jueves, 29 de octubre de 2015

OLD VISCOSITY VS. OLDER VISCOSITY

¿Quien al tener en sus manos una cerveza que le encanta y su versión envejecida no ha sentido la tentación de beberlas de una sentada para compararlas convenientemente?… Pues, la verdad, no me he resistido demasiado al conseguir las afamadas “Old Viscosity” y “Older Viscosity” del elaborador californiano Port Brewing.

Lo cierto, es que no siempre la versión envejecida sale bien parada en estas comparaciones. Sobre todo si la versión original de la cerveza en cuestión se trata de una cerveza excelente. Así que siento cierta curiosidad al enfrentarlas directamente.


De entrada, este no parece ser el caso, aunque “Old Viscosity” es una cerveza con mayúsculas, a su versión envejecida la fama le precede. Varias personas de las que me consta con buen criterio la han destacado entre sus favoritas y recientemente ha sido incluida en una lista entre las mejores del mundo… esto promete.


PORT BREWING

Para los que no conozcáis a Port Brewing, se trata de un elaborador que inició su actividad allá por 2006. Tuvo su germen en uno de los brewpubs de la cadena “Pizza brewing”, donde Tomme Arthur junto a Vince y Gina Marsaglia decidieron seguir adelante con su propio proyecto.

Poseen dos líneas de producto: Port Brewing y Lost Abbey. La primera especializada en estilos puramente americanos de la Costa Oeste y la segunda en cervezas de inspiración belga. Destacar sus ambiciosos programas de crianza y envejecimiento en sus más de 1000 barriles de roble (roble (de bourbon, brandy, sherry y vino).

Mi primera noticia de que existían fue la referencia que de ellos hacían en el libro “100 Belgian beers to try before you die!” de Tim Webb y Joris Pattyn. Donde incluían algunas increíbles interpretaciones de estilos belgas elaboradas fuera de las fronteras de dicho país. Allí se encontraba “Cuvée de Tomme”, que cuando la probé me pareció sublime.



OLD VISCOSITY

De entrada el nombre me parece muy sugerente. De color negro opaco, como los aceites usados y una excelente espuma marrón que se reduce a una capa de un dedo de grosor bastante permanente y que va dejando bonitos encajes en las paredes de la copa.

El aroma es bastante intenso, predominan las notas a chocolate negro y maltas tostadas. Es una cerveza cremosa, con un sabor esplendido. Es dulce, con notas de chocolate negro y regaliz. Sus 10% de contenido alcohólico bien cubiertos.

Buen equilibrio y resulta increíblemente fácil de beber ¿ya se ha acabado? No puede ser. Sin llegar a ser de mis favoritas en este estilo, es una cerveza que no me importaría beber con cierta asiduidad.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 8,5/10


OLDER VISCOSITY

Versión de la Old Viscosity envejecida en barriles de bourbon (Heaven Hill). Este cuidadoso programa de envejecimiento tiene una duración mínima de 9 meses.

Es la primera vez que la pruebo y con las expectativas por todo lo alto. Inicialmente se presentan las características propias de la “Old viscosity”: Maltas tostadas, chocolate negro, con carácter muy suave, donde al instante te preguntas donde se encuentran sus 12% de contenido alcohólico. 

Más compleja, redonda y elegante que su precursora, donde el envejecimiento en barriles de roble (bourbon) se hace más que evidente, llevando esta cerveza a otra dimensión.

La conclusión es obvia, estamos ante una barbaridad de cerveza, me atrevería a decir que se encuentra entre las que más me han gustado en mucho tiempo, quizás años. Aunque como suelo decir, nunca me fío demasiado de mis primeras impresiones, pero creo no equivocarme en este caso.


Una verdadera lástima los problemas para encontrar esta cerveza en España así como su alto coste, aunque en casos como este sin duda merece la pena y no creo que tarde en volverla a probar. Por cierto, sus 37,5 cl. saben a muy poco.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 9,25/10

lunes, 26 de octubre de 2015

¿ABT O QUAD?

Reconozco que me pierdo con la cantidad de opiniones al respecto de las denominaciones de las cervezas de estilos monásticos, es un tema realmente complejo donde encontramos teorías muy dispares y en algunas ocasiones contrapuestas.

