jueves, 30 de abril de 2015

ELLEZELLOISE QUINTINE BLONDE

Era un 26 de octubre de 1610 y en el pueblo de Ellezelles, en la región de las colinas, todo estaba preparado. En la plaza se habían colocado los maderos de la pila en la que ese mismo día ardería la terrible bruja Quitine de 38 años de edad....

Ha llovido desde entonces, pero todavía hoy en este pequeño pueblo se sigue celebrando aquel día y es más cuando Philippe Gérard decidió allá en 1993 que se iba a dedicar a esto de elaborar cerveza, tenía claro que el nombre de su pequeña cervecería haría alusión a tal hecho.

Solo unos años después, el que suscribe estas palabras, estaba preparando su primera visita a Bélgica y entre aquellas cervezas imprescindibles tenía apuntada "Ellezelloise Quintine Blonde", cuya receta extraída del grimonio de la bruja Quintine pasaba por ser una de las joyas dentro de las nuevas cervezas belgas.


LA "BRASSERIE" DE LAS LEYENDAS

Brasserie Quintine, en Ellezelloise, es una pequeña elaboradora de granja, que inició su actividad en 1993. Al frente, Philippe Gérard que tras restaurar una casa de campo, decidió dedicarse a aquello que más deseaba, fabricar cerveza. Al mas puro estilo microcervecería, en su día inovadora dentro del panorama belga.

Desde el principio supo combinar con maestría, tradición y tecnología, para producir cervezas de alta fermentación 100% natural. Elaborando cervezas con mucha personalidad, todas maduradas en barriles de roble y embotelladas en botellas de estribo, lo cual se ha convertido en uno de sus señales de identidad.

En el 2006, Phillippe, que siente que la edad le va mermando, decide fusionar el negocio con "Des Géants" para dar paso a "La Brasserie des légendes", aunque siguen manteniendo ambos centros de producción.


LA VIEJA RUBIA QUINTINE

Ya he comentado, que en su día fue una de las que iban en mi lista de imprescindibles en aquel primer viaje a Bélgica y la verdad no me defraudó en absoluto, estando siempre presente en mi baúl desde entonces. Siendo una cerveza ya de por sí notable, hoy quería ir un paso más allá y abrir y probar esa Quintine Blonde que guardaba desde el año 2009 en el baúl.

Pero antes, es preciso dar unas pinceladas sobre la cerveza en si misma. Podemos ubicarla dentro de las "Strong ales" belgas, aunque es una cerveza con mucho carácter y que difiere sensiblemente de la mayoría de cervezas que ubicamos en este estilo.

Su contenido alcohólico es de 8%, de color dorado y una buena capa de espuma blanca. El aroma es intenso, predominan los cítricos y un olor a hierba característico. También detectamos un ligero y sutil aroma a plátano. El sabor es potente, el amargor del lúpulo domina sobre el dulce de la malta. Toques afrutados orejones, plátanos y un sabroso final picante y seco.

El tiempo se ha dejado notar en esta cerveza... en este caso a mejor. El color quizás más oscuro, tira a anaranjado. La corona de espuma, quizás ya no es tan prominente, ahora se limita a una fina capa que permanece durante toda la degustación. El aroma sigue siendo intenso y el tiempo ha dotado al sabor de una mayor contundencia y carácter a esta cerveza. El toque picante de esta cerveza permanece, la malta parece haber ganado algo de terreno, no mucho y en su conjunto parece una cerveza más potente.


CONCLUSIONES

Bebiendo esta cerveza, varias ideas me rondan la cabeza. La primera es que esta es una de esas oportunidades en las que te sientes satisfecho de haber dejado varios años envejeciendo una cerveza. No solo se encuentra en un estado excelente, sino que además ha ganado en personalidad y en matices.

Otro aspecto que me agrada es el hecho de que no se trata del típico caso de cerveza que marcó mis primeros años de afición cervecera y al probarla hoy, el mito se derrumba sintiéndome defraudado y diciendo eso de ¿cómo podía gustarme tanto? Al probarla de nuevo he pensado, "que buena, entiendo por qué me gustó tanto la primera vez que la probé".

