jueves, 27 de octubre de 2016

QANTELAAR OAK AGED

El chico de la tienda me hablaba mientras mantenía la botella en la mano, lo hacía como si debiera conocer aquella cerveza… y en realidad no me sonaba de nada, de hecho, era la primera vez que la veía. Estaba en la sección de cervezas belgas de “El Sr.Lúpulo, Despacho de Cervezas”. Yo que me jacto de tener unos buenos conocimientos en las cervezas de ese país, estaba un poco descolocado “¿me estaré perdiendo algo grande?”

Ciertamente en Bélgica han ido apareciendo un buen número de nuevos productores durante los últimos años que no conozco , tampoco me sorprende, teniendo este país una tradición cervecera tan arraigada.

Miré la botella detenidamente, “Limited edition 2606/3150”, “Qantelaar Oak Aged”, frases de las que desconfío enormemente cuando no conozco al elaborador. También se podía leer “D’ Oude Maalderij” esto último me sonaba vagamente... la verdad, que a pesar de mi desconfianza inicial, lo que leía no sonaba nada mal.

En cualquier caso, ante las referencias siempre fiables de la gente de esta tienda especializada, me decidí a comprarla.

Eso sí, me avisaron de que alguna había producido un buen “geysel” al abrirla, miré la botella y la buena capa de azúcar que tenía depositada en el fondo. Al llegar a casa y tras leer alguna referencia por la red indiqué en la botella con una nota, como suelo hacer en estos casos, con la frase “Ojo gusher!!!”.


D’ OUDE MAALDERIJ

Pues este nombre era el punto de partida para investigar el origen de esta cerveza. Afortunadamente tienen página web (http://www.doudemaalderij.com/) lo  cual simplificó bastante la tarea.

Para no cortar y pegar la información de la web comento algún aspecto interesante: 

Fuente: www.doudemaalderij.com
Como me imaginaba “nueva” cervecera, fundada en el año 2011, pero que hasta un año después no produjeron su primera cerveza, que fue esta Qantellar.  

Situada en la localidad belga de Izegem donde en el año 2015 abrieron una sala de degustación/cervecería/tienda.

Hasta este año no tenían planta propia y sus cervezas eran producidas en distintas plantas belgas pero esta primavera han abierto sus propias instalaciones productivas.

Sus cervezas que abarcan los principales estilos, haciendo un repaso rápido:

Esta Qantellar (Abt/Quad) en su dos versiones normal o envejecida, una Belgian Ale, los típicos petróleos Porter, Stout e Imperial Stout, las tres parece ser partiendo de la misma receta, una IPA (elaborada para el festival Zythos), una triple con jengibre al estilo ¿Thai? Y dos versiones de una barley wine de 14% ABV, que tienen la peculiaridad que su etiqueta ha sido diseñada por Antonio Bravo, también conocido por diseñar las etiquetas de Naparbier y Zombier.


QANTELLAR OAK AGED

Así pues, esta fue la primera cerveza de estos jóvenes elaboradores, así que supongo que les salió lo suficientemente bien para que hoy en día siga siendo su buque insignia.

Según los datos que he recopilado estamos antes una cerveza fuerte y oscura de estilo de abadía, lo que podríamos aproximar a una “Abt” o “Quad” (no voy a entrar en el debate), envejecida en barriles de roble, con 9% de contenido alcohólico y botella de 50 cl. Espero que esté buena, sino va a costar acabársela.

Para abrirla, dada la amenaza de “gusher” me dispuse en el fregadero con cámara de vide para grabar el más que posible “geysel” y documentar un futuro post sobre este tema, pero la realidad es que fue prácticamente inexistente.

Tras derramarla en la copa lo primero que apreciamos es su excelente apariencia, color marrón muy oscuro y profundo, casi opaco, con una cremosa espuma marrón de algo más de un dedo y buena “permanencia”.

El aroma es licoroso y dulce a caramelo partes iguales. Pero detrás se adivinan muchos más matices: chocolate, uvas pasas, quizás vainilla…

El aroma ya nos anunciaba lo que nos íbamos a encontrar en el sabor, de entrada, a caramelo pero más suave de lo que podría anunciar el aroma, pero en un principio lo cubre todo. Chocolate, uvas pasas y sabor a roble al fondo completan el sabor. Aunque no termina de ser redondo es bastante más equilibrado de lo que me imaginaba por el aroma.