Hay quien apunta a la utilización de los términos dubbel y tripel. Y aquí surge la idea de que al igual que en Inglaterra los monjes belgas marcaban con equis los distintos barriles en función de que contuvieran el primer (XXX), segundo (XX) o tercer mosto en función de su densidad. Pero a mí me llama especialmente la atención la utilización del término Quadrupel como estilo en sí mismo.

Hace unas semanas puntualizaba cuando alguien denominaba “Quadrupel” a la Westvleteren 12, yo más bien diría que es una “Abt” repliqué. Lo cierto, es que tanto leerlo en todos los lugares yo también empiezo a llamar Quadrupels a todas.


En primer lugar, hay que aclarar que si de estilos de cerveza hablamos deberíamos consultar a la BJCP, institución que ha trabajado y trabaja en la descripción y agrupación de estilos de cerveza, determinando claramente sus características. Y aquí nos encontramos con la primera sorpresa: dentro de los estilos belgas, si incluye los términos Dubbel y Tripel. Pero no hay cabida para los términos Abt/Quadrupel… hablan de "Belgian Golden/Dark Strong Ale" en el que bien se pudiera incluir algunas de las cervezas a las que nos estamos refiriendo.

Dicho esto, lo cierto es que la popularización de los conceptos Abt/Quadrupel es relativamente reciente. No hace tanto tiempo toda la bibliografía hablaba de “cervezas trapenses” o “cervezas de abadía” como estilos en sí mismos. Dentro de estas, dependiendo de su fuerza se utilizaba los términos enkel (normal), dubbel o tripel; o bien se diferenciaba con una antigua cifra de gravedad original belga.

Históricamente en algunos monasterios/abadias se señalaba la fuerza de la cerveza utilizando el propio escalafón monástico: pater, prior… hasta las más fuertes a las que denominaban Abt (Abad). De ahí que algunas cervezas como la Westvleteren 12 llevaran inicialmente el apellido Abt.

Y es cuando entra en escena La Trappe, que cuando elaboró su cerveza más fuerte no tenía las mismas características que las Abt y acuñó un nuevo término, Quadrupel.


Así podíamos distinguir claramente entre las Abt, que eran oscuras, con aromas de frutos negros (Rochefort 10, Westvleteren 12, San Bernardus Abt 12, etc) y las Quad de color más claro y con notas de melocotón (Le Trappe Quadrupel).

Con el tiempo se han ido metiendo en el mismo saco a ambas denominaciones y en el uso coloquial se ha ido imponiendo el término “Quadrupel”. Parece lógico, si tenemos dobles, triples,…¿por qué no cuádruples?

Es más en países como Estados Unidos el término “Quad” es sinónimo de cerveza oscura con las características propias de una “Abt” y son un estilo en sí mismo.

Al final creo que da lo mismo como las llamemos, a mi me encantan las Quadrupels, son una cervezas ricas, de sabores fuertes, poco "hoppy" y con gran presencia alcohólica, en torno al 10%.

Para terminar os dejo una lista de dignas representantes de este grupo (aunque seguro que en esto también habrá división de opiniones):

-          Westvleteren 12 (XII)
-          Rochefort 10
-          St.Bernardus Abt 12
-          La Trappe Quadrupel Oak Aged
-          La Trappe Quadrupel
-          Unibroue Trois Pistoles
-          Achel Extra Bruin
-          Nøgne Ø / Bridge Road Aurora Borealis
-          Straffe Hendrik Heritage
-          Struise St. Amatus - Oostvleteren 12
-          Mikkeller Monk Elixir



Fuentes:
The Complete Encyclopedia of Beer – Berry Verhoef
100 Belgian beers to try before you die – Tim Web & Joris Pattyn.
http://www.bjcp.org
http://www.wikipedia.org
http://www.ratebeer.com


miércoles, 21 de octubre de 2015

SIETE CERVEZAS OLVIDADAS

Mientras ordenaba mi colección de etiquetas de cerveza, una de las carpetas cayó al suelo y se abrió por la página donde se encontraba la etiqueta de la Thornbridge Bracia. Una de esas cervezas maravillosas que probé un buen día y que de haberlo hecho en más ocasiones, sin duda sería una de mis cervezas favoritas.

He de aclarar que no suelo incluir en mi “ranking personal” cervezas que solo he probado una o dos veces, no me fió de las primeras impresiones... por lo menos de las mías.

Me picó la curiosidad y como guardo un registro histórico de la mayoría de cervezas que he bebido en los últimos 20 años, me puse a averiguar cuáles eran esas cervezas que un día se cruzaron en mi camino, me impresionaron y obtuvieron valoración digna del “Elixir de los dioses” y nunca más volví a saber de ellas. Como resultado de este ejercicio de investigación obtuve el nombre de siete cervezas a las que quiero rendir tributo en este post. 

Evidentemente he tenido que consultar en la red diversas webs ya que no cuento con notas personales de todas y evidentemente mi memoria no da para describir exactamente como eran y lo que es más importante, conocer, qué fue de ellas y si se siguen fabricando o no. Pues vamos con esta pequeña recopilación:


ALEXANDER (RODENBACH)
Bélgica, 1997. Flanders Red Ale. Alc. 6%


beermania.be
Esta es una de las cervezas de las que guardo mejor recuerdo. Partiendo de la Rodenbach Classic, se añadían cerezas y se dejaba madurar durante dos años en barricas de roble. El resultado era espectacular, suave y redondo. Fresca, de aroma afrutado y sabor dulce y ácido, pero más suave que una lambic de cerezas convencional.

Una cerveza para el recuerdo, ya que cuando Palm adquirió Rodenbach consideró que era una cerveza que no se ajustaba a sus estándares de producción, costosa y con pocas ventas. Se dejó de elaborar, pero por suerte todavía hoy en día podemos disfrutar de la Rodenbach Caractère Rouge, que sin duda se encuentra entre mis favoritas y que guarda parte de las características de aquella Alexander.


THOMAS HARDY'S ALE
Inglaterra, 1998. Barley wine. Alc. 11,7%


beerapprentice.org
El summun de las cervezas envejecidas, de casi 12% de contenido alcohólico y unos matices intensos como pocas. Creo que es la mejor Barley wine que he probado en mi vida, aunque ya digo que no me fio mucho de mis primeras impresiones.

Elaborada por primera vez en 1968 con motivo del cuadragésimo aniversario de la muerte del escritor inglés. Se basaba en uno de sus relatos, en el que hablaba de una cerveza especial. Por lo que he podido investigar, Eldridge Pope, trató de recrear dicha cerveza con alto contenido de alcohol y aroma duradero. Así, se siguió produciendo hasta 1.999 en el que se dejo de fabricar. Pero poco después O’Hanlon’s (en Whimple, Devon)  tomó el relevo en su fabricación durante el periodo 2003-2008. 

A pesar de que en la actualidad ya no se elabora, he encontrado esta web de nombre tentador http://www.thomashardysale.com/. Tendré que investigar al respecto.


HÜRLIMANN CAESARUS IMPERATOR HELLER BOCK
Suiza, 2003. Heller Bock. Alc. 12,5%


biblebiere.com
No hace mucho en este blog en la entrada sobre cervezas suizas olvidé incluir esta entre las mejores que había probado… simplemente no la recordé en ese momento. Siempre vivió a la sombra de la Hürlimann Samichlaus, de hecho llegué a ella cuando todavía buscaba por todas partes las últimas unidades de la desaparecida “Sami”.

Lo primero que llama la atención en esta cerveza es su graduación alcohólica, casi el doble que la mayoría de Doppelbocks, y a pesar de todo una cerveza muy equilibrada. Turbia y oscura con una fina capa de espuma. En el aroma predomina, un marcado toque alcohólico, pero también aromas maltosos a caramelo y regaliz. De gran cuerpo, dulce con matices de chocolate, pasas y licorosa. Para beber lentamente.

Fue otra de las cervezas damnificadas por la compra de Hürlimann por parte de Calsberg y su legado no tuvo continuidad al contrario de lo que si sucedió con la Samichlaus en Austria de la mano de Eggenberg. Así pues es poco probable que la vuelva a probar.