Y una tercera conclusión, que en cierto modo me preocupa, es el hecho de que después de varios meses probando nuevas y pujantes cervezas que dominan el mercado artesanal actual, pruebas una que lo fue en su día, ahora ya un clásico y me hace plantearme si no estaremos sobrevalorando muchas de las cervezas actuales. A esta en su día, la valoré con una nota subjetiva de 8,5. Os puedo asegurar que la prefería a muchas de las que he valorado con mucha más nota en los últimos tiempos.


Valoración del Baúl de las Cervezas: 8,85/10 




Ficha Técnica:
Fabricante:
Ellezelloise
Situación:
Ellezelles (Bélgica)
Estilo:
Belgian Strong Ale
Color:
Dorado anaranjado
Alcohol:
IBUs:
N/A
Temperatura:
10-12º C
Servir en:
Copa Caliz





lunes, 27 de abril de 2015

LA ULTIMA 'T SMISJE

Abro el baúl y ahí está, ¿para qué esperar más? Llevaba unos meses siendo la única superviviente, desde aquellas jornadas de “Fondo de armario” donde pude disfrutar de aquella maravillosa Kuvee elektrik 979W.

T’Smisje Fiori, quiero conocer algo más de esta cerveza antes de tomarla, como siempre Mr.Google es de gran ayuda, aparecen artículos, catas, ratings: en una leo “la peor cerveza que he probado en mi vida” otro afirma con rotundidad “equilibrada, compleja… maravillosa” las valoraciones fluctúan entre 1 y 9 sobre 10….bienvenidos al mundo de las cervezas Smisje!!!

Fuente: http://www.smisje.belgianbeerboard.com/
En 6 meses de vida de este blog es la tercera vez que hablo directamente de Smisje y Johan Brandt; y esta claro que es por algo. En una época, tomar una cerveza Smisje era sinónimo de originalidad, adentrarse en cervezas únicas sin parangón en otros productores y menos belgas. Brebajes de culto para unos pocos a los que nos había robado la voluntad.

Sin embargo, tarde o temprano descubrimos que probar una Smisje era como jugar a la ruleta rusa…probabas una y era sublime y querías pasar a la siguiente… excepcional… otra más… de las mejores que he probado en mi vida… otra… ¿pero que es esto? Tiene un sabor raro ¿pero como puede saber tan mal?… estas últimas eran el peaje que había que pagar para acceder a verdaderas maravillas.

Quizás tuve mucha suerte y hoy estoy hablando de uno de mis elaboradores fetiche. En la ruleta nunca me tocó ninguna que pudiera ensombrecer a algunas cervezas que todavía recuerdo entre mis favoritas. Algunas de ellas no verán la luz de nuevo… por que un día John Brandt decidió enterrarlas, algunas verdaderas maravillas… y cuando digo enterrar lo digo literalmente, o sino juzgar vosotros mismos la siguiente imagen.

Fuente: http://www.smisje.belgianbeerboard.com/

Sí, reconozco que en reuniones cerveceras me gusta contar mis batallitas con Smisje y narrar como paso de elaborar cerveza en casa en su tiempo libre a finales de los 80, a crear “De Regenboog” , una de las microcervecerías más pequeñas de  Bélgica, a mediados de los 90.

Una cocina de 3x4 metros y una producción minúscula. La experimentación, los ingredientes extraños se convirtieron en su signo de identidad. Una de las pocas que yo llamaría “artesana” de verdad, quizás ahí residiera el encanto y  la variabilidad de sus cervezas.

A pesar de su tamaño, de la mano de Bill Coleman, que se convertiría de paso en el dibujante de sus simpáticas etiquetas, comenzó a exportar su limitadísima producción a USA como ningún otro productor belga.

Fuente: http://www.smisje.belgianbeerboard.com/

Finalmente, los nuevos requisitos de la Unión Europea en cuanto a normativa seguridad alimenticia, obligaron a poner fin a esta etapa, planificando desde cero el negocio, busco un nuevo lugar en Oudenaarde y finalmente, en el 2010, decide dar el paso y dejar de producir sus exitosos productos para elaborar unas nuevas recetas.