La sensación en boca es vinosa y un poco pegajosa, tiene buen cuerpo. El alcohol bien escondido. En el regusto se algo áspero, se aprecian algunas notas a roble y algo de amargura persistente y en mi opinión muy agradable.


CONCLUSIONES

Dada mi afición a la guarda de cervezas, lo primero que diré es que esta cerveza tiene en este aspecto un gran potencial de envejecimiento. Como puede desprenderse de la descripción la cerveza tiene ciertas “aristas” que en mi opinión el tiempo puede pulir y convertir en una cerveza mucho mejor de lo que hoy es. Quizás 3-5 años le den otro carácter más redondo… lo probaré.

Si pensamos en una Abt tipo Westvleteren o en una Roquefort 10, esta cerveza queda muy lejos de esos estándares, no creo que se adapte exactamente a estilo, sino que han querido hacer su propia interpretación logrando una cerveza muy bebible, aunque si no te gusta “el caramelo” puede llegar a empalagar. Para contrarrestar esto último el envejecimiento en barricas de roble creo que le ha sentado francamente bien, quizás la versión sin envejecer me hubiera causado una sensación no tan positiva.

Quizás deberían cuidar más algunos aspectos estéticos, la cerveza pasa por ser una edición limitada, se han preocupado de cerrar las botellas con cera, cada botella lleva atada al cuello una nota con el número de botella, lote y algo de información sobre la cerveza, hasta la cuerda tiene un aspecto rústico. Pero la etiqueta deja mucho que desear estéticamente (quizás ya puestos hubiera elegido otro tipo de papel más rústico que le diera la elegancia que le falta) y mal pegadas a la botella, me fijé y casi todas las botellas de la tienda y todas estaban igual… si has decido cuidar la imagen de tu cerveza para que dé la imagen de exclusividad hay que cuidar más estos detalles.


Nota de El Baúl de las Cervezas: 8,25/10



Ficha Técnica:
Fabricante:
D’ Oude Maalderij
Elaborada en:
Izegem (Bélgica)
Estilo:
Abt./Quad
Color:
Marrón oscuro.
Alcohol:
9% Alc.
IBUs:
N/A
Temperatura:
12º C.
Servir en:
Copa Caliz.


lunes, 24 de octubre de 2016

GIGANTE DE PIEDRA ¿PIES DE BARRO?

Lo cierto es que buscaba una excusa para hablar de Stone Brewing y las últimas noticias que han sacudido el panorama cervecero americano en las últimas semanas, y que mejor excusa que probar la versión Pekko Dry-Hopped 2016 de su clásica Barley Wine “Old Guardian”.

Pues no, Stone Brewing no pasa su mejor momento tras el anuncio de que despediría al 5% de su plantilla en USA y todo ello coincidiendo con su vigésimo aniversario. Una ampliación de negocio no respaldada por un crecimiento en los resultados, han hecho que el ya “gigante de piedra” repliegue sus alas para replantearse de nuevo su estrategia en USA.

Lejos del misticismo de lo “artesanal” hechos como este nos devuelven a la realidad, las “micros”, algunas ya no tan “micros”, son ante todo empresas y cuando el negocio va mal…

Stone Brewing aquella microcervecería nacida en 1996 cerca de ese paraíso para el buen amante a la cerveza que es la ciudad de San diego. Greg Koch y Steve Wagner, unidos inicialmente por la música, la banda de Steve ensayaba y grababa en los pequeños estudios de Greg. Y posteriormente por la cerveza, ya que tiempo después coincidieron en un curso de "Evaluación sensorial de cerveza".

La cerveza les unió definitivamente y a partir de ahí, crearon y lideraron un proyecto que creció como la espuma y pronto se situó entre los productores artesanales punteros en los Estados Unidos. Incluso crearon su propia distribuidora, tiendas, restaurantes...

Destacaron por el carácter de sus cervezas, agresivo y descarado. Algunas como su Arrogant Bastard Ale, su IPA, su Imperial Russian Stout o su Smoked Porter ya forman parte de la lista de imprescindibles de muchos amantes a la cerveza.

Su éxito llevó a que durante los últimos años Stone Brewing abriera diversos puntos de venta y restaurantes a lo largo de la geografía americana, que son los que hoy tristemente sufren recortes.

Un día nos volvieron a sorprender, esta vez no con otra de sus cervezas, sino por que desembarcaban en Europa y más concretamente en Berlin. Por suerte, según la propia empresa las inversiones en la capital alemana no corren peligro y no se verán afectadas… al menos de momento.