SLOTTSKÄLLANS IMPERIAL STOUT
Suecia, 2005. Imperial Stout. Alc. 9%

pilsner.nu
El punto de partida fue que allá por el año 2005 no me entusiasmaban demasiado las Imperial Stouts, hasta que probé esta cerveza sueca, fue como una revelación. No estoy muy seguro de si hoy con la cantidad de buenas cervezas que he probado de este estilo se situaría entre mis favoritas, seguramente no, pero ahí permanece con una de mis mejores valoraciones.

De color oscuro con destellos de rubí, con una espuma marrón ligera y duradera. Aroma a chocolate y uvas pasas. Su sabor contiene notas de chocolate, regaliz y es algo especiada. Equilibrada y ligeramente terrosa en el paladar.

Se sigue elaborando, Slottskällans Bryggeri sigue contando con muy buena salud y consultando su web (http://slottskallan.se/) constato que esta imperial stout es uno de sus productos más galardonados. A pesar de todo parece que su producción se encuentra muy orientada al mercado sueco. A pesar de todo, si tengo la oportunidad no dudaré en volver a probarla.


STRUISE AARDMONNIK
Bélgica, 2009. Flanders Oud Bruin (sour ale). Alc. 8%

Este “Monje terrenal” (significado de su nombre) fue elaborada en las instalaciones de Deca, supongo que por aquel entonces Struise todavía no contaba con las instalaciones actuales en Vleteren. Inicialmente me vi atraído por su etiqueta, pero tras esta hubo algo más.

Poseo la descripción que hice en su día de esta cerveza: Color cereza oscuro, sin carbonatación. Si no fuera por esa fina capa de espuma visualmente diría que es vino. Aroma muy intenso afrutado y un fondo avinagrado de esos que presagia el más rotundo éxito o el más estrepitoso de los fracasos. Sabor complejo e intenso, es láctico, terroso y avinado. Con mucha especia, uvas pasas y vinagre. Final prolongado y seco. Todo muy bien equilibrado e integrado de manera que, sorprendentemente, el resultado es espectacular… se encuentra en el filo del abismo un poco más y cae estrepitosamente, pero no.

Este verano en las instalaciones de Struise pregunté directamente por ella y la respuesta fue que no la tenían, no me quedó muy claro si era que no la tenían o que ya no la elaboraban, en cualquier caso en webs como ratebeer no aparece como retirada así que no pierdo la esperanza de volverla a beber.


BØGEDAL Nº226
Dinamarca, 2010. Abbey Dubbel. Alc. 7,2%

rssing.com
Me la vendieron como una cerveza de Navidad y he de confesar que por aquel entonces no conocía la verdadera magnitud de lo que estaba bebiendo… bueno quizás sí, ya que hoy se encuentra en la selección de este post.

Bøgedal es un elaborador danés de culto, he leído que en sus cervezas siempre utiliza la misma receta, lo cual, en mi opinión es una verdad a medias ya que van introduciendo variaciones en ingredientes. El caso es que no elaboran dos cervezas iguales y por eso las numeran.

Esta en particular, era una cerveza al estilo de las Dubbel de abadía que lleva el sobrenombre de “Mørk” que en danés significa oscuro. Y así es precisamente, una cerveza oscura y cremosa con aromas y sabores a malta tostada, chocolate y café; y cierto aire a una dubbel belga. Muy armoniosa. Excelente para un amante de este estilo de abadía.

Ratebeer agrupa esta Nº226 junto a la 221 y 227 indicando que en realidad son la misma cerveza. La recuerdo como una cerveza bastante cara, pero realmente mereció la pena, así que sería interesante hacerse con otra cerveza de Bøgedal de este estilo… o de cualquiera.


THORNBRIDGE HALL BRACIA
Inglaterra, 2011. Tradicional Ale. Alc. 10%

Bernt Rostad
Y llegamos al origen de esta entrada, afortunadamente Thornbridge sigue elaborando esa maravilla llamada Bracia. Nombre celta de una bebida preparada en la Edad de hierro en Europa y cuya referencia se encontró en una inscripción romana, de la que poco más se sabría salvo su alto contenido alcohólico y que se elaboraba con cereales y probablemente miel.