Os podéis imaginar aquel viaje a Bélgica de 2011 (mi última visita hasta la fecha), intentando encontrar aquellas entre mis favoritas y que no volverían a fabricarse, removí todos los lugares y contactos conocidos. Visitas a todo tipo de tiendas y tugurios, hasta llegar a la “casa del libanés”, como me gustaba llamar a aquel lugar, y de cómo me llevó a la sala de los tesoros y allí estaban cajas y cajas de Smisje… De aquellas esta "Fiori" es la última.

¿Por qué habré dejado esta para la última? Normalmente se suele dejar alguna de las mejores, esta era totalmente desconocida, sin mucho atractivo más que probar una cerveza a base de flores, quedó oculta a mis ojos en lo más profundo del baúl.

Esta 'T Smiske Fiori no ha salido muy buena, no sé si es por su receta  de flores o por que el tiempo que llevaba almacenada las ha dejado “mustias”. Ese tiempo, que ha sentado tan bién a alguna de sus “hermanas” quizás haya privado a esta de su encanto. Es el coste que hay que pagar, pienso de nuevo, por disfrutar las cervezas Smisje y por guardarlas durante años en mi baúl. El envejecimiento nunca sienta bien a todas las cervezas por igual, en cierto modo, también es una lotería, que en mi caso casi siempre sale bien.

Hoy termina una época y comienza otra, es hora de dar paso a las nuevas creaciones de Johan Brandt, sus nuevas elaboraciones me esperan, ya era hora,…. Creo que necesito un viaje a Bélgica, mientras tanto comenzaré a investigar un poco, sobre este que todavía sigue siendo uno de mis elaboradores talismán.


Fuente: http://www.smisje.belgianbeerboard.com/

martes, 21 de abril de 2015

DANGEROUSLY CLOSE TO STUPID

“Nacemos ignorantes, pero hay que trabajar muy duro para permanecer estúpidos” (Benjamin Flankin)… Esta es la frase lapidaria que reza en la etiqueta de esta Dangerously close to stupid, elaboración de To Øl. Y es que aunque estos dos jóvenes daneses dicen que la cerveza es lo importante, aprovechan cada etiqueta de sus cervezas para provocar o simplemente que la gente se pare a pensar un poco mientras bebe sus creaciones.

En realidad, esta cerveza debería haber estado en el resumen de cervezas de marzo, pero fue olvidada intencionadamente y es que esta cerveza se encuentra peligrosamente cerca, pero no de la estupidez, sino de mi ideal de IPA y como tal, no podía dejarla sin entrada en este blog.


PROFESOR Y ALUMNOS

Parece que la historia de To Øl (Dos cervezas, en danés) comienza en el 2005 cuando dos alumnos daneses, Emil Jensen y Tore Gynther, se pasaban las horas muertas de clase hablando de cerveza con su profesor, con quién compartían visión del panorama cervecero danés. El profesor no era otro que Mikkel Borg Bjergsø, quizás este nombre os suene… si claro Mikkeller.

No tengo claro si hubo influencia mutua, o simplemente siguen los pasos de su profesor, pues ambos elaboradores tienen muchos puntos en común, mucho más allá de que tras irrumpir en el mercado en el 2010 Mikkeller les diera un pequeño empujoncito colaborando en una de sus cervezas.

Al igual que Mikkeller, siguen el modelo de elaborador Nómada/Gitano, según ellos porque garantiza la mejor calidad y variedad de sus cervezas. También siguiendo el modelo Mikkeller han abierto sus propios bares.

A pesar de su corta vida, ya se han hecho con gran reconocimiento dentro de la comunidad cervecera mundial. Así lo demuestra que se ha colado entre los mejores elaboradores de una lista tan popular como Ratebeer y exportan a más de 30 países.

Merece la pena echar un vistazo a su web, buen diseño, información… cuidan mucho el detalle. Aunque reconozco que hay algunas secciones que ya no sé si son postureo, marketing barato o simplemente lo piensan, lo sienten, lo hacen así…. Ejem bueno ahí lo dejo.


PELIGROSAMENTE CERCA…

Dejando aparte el resto y centrándonos en esta cerveza de nombre largo y evocador, debo advertir que esta “Dangerously close to stupid” ha sido la primera elaboración de To Øl que he probado y creo que he elegido bien.

Es una Imperial IPA, que es ese término que se han inventado algunos para identificar que estamos ante una India Pale Ale con un montón de lúpulo y con alto contenido alcohólico… lo que viene a ser una IPA potente.