Personalmente no pienso que sea el típico caso de “gigante de piedra con pies de barro” simplemente su estrategia de crecimiento no se hizo de la manera más adecuada, quizás su caso dé para algún ejercicio de estrategia empresarial en alguna Universidad americana o quizás no, hay muchos casos similares.

Seguramente sea solo un traspiés, así lo espero, aunque esta noticia haya caído como un jarro de agua fría, de realidad, detrás de todo elaborador o fabricante por pequeño que sea, hay un negocio y muchas veces no es fácil compatibilizar la elaboración con la gestión.  

La Old Guardian Pekko Dry-Hopped ya se está acabando, ha desaparecido de la copa casi sin darme cuenta mientras escribía estas palabras, por un momento vuelvo a centrar mi atención en ella, ¿a quién narices se le habría ocurrido hacer una barley wine tan lupulada? a Stone Brewing, por supuesto. 







martes, 18 de octubre de 2016

CONTAMINACIÓN!!!

Abro una botella comprada en un supermercado en mi último viaje. Me hace ilusión porque me recuerda una visita que hice a la fábrica que fue muy gratificante y por qué además es una cerveza que hace muchos años que no bebo. Derramo la cerveza en la copa, la acerco a la nariz para disfrutar de su aroma y … pero ¿qué es esto?  huele a huevo podrido!!!

Aunque me jacto de identificarlos a la primera, mis conocimientos en el campo de los defectos y las contaminaciones en la cerveza son más bien escasos, así que suelto un globo sonda en las redes sociales “Doctor, doctor, la cerveza que estoy tomando huele a huevo podrido ¿es grave? ¿puedo beberla tranquilo o la tiro directamente por el fregadero?”

Empiezan a aparecer comentarios en la publicación, la mayoría tratando de identificar la marca de cerveza en cuestión, marca que me he preocupado de ocultar para no perjudicar al elaborador sin estar seguro de su “culpa”, la presunción de inocencia, ante todo.

Pronto aparecen comentarios que empiezan a darme pistas de que le pasa a esta cerveza. Finalmente, un compañero me da un clinic sobre contaminación por Ácido Sulfhídrico (SH2).

Mi primer impulso es identificar en qué lugar de la cadena se produjo el “error” y si un mal almacenaje o una exposición directa a la luz pudo producir el desastre, ya que la cerveza en cuestión estaba de oferta a precios inusualmente bajos.

Un compañero me comenta que las causas pueden ser, una fermentación a alta temperatura o por contaminación bacteriana. La primera causa me atrevería a decir que es difícil en un proceso de fabricación medianamente estandarizado y controlado. Quizás sea más frecuente en el mundillo homebrewer.

El ácido sulfhídrico se produce durante la fermentación y es muy volátil a temperaturas inferiores a 22ºC, de hecho, en muchos casos se va disipando durante la maduración, así que aquí introducimos además la posibilidad de una oxigenación inadecuada.

Una levadura contaminada o en mal estado puede ser la causa de una contaminación bacteriana, también lo veo más común en un elaborador que cambia constantemente de proveedores de levadura y este tampoco parece el caso… sea como sea, la contaminación está ahí.

Y mientras tanto en menos de media hora me llegan los mensajes de más de 20 personas, a parte de los que lo han hecho de manera pública, interesándose única y exclusivamente por la identidad de la cerveza…. ¿estamos locos?

Lo más curioso es que una vez que les decía que no era español perdían todo el interés en el tema. La verdad esto me da que pensar, como somos los españoles!! …  en otros lugares ¿actuarían igual? quizás sigamos pensando que lo de fuera siempre es lo mejor o simplemente es una buena forma de pegar una puñalada al cervecero colega que tenemos al lado.

En lo que a mí respecta, hace ya mucho tiempo que no encuentro una cerveza española con defectos evidentes, aunque he de decir que ahora selecciono mucho más los elaboradores nacionales que llegan a mi baúl. Lo cierto que empiezo a ver cierta solidez en las elaboraciones de un buen puñado de fabricantes artesanales de este país.

Para finalizar quiero agradecer a Rubén por su sabiduría y dedicación por explicarme en qué consistía esta contaminación. Por cierto, sí… finalmente la cerveza se fue por el fregadero.


jueves, 13 de octubre de 2016

MIS CERVEZAS DE SEPTIEMBRE 2016

Pues aquí estamos un mes más fieles a la cita de revisar  algunas de las cervezas que hemos podido probar durante el pasado mes. Septiembre ha sido tanto meteorológicamente como cerveceramente un mes estival, con calor y claro hemos tenido que recurrir a cervezas que no solo saciaran nuestros sentidos sino también nuestra sed.