A partir de estas premisas Thornbridge convirtió esta Bracia en su interpretación moderna de esta bebida. Para ello utilizó miel de castaña italiana. Presentada en botella acondicionada, con aromas a castaña, miel, chocolate blanco y frutos negros y una sensación en boca aterciopelada y rica en notas a café, chocolate, regaliz, avellanas y un poco de turba en el acabado… vamos una verdadera delicia.

Esta cerveza se presentó por primera vez en 2008 y de la que han elaborado desde entonces varias versiones, incluida una “Pedro Ximénez Aged” (retirada según ratebeer) y que debía estar increíble.


Y hasta aquí esta selección, como nota final he de añadir que puesto que esta entrada se refería a “cervezas olvidadas” no he querido incluir en este repaso cervezas demasiado recientes. En cuyo caso, a esta lista habría que añadir una octava cerveza: Invasion Farmhouse IPA a la que dediqué un post en este blog el pasado mes de marzo de este 2015.








sábado, 10 de octubre de 2015

#LARONDA36: EL PRECIO DE LA CERVEZA EN LOS BARES

No hace mucho que alguien me dijo “beber cerveza es una costumbre cara” Le miré con extrañeza, siempre he defendido la idea de que tengo suerte de que mi afición sea la cerveza y no el vino o el whisky.

Siempre he pensado en términos relativos ¿Cuánto costaría un vino de una calidad equivalente o un whisky? Pero si es cierto que en los últimos años hemos asistido a un incremento considerable de los precios.

Recuerdo ahora un estudio que leí no hace mucho, que he tratado de buscar y no he encontrado, en el que se comparaba el número de horas que había que trabajar en distintos países para pagarse una cerveza y como había evolucionado esa variable en los últimos 10 años. Estudio interesante porque utiliza una medida real y no precios corrientes sujetos a la inflación y otros factores.

La conclusión en España era clara o en los últimos años los salarios habían descendido o el precio de la cerveza se había incrementado o ambos dos. Así que como derivada supongo que el precio de la cerveza en los bares se habrá incrementado en la misma proporción.

Y digo “Supongo”, porque no soy la persona más adecuada para hablar de este tema. Siguiendo con mi papel de ermitaño, casi siempre bebo cerveza en casa … y tengo pocas oportunidades de beber cerveza a bares y cervecerías y cuando lo hago voy invitado, de hecho, no recuerdo la última vez que pagué una cerveza en algún bar.

Supongo que la propuesta de este tema lleva implícita la idea de que la cerveza es muy cara en bares y cervecerías, pero como no tengo una idea clara de ello he hecho un ejercicio de investigación observando la multitud de fotos de bares con carteles con precios y anuncios de los que aparecen en la red.

Solo imaginarme lo que sería una ronda de tres o cuatro cervezas me entran escalofríos… mi bolsillo no podría soportarlo. Pero ¿que hay detrás de el precio que pagamos por una cerveza en un bar?

1 - Evidentemente el precio de la propia cerveza es el más importante y como he tratado de exponer en la primera parte de este post en los últimos años se ha encarecido ¿por qué? pues se me ocurren dos grupos de factores:

En algún lugar leí, que en condiciones normales los precios se duplican cada 10 años. Así pues tendremos que tener en cuenta la inflación cuando comparamos con los precios del pasado... aunque bien es cierto que en España últimamente no andamos muy alegres.

En ciertos ambientes la cerveza se ha puesto de moda dentro de la mente de muchos consumidores, empieza a ocupar un lugar “más digno” y por otra parte el apogeo las elaboraciones con el sello de "artesanales". Así pues, determinadas elaboraciones tienen la clasificación de bebidas de calidad y exclusivas, y eso lleva implícito precios más elevados.

2 - Cuando pagas una birra en un bar no solo estas pagando por una cerveza. En cierto modo estas alquilando para tú propio disfrute un pedacito de espacio del bar/cervecería, también pagas por el servicio que te presta el camarero, por eso que te dan para picar mientras bebes, por el ambiente, la música que ponen y todo lo que lo rodea  y no olvidemos que el precio además debe dejar un margen para el dueño del local.