Color anaranjado, brumosa, gran corona de espuma blanca y duradera, aromas intensos a frutas tropicales, resina y malta y un sabor que sigue los mismos derroteros, de nuevo, frutas tropicales, dulce a malta… y por supuesto un fuerte y largo amargor.

Más que en la cata en sí, que seguro que hay muchas por ahí más acertadas que la que pueda hacer, quiero centrarme en lo bien pulida que está su receta. Desde el aroma combina magistralmente la acidez y el dulce a malta, consiguiendo un buen equilibrio. Estamos hablando de una Imperial IPA y a pesar de todo diría que es una cerveza suave y fácil de beber.

Esto tiene mucho mérito sobre todo si atendemos a que según confiesan desde su web, eligieron esta cita que da nombre a esta cerveza por que la cantidad de lúpulo (Centennial y Citra), que emplearon en su elaboración, se acercaba peligrosamente a la estupidez.

El alcohol se encuentra bien integrado, fácil de beber y nada parece desentonar en la receta, ni en la elaboración. Por cierto, cerveza elaborada en De Proef (Bélgica) y es que esta fábrica por fin a encontrado su filón en los nuevos cerveceros “gitanos”.


CONCLUSIONES

Es curioso, hace unas semanas afirmé que las IPAs no eran mi estilo, que en cierto modo me aburren, hay demasiadas cervezas en el mercado quizás demasiado similares. Pues si antes lo digo, parece que últimamente las cervezas que más me están entusiasmando pertenecen a este… estarán cambiando mis gustos… realmente no lo creo.

Mantengo mis palabras, pero independientemente del estilo, cuando una cerveza te gusta da igual todo lo demás y esto es lo que ha sucedido con esta cerveza… ya anticipaba que se encuentra peligrosamente cerca de mi ideal de IPA, y ello merece una atención por mi parte, aunque no sea uno de mis estilos preferidos.

Como publicaba en las redes sociales “Como todas las cervezas de To Øl sean como esta, creo que esta va a ser el comienzo de una gran amistad”.



Valoración del Baúl de las Cervezas: 8,75/10


Ficha Técnica:
Fabricante:
To Øl
Elaborada en:
De Proefbrouwerij (Bélgica)
Estilo:
Imperial IPA
Color:
Anaranjado
Alcohol:
9,3º
IBUs:
No especificado.
Temperatura:
10-12º
Servir en:
Copa Tulipa/Snifter


viernes, 17 de abril de 2015

COLECCIONISMO

Ayer me pasé la mañana clasificando y archivando las nuevas etiquetas de cerveza de mi colección. Mientras, no podía dejar de pensar en la decisión  de un compañero bloguero, al que sigo desde hace mucho tiempo, que hace unas semanas anunciaba que dejaba/reorientaba su colección de etiquetas de cerveza, incluso cedía parte de ella. Como coleccionista creo que entendí muy bien su decisión.

Echando la vista a atrás creo que supe parar a tiempo… me refiero a mi colección cervecera. Como muchos aficionados a la cerveza, empecé coleccionándolo todo: chapas, botellas, placas, cristalería, posavasos, panfletos publicitarios, etc.


Al poco tiempo, me centré en las botellas y cuando empezaron a surgir los problemas de espacio me pasé definitivamente a la colección de etiquetas de cerveza, que no da muchos problemas de espacio, en teoría, pero es muy laboriosa… digo que no dan problemas de espacio, pero las botellas que esperan a que se le retire la etiqueta se van acumulando y si no eres muy metódico surgen problemas de espacio y otros que ni habías imaginado.

Empiezas por diversión, te entusiasma, acumulas todo lo que te llega a las manos y en poco tiempo ya tienes la primera duda, ¿cómo las clasifico? ¿cronológicamente, por país, por estilo…? Das un giro y vuelves a clasificar las etiquetas. Las sacas de los álbumes y vuelves a organizarlas, te lleva varios días e incluso semanas en los que has tenido que sacrificar horas de ocio… pero las has disfrutado recordando donde bebiste aquella cerveza, donde conseguiste la etiqueta.

La colección va creciendo, al principio es fácil identificar las que no tienes… poco a poco es más difícil e incