alguna duda era suficiente. Había pocos concursos de cerveza y mucho menos se elegía un jurado con la certificación de la BJCP para evaluar las cervezas. En realidad, no le veía ninguna utilidad clara.

Otro posible motivo podría ser la satisfacción personal de conseguir un título que certificara que eras un hacha de los estilos cerveceros y en la detección de contaminaciones y defectos en la cerveza. Pero nunca he sufrido de titulitis y no me reportaba ninguna satisfacción extra a lo fundamental que no es otra cosa que disfrutar de la cerveza.

Han pasado los años y la verdad cada vez veo desde más distancia eso de ser juez de la BJCP. La verdad es que ha pasado de ser algo exclusivo a algo masificado, los exámenes han pasado de ser algo puntual a algo periódico y habitual, cientos de personas se presentan a sus exámenes y la verdad de conocer a dos o tres jueces he pasado a conocer 20 o más.

La primera pregunta que me hago, al ver todo esto es, a ver, BJCP es una organización sin ánimo de lucro, la divulgación es su principal objetivo, pero ¿no habrá descubierto la BJCP un negocio en esto de los exámenes?

A parte de dar una nueva salida a sus asociados y jueces que ahora pueden tener la opción de formar a personas que quieren obtener la certificación. Además, supongo que cobrará alguna tasa por presentarse al examen… ahí lo dejo.

Pero ¿este certificado sigue siendo igual de útil que hace unos años? Veo que esto está llegando a unos niveles de saturación importante. Espero que todos aquellos que se han preparado muy duramente y han sacado el título tengan entre sus motivaciones otras, como la satisfacción personal, porque a mi si me parece que la proliferación de jueces resta opciones y valor al hecho de ser juez certificado por la BJCP

Yo no puedo otra cosa que mostrarles mi admiración y respeto por que me consta que los exámenes no son nada fáciles y si los apruebas es que eres un gran conocedor de la materia.

jueves, 10 de marzo de 2016

HISTORIA DE UNA CATA

- “Hola, estábamos pensando en organizar una cata de cervezas belgas… Habíamos pensado en ti para dirigirla ¿Cómo ves la idea?”
- “Pues es una idea tentadora” – Respondí al momento.

La persona que me hacía semejante proposición era Miguel, que junto a Abel regentan “Señor Lúpulo.Despacho de cervezas”, uno de esos lugares cerveceros de los que no me cabe la menor duda que si estuviera en Madrid o Barcelona estaríamos hablando de un lugar cervecero de referencia. Al frente dos grandes conocedores y aficionados del mundo de la cerveza y que conocía desde un día que me dejé caer por allí.

En realidad, no podía negarme, aunque haciendo memoria desde el 2008-09 no me metía en una de estas, pero “me lo pedía el cuerpo”. Solo faltaba fecha y elegir las cervezas, el tema se retrasó unos meses hasta el pasado 5 de marzo y de la selección de cervezas, que voy a decir, a parte de tocar varios estilos puramente belgas, me pareció impresionante (Blanche de Namur, Cuvée Rene, Orval, Rochefort 6, Oerbier Reserva y Prearis Quadrupel).


Las plazas se agotaron en un visto y no visto, por un lado, me alegraba porque siempre que organizas un evento de estos está la duda de si vas a cubrir las plazas o no. Significaba también que iba a tener personas interesadas y en realidad no me sorprendía del todo. En los últimos tiempos hemos asistido a como los estilos belgas vuelven a reclamar ese espacio que realmente se merecen.

Por otro lado, sabía que este tipo de eventos, con un título tan genérico, puede ser un arma de doble filo, personas con conocimientos y expectativas muy dispares. 

Así que a la hora de preparar el evento nunca perdí de vista los objetivos que no eran otros que:

1 – Disfrutar de buenas cervezas (estaba asegurado con la selección)
2 – Divertirnos (entiendo que desde un punto de vista amateur debe ser la premisa fundamental).
3 – Que todos aprendiéramos algo (en un mundo donde tenemos toda la información que queramos a un click de ratón, es cada día más difícil).
4 – A título personal, tratar de transmitir toda la pasión que siento por las cervezas belgas.


Para todo ello utilicé la misma filosofía que rige este blog, siempre tratando de dar un toque personal, lleno de experiencias y sentimientos. Así que, sin más guion que el que marcaban las cervezas, allí me presenté con la garganta y nariz un poco tocadas, ya que dos días antes había pillado un catarrazo de cuidado, lo cual presumiblemente me iba a limitar bastante a la hora de captar y saborear los matices de las cervezas.

Poco antes del evento pincharon el barril de Préaris Quadrupel, la única cerveza del evento que no había probado previamente, así que me apresuré a hacer una cata rápida para tratar de definir las características relevantes y no ir a ciegas a la cata.

Llegan los asistentes y empezamos la cata. Siempre me ha gustado aprovechar la presentación para lanzar una pregunta a los participantes, el objetivo claro, identificar sus motivaciones y calibrar el nivel de los asistentes.