Todo lo anterior justifica que el precio sea más elevado ¿que es demasiado? bueno como clientes siempre tenemos la posibilidad de no volver más a aquellas cervecerías cuyos precios nos parecen abusivos, pero claro si tienen esas cervezas que solo encuentras allí o pagas religiosamente o te quedas sin beberlas.

Quizás la cerveza ya no sea tan barata como lo era, de hecho el estudio que mencioné al comienzo de esta exposición lo avala. Seguramente a día de hoy tenga razón esa persona que afirmó que beber cerveza era una afición cara y en los bares y cervecerías más, por supuesto. 

jueves, 8 de octubre de 2015

LA BARRIGA CERVECERA

Lo cierto es que cada vez me parto más con los estudios que tratan de mostrar las cualidades beneficiosas de la cerveza… bueno, seamos precisos, con los estudios en sí no. 

Lo cierto es que en su mayoría creo que estos estudios no faltan a la verdad, y la cerveza la podemos considerar como saludable dentro de ciertos parámetros de consumo, ya que a parte del alcohol contienen en su composición gran cantidad de nutrientes y sustancias beneficiosas para la salud... pero hasta aquí. Sin embargo muchos estudios se empeñan en destacar las propiedades mágicas o medicinales de la cerveza y eso ya me parece demasiado.

Pero si vamos a los titulares con los que nos venden dichos estudios, pronto nos damos cuenta que se encuentran rayando la publicidad subliminar. Siendo excesivamente pretenciosos y simplificando o alterando el resultado del estudio en cuestión. Nos presentan las propiedades medicinales.... mágicas... milagrosas de la cerveza. Todavía no entiendo como me pongo enfermo si bebo cerveza a diario.

Deberíamos ser un poco críticos con lo que nos cuentan en este tipo de artículos, y por mucho que nos guste la cerveza, hay que analizar bien lo que se cuenta y no quedarnos en el sensacionalismo.

Para empezar debemos tener claro varios puntos: en la inmensa mayoría de estos estudios hay una intencionalidad, alguien que paga el estudio para demostrar algo. En este caso, que la cerveza es buena y saludable. Además, eso suponiendo que el estudio se haya llevado a cabo y no sea todo una campaña publicitaria, por que no sería la primera vez que el mismo estudio, con mismos datos e idénticas conclusiones lo han realizado equipos diferentes según la fuente que consultes... sospechoso.


A nadie se le debe escapar que existen gran multitud de tipos de cervezas, con un punto en común, su obtención por fermentación… pero poco más, con distintas características (ingredientes, graduación alcohólica, etc).

Últimamente aparece por todas partes en las redes sociales ese recurrente artículo que trata de demostrar que la cerveza no produce la famosa barriga cervecera. Seguro que muchas personas relacionadas con la industria cervecera utilizan para romper uno de esos eternos mitos sobre la cerveza.

Entonces nos miramos al espejo, nos ponemos de perfil, miramos hacia abajo y ¿Anda y esto? Eso es una barriga y ¿de dónde ha salido? Pues recordamos el artículo que acabamos de leer y lo justificamos rápidamente “como demasiado, quizás debería comer media ensalada, no no eso es por los pinchos que me como cuando bebo cerveza”… porque claro de la cerveza no es, lo acabamos de leer, un equipo de la universidad de tal y cual lo ha dicho.

Pero tranquilos no hace falta que racionéis la ensalada o dejéis de tomar ese rico pincho que siempre os sirven con la cerveza… seamos serios, no nos autoengañemos, si en el fondo todos lo sabemos….

Fuente: cronica.com
Veamos, la cerveza es una bebida alcohólica, sabemos que el alcohol aporta lo que se llaman calorías vacías, es decir, aquellas que solamente suministran energía, no aportando ningún otro tipo de nutrientes. Vamos que el cuerpo o las utiliza en el momento o sino las convierte en grasas y las almacena para cuando las necesite.