BIDASSOA KASPER


Elaboración de Bidassoa Basque Brewery, que recuerde es la primera vez que visita “El Baúl de las Cervezas” y lo hace, según su definición con esta cerveza rubia al estilo “germano”. Rubia nebulosa, fácil adivinar que lleva trigo en su receta. Aroma herbal y sutilmente afrutado. Sabor ligeramente amargo, herbal y un toque maltoso intentando equilibrarlo. En boca es ligera y refrescante y el final es seco y ligeramente amargo. No está mal, cumple con su cometido sin alardes.


Valoración de “El Baúl de las Cervezas”: 6,5/10


SUMMER XPLOSION


Cocina creativa y Brew&Roll siguen evolucionando la receta de su “American Wheat Pale Ale”. Frente a la Spring Xplosion, su versión “Summer” se nos presenta como una cerveza monovarietal de lúpulo Ella. Más aromática, con un sabor equilibrado y para el estilo de cerveza que es diría que complejo. Es más floral y menos tropical que su predecesora. Amargor el justo. La sensación en boca es cremosa y se nota un mayor cuerpo y a pesar de ello igual de refrescante. Como se suele decir, progresa adecuadamente.


Valoración de “El Baúl de las Cervezas”: 7/10


ST. STEFANUS BLONDE

Antes de nada comentar que este es el nombre que recibe la conocida Augustijn Blond. St.Stefanus es el nombre que utiliza para el mercado exterior aunque aquí en España conozcamos más su nombre original. Aclarado esto, creo que esta cerveza es lo suficientemente conocida como para decir nada nuevo sobre ella, hacía tiempo que no la bebía. Inmejorable aspecto, con ese aroma y sabor típicos de las cervezas belgas. Afrutada, citríca, especiada, levadura… todos esos matices tan familiares. Sin destacar especialmente sobre otras, es una cerveza que satisface a los que nos gustan las clásicas cervezas belgas.


Valoración de “El Baúl de las Cervezas”: 7,5/10


DELIRIUM ARGENTUM

Edición limitada elaborada con motivo del 25 aniversario de la afamada Delirium tremens. Antes de probarla me paré a leer la descripción comercial donde llama especialmente mi atención la utilización de lúpulos americanos y dry hopping. Ciertamente es una cerveza más aromática, aunque el aroma es el típico belga afrutado y especiado (cilantro y clavo). Sabor ligeramente más amargo que una “delirium” convencional, pero el caramelo y la levadura siguen siendo los protagonistas. Sensación chispeante en boca, cuerpo medio y un final seco y sabroso. Personalmente me quedo con la versión clásica y original.


Valoración de “El Baúl de las Cervezas”: 7,75/10


REALE EXTRA

Una de las grandes cervezas de Birra del Borgo, los controvertidos y polémicos por su adquisición por parte de InBev. De color anaranjado algo turbio, con una buena capa de espuma blanca. El aroma es una explosión, matices a hierba, florales, algo resinoso… Sabor más complejo de lo que podría parecer en un primer sorbo, dulce y afrutado que va cambiando en boca hacia sabores más sabrosos, cítricos. Sensación en boca seca y final es largo y agradablemente amargo. Me parece una delicia de cerveza, que hay que saborear cuidadosamente para no perderse ninguno de sus matices.

Valoración de “El Baúl de las Cervezas”: 8,25/10


HITACHINO NIPPONIA

Mi cerveza favorita de la marca japonesa del búho. Muy cuidada, apología de lo Japonés, solo así se explica la utilización de Kaneco Golden (un tipo de cebada japonesa en la práctica extinguida y “resucitada” por Kiuchi Brewery para la ocasión) y de un lúpulo de origen japonés como es el Sorachi Ace. Para no alargarme con la descripción, diré que es una cerveza compleja tanto en el aroma como en el sabor. Citrica, frutal, especiada, ciertas notas a madera. Buen cuerpo y carbonatación, pero es suave en boca, con un final dulce y seco. Por momentos se le puede identificar cierto carácter belga, pero es distinto. Una cerveza muy embriagadora, creo que merece la pena probarla a pesar de su precio.


Valoración de “El Baúl de las Cervezas”: 8,75/10