Son comedidos, en las respuestas, como con miedo a decir algo erróneo, pero por el contrario se revelan como un grupo que, aunque muy dispar les une el gusto por las cervezas belgas… ¡que más se puede pedir!

Siguiendo el orden lógico, comenzamos por la cerveza más suave, Blanche de Namur una Witbier, ese estilo suave y delicado casi la antítesis de los estilos de moda. La acerco a mi nariz, tomo un sorbo y… efectivamente no aprecio ningún matiz, ni sabor… ¡¡¡maldito catarro!!!

Y se van sucediendo las distintas cervezas en un tono informal. De cada cerveza voy dando pinceladas de su estilo, elaboración, historia… Pierre Celis, Rene Lindemans, las peculiaridades que hacen a la Orval una cerveza única, las cervezas de abadía…

Los asistentes, van aportando sus percepciones, surgen muchas e interesantes preguntas y yo trato de que cada uno consiga eso que esperaba de esta cata. Es difícil en un grupo de 20 personas y se suceden momento de todo tipo, más distendidos, que rozan el caos, con momentos de gran interés por parte de todos, lo que me va dando una idea de cuáles son los aspectos que resultan más interesantes para el grupo.

Y mientras tanto mis papilas olfativas y gustativas siguen aletargadas, paso por cuvée Lindemans casi sin darme cuenta, de una cerveza tan especial como la Orval únicamente capto unos leves matices cítricos y especiados, mi querida Rochefort 6 me pasa desapercibida.

Y llega el que yo creo que fue el gran descubrimiento para casi todos los asistentes, Oerbier Reseva. Recuerdo otro tiempo cuando para conseguir esta cerveza tenías que visitar las instalaciones de De Dolle. Una cerveza majestuosa que no pasa desapercibida, introduzco un poco los estilos de Flandes y sus exponentes representados en Rodenbach y Liefmans para dar un salto rápidamente a lo surrealista que puede ser una visita a las instalaciones de De Dolle con la imagen desenfadada de los miembros de esta cervecería… tiro de anecdotario de mis tres visitas a estos “cerveceros locos”… Kris, la abuela, etc. Pero que nadie se confunda, esta gente haciendo cerveza no tienen ni un pelo de locos.

Terminamos con la Préaris Quadrupel, de la que hago una breve introducción al estilo y presento a esta cerveza como mejor cerveza artesana belga de 2011. Sin pararme mucho pego un nuevo salto en el guion, quiero dedicar el final de la cata a contestar a esa pregunta con la que comenzaría cualquier cata de este estilo, pero que yo he dejado para el final “¿Por qué Bélgica?”. No puedo terminar una cata de cervezas belgas sin dejar de mencionar a Michael Jackson y hago un alegato a su gran labor para descubrirnos las cervezas de este país.

La cata ha terminado, los asistente rompen en un aplauso, que agradezco enormemente…  pero ¿la cata ha terminado? No!!!!! Miguel y Abel nos han reservado una sorpresa final de cata y abren una botella de 1,5 L de Chimay Cinq Cent (la blanca). Extraordinaria tripel que aprovechamos todos para seguir hablando de cerveza.


Miro el reloj, nos hemos pasado en más de una hora el tiempo que tenía previsto para la exposición, el tiempo ha volado, buena muestra de lo entretenidos que estábamos hablando y disfrutando de las buenas cervezas belgas que saboreamos durante la mañana, unos más que otros (debido a mi catarro).

Para finalizar quiero agradecer nuevamente a Miguel y Abel,  de Señor Lúpulo, y a todos los asistentes a la cata, la oportunidad que me han dado de contar batallitas y hablar de una de mis grandes pasiones como son las cervezas belgas. 

Gracias!!!


martes, 8 de marzo de 2016

MIS CERVEZAS DE FEBRERO 2016

MONT BLANC LA ROUSSE

Elaborada a los pies del Mont Blanc muy cerca de Chamonix, por el fabricante que lleva el mismo nombre de la cumbre alpina, de donde se obtiene el agua utilizada en su elaboración. En mi opinión, su mejor cerveza, aunque adolece de las mismas debilidades que otros productos de esta marca. A pesar de todo, una cerveza de la que se puede disfrutar plenamente.

En el sabor se nota el buen trabajo que se ha hecho con las maltas (trigo, cebada y avena), el resultado es un sabor maltoso con notas a fruta y caramelo. Tiene un toque especiado y el amargor es casi indetectable, lo cual desequilibra un poco el resultado además de su manifiesta falta de “punch” y cuerpo. Por el contrario, se convierte en una cerveza muy fácil de beber y disfrutable sin muchas pretensiones.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 7,25/10


TO ØL BLACK MARIA

Los daneses de To Øl ya se encuentran posicionados en mi mente como un gran elaborador de cervezas oscuras. Así que al abrir esta oscura y opaca black IPA sabía que me iba a encontrar una gran cerveza. Como viene siendo habitual fabricada en la fábrica belga de De Proef.

Así que, como cabía esperar, estamos ante una cerveza de impresionante apariencia de color negro brillante y una bonita espuma beige persistente que va dejando unas buenas lazadas. En el aroma, café, maltas tostadas y una pizca de lúpulo y notas herbales. En el sabor predominan los mismos matices. Es cremosa y equilibrada. No es el cervezón de otras creaciones de To Øl, el listón está muy alto, pero es una buena cerveza.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 7,5/10


WATERLOO DARK STRONG

Hace tiempo dediqué un post a las cervezas Waterloo, de hecho, uno de los más leídos de este blog. Supongo que mucha gente entra por error tratando de buscar información sobre la famosa batalla en la que Napoleon salió derrotado o quizás sobre la también famosa canción de ABBA, jeje.

Producto estrella, supuestamente heredera de aquella “cerveza prima” la cual supuestamente bebieron las tropas del Duque de Wellington antes de enfrentarse a Napoleón en Waterloo. Echando un vistazo a mis antiguas notas estoy en duda si está es aquella a la que llamaban Waterloo 8 Dubbel, ya que mis notas de entonces coinciden bastante con lo que observo en esta:  aromas y sabor a frutas oscuras, caramelo y algo de chocolate. Alcohol evidente, buen cuerpo y algo pegajosa en el paladar. Buena, pero no me entusiasma.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 7,5/10


LEFFE VIEILLE CUVEE

Tengo que contarlo, entre mis habituales en casa para el día a día, siempre tenía en mi frigorífico Grimbergen Dubbel y Optimo bruno, pero cuando la producción se trasladó a Kronnenburg opté por sustituirlas y tras muchas pruebas elegí a Leffe (InBev) con su bruin y esta Vieille Cuvée.

Podríamos calificarla como una típica belga "Dark strong ale" con un toque a abadía clásico. Lo cierto es que esta Vieille Cuvée tiene todos los argumentos que entusiasmaron mis primeros pasos en las cervezas de importación. Esas notas típicas de las cervezas de abadía, las maltas ligeramente tostadas, con notas a caramelo, afrutada, especiada y ligero amargor para terminar. El alcohol presente, como debe estarlo en estas cervezas. Buenísima opción, buena, bonita, barata y fácil de encontrar en los supermercados.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 8/10


BREWDOG OLD WORLD RUSSIAN IMPERIAL STOUT

Reconozco que me acerqué con cierta apatía a esta cerveza, a pesar de las buenas críticas que había oído de ella, últimamente había perdido un poco el interés por las creaciones de Brewdog. Pero esta cerveza se ha ganado bien, estar en esta selección del mes y es más creo que su valoración podría ser incluso más alta.

Si os describo la cerveza no os voy a contar nada nuevo: color negro, espuma marrón de buena consistencia, pero que se reduce en pocos minutos a una fina capa, eso sí dejando una buena lazada. En el aroma maltas tostadas, café, chocolate y notas a caramelo. Todo ello también presente en el sabor, donde además podemos descubrir algo de regaliz. Cremosa, suave y final largo y seco a regaliz. Equilibrada, alcohol bien escondido y sobre todo muy agradable de beber.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 8, 5/10


RODENBACH GRAND CRU

Esta masterclass, destacada en su estilo, siempre ha sido de mis favoritas, aunque con el descubrimiento de otras creaciones de Rodenbach poco a poco la fui aparatando, eso si, sin dejar de reconocer su  gran calidad y una inmejorable opción, increíblemente mejor que la versión básica y sin el elevado precio de la versión vintage, que a mí por lo menos me entusiasma más que esta.

Nunca la he considerado de una apariencia impecable, color entre marronuzco y ámbar oscuro, ligeramente turbia y esa espuma raquítica y fugaz que deja esos pegotes en la copa. Pero lo mejor está por llegar, el aroma sublime, vinoso, afrutado y ácido. El sabor completa lo impresionante de esta cerveza. Matices dulces afrutados, cítricos y un final seco con ligero amargor y roble. Intensa, compleja y equilibrada, no se puede pedir más.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 8,75/10


CANTILLON ROSÉ DE GAMBRINUS

Qué poco duran las Cantillon en casa, al final termino por arrepentirme, pero es que me gustan tanto. El caso es que llegue de Bélgica cargado de ellas y ya solo me queda una. Por segundo mes consecutivo elijo una Cantillon como cerveza mejor valorada del mes. Me confieso un enamorado de sus cervezas, así que ya sabéis tomar con cautela mis palabras.

Elaborada con frambuesas, en cuanto la hueles ahí están junto a la acidez y unas notas a madera. En boca es vibrante, la frambuesa marca su sabor sobre todo al principio para después entremezclarse con ese toque tan característico de Cantillon, seca y con la acidez bien marcada. Está deliciosa no digo más.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 9,25/10