Pues sí, lees el artículo más allá del titular y te das cuenta que el estudio empieza a hablar de una cerveza de 4% de contenido alcohólico y de unas 80 kcal. por caña, etc. Claro dentro del contexto de una dieta sana de 2000-2500 kcal al día no es mucho. Vamos que el artículo se refiere a tomarnos una o dos cañitas de Cruzcampo.

Pero a ver, ¿Cuántas cervezas de esas características nos tomamos al día? pues yo pocas o ninguna. Porque si vamos al otro extremo, quizás más acorde con nuestros gustos, pongamos que un día nos bebemos dos Imperial Stouts (recordemos entre 300-600 kcal la copita dependiendo de su graduación alcohólica). 

Obviando su influencia sobre la tensión arterial, ostras que con dos Black me meto en más de 1.000 kcal, prácticamente la mitad de una dieta saludable y como dije antes calorías vacías que tienen muchas papeletas para que sean almacenadas en forma de grasas y ¿donde se suele guardar la grasa?… pues la barriga parece un buen sitio ¿no?

Pues eso, que la cerveza no es la causa de “la barriga cervecera”.

martes, 6 de octubre de 2015

MIS CERVEZAS DE SEPTIEMBRE 2015

Casi siempre sigo un patrón en esto de tomar cerveza. Tras un caluroso verano en el que no pruebo barleywines, ni stouts, ni nada que se le parezca, llega Septiembre con sus días cambiantes. Si viene algún día frío aprovecho para empezar con estos estilos propios de las tardes fría de invierno.

A parte este mes se ha visto influenciado por las compras realizadas en los viajes realizados este verano y por supuesto por el Oktoberfest de cuyas cervezas no voy a comentar ninguna en este post ya que han sido tratadas con anterioridad en este blog.

Así pues, vayamos con el resumen de mis cervezas de Septiembre de 2015:


CANTILLON KRIEK 100% LAMBIC BIO

Me confieso entusiasta de las cervezas Cantillon. Evidentemente no puedo beberlas tantas veces como me gustaría, pero siempre que lo hago, me replanteo mi opinión sobre el resto de Lambics que he probado en los últimos tiempos. Esta Kriek Lambic bio se trata de uno de sus productos básicos, es su lambic kriek sin más, pero encierra todo el know-how de Cantillon y un resultado envidiable.

Destacaría su elegancia y equilibrio. El aroma es sutil a cereza. En boca es cremosa, ácida pero no ataca nuestros sentidos y guarda buen equilibrio con el amargor. Su sabor, a cereza, no es excesivamente complejo y deja en la boca ese retrogusto amargo y seco tan característico de las cervezas Cantillon. Para mí, una de sus cervezas imprescindibles, una lambic sobresaliente.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 9,25/10


BREWDOG CLOWN KING

Como indica en la etiqueta se trata de un BarleyWine al estilo americano. Lo primero que llama la atención es la escasa formación de espuma, debido seguramente a la graduación alcohólica. Su color es cobrizo. En el aroma se pueden apreciar aromas tostados, madera, uvas pasas y caramelo. En el sabor de nuevo los mismos matices, pero la sensación suave de entrada queda rápida relegada por el alcohol, bastante evidente.

En mi opinión es pesada y peligrosa. El alcohol se encuentra muy presente y en mi opinión no lo hace de manera armoniosa. Quizás hubiera sido una buena candidata para envejecer y espera a que “esas aristas cortantes” se fueran puliendo con el paso del tiempo. Pero así de entrada me esperaba mucho más.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 6,75/10


CERVOISE LANCELOT

Una de esas cerveza clásicas bretonas. Ruda y tosca lo que le confiere cierto aire a tradicional. De color anaranjado y espuma blanquecina. Aromatizada con 7 plantas diferentes lo que le confiere un gran aroma, este es su principal punto fuerte. El sabor de entrada puede parecer extraño. Es muy complejo, herbal y especiado. Se distinguen algo de jengibre pero no predomina entremezclado entre otros sabores a malta y levadura.

No sé, pero veo cierto encanto en este tipo de cervezas. Entiendo que si no se está acostumbrado puede chocar de entrada, pero a mí una vez más ha conseguido que disfrute de una cerveza distinta, la seguiré tomando siempre que pase por esas tierras.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 7/10


WESTMALLE DUBBEL (Envejecida durante 3 años)

Si ya de por sí es una de mis dubbel favoritas, tras muchas pruebas de envejecimiento he podido comprobar lo bien que le sientan los años, sobre todo a partir del tercero cuando poco a poco va adquiriendo características más propias de un buen barleywine.

Esta con tres años está en el límite, aún así una auténtica delicia. Tras el envejecimiento el aspecto poco ha cambiado, espuma cremosa y el típico color marrón rojizo. El aroma se siente más intenso y picante. En el sabor predomina el caramelo y su sabor afrutado se ha tornado ligeramente hacía sabores más típicos de uvas pasas y frutas del bosque… con algún tiempo de envejecimiento quizás hubiera estado mejor, pero en cualquier caso una maravilla.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 8,75/10


DUCHESSE DE BOURGOGNE

Que puedo decir de la Duquesa!!! A estas alturas casi todos deberías saber de que hablo y es que esta Ale envejecida de Flandes es todo un clásico y como tal, resulta muy difícil comentar algo sin quedar en los tópicos.

En ella se mezclan una cerveza envejecida en barricas de roble durante 18 meses y otra de 8 meses. El resultado esplendoroso, que por momentos nos recuerda a un buen vino. Bonito color rojo brillante, aroma y sabor dulce y ácido, fruto de la mezcla, que embriagan los sentidos. Una cerveza elegante de la que nunca me canso.

¡¡Maldita sea!! Por qué compraría solo una…

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 8,75/10


DE DOLLE BOSKEUN

En realidad, no contaba con comprar esta cerveza, ya que no es de las mejores de De Dolle. Pero la bonita etiqueta llamó la atención de mi mujer. Boskeun es una cerveza de Pascua … de ahí el conejito en la etiqueta. Dado el carácter de cerveza de temporada y que me comentaron que no era recomendable dejarla envejecer (¿?) ha sido una de las primeras que he probado.

Al abrirla estaba despistado, había olvidado la extraordinaria capacidad de hacer espuma, sin llegar al geysel, de algunas de las cervezas de De Dolle. En cuanto al resto, es dorada y algo turbia. En el aroma se distingue la miel empleada en su elaboración, además de esas notas que nos recuerdan que estamos ante la típica Ale Belga. Lo confirmamos al probarla, el alcohol calienta nuestras mejillas, sus 10º de contenido alcohólico bien integrado se notan y los sabores afrutados se funden con un final algo amargo. Una cerveza para esos días fríos de invierno. Buena pero no excelente.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 8/10


NORTHMAEN ROUSSE

En aquellos años que mi colección de etiquetas todavía era algo prioritario descubrí las cervezas de La Chapelle Northmaen en un viaje por Normandía. Rápidamente sus etiquetas me llamaron la atención, pero al probar las cervezas fueron una decepción y en mis notas únicamente salvé esta “Rousse”. Por ello he vuelto a caer en la trampa y…

Es una cerveza de color marrón, algo turbia y una espuma beige cremosa. ¿tiene aroma? Pues no lo sé, cuesta determinar algo… quizás un poquito a malta y un fino aroma a levadura. El sabor también es muy débil de nuevo un poco dulce de la malta y la presencia de la levadura tan típica de algunas cervezas francesas. Discreta pero al final tampoco está tan mal, aunque creo que en esta no vuelvo a caer.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 6/10


DALVA THIRIEZ

A pesar de que Thiriez es uno de mis elaboradores franceses favoritos y he probado la mayoría de sus cervezas. Todavía no había probado su Imperial IPA, de la que había leído muy buenos comentarios. Maridado con un buen queso Cabrales con el que hizo muy buenas migas.

El aroma ya es una declaración de intenciones, afrutado y resinoso, y si se puede decir… muy americano. El sabor no impone, aunque está bien. De entrada dulce, posteriormente se entremezcla con el amargor. Tiene un toque especiado y el final es resinoso y seco. 

Me parece una buena Imperial IPA, pero no emociona… lo mejor el maridaje.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 7,5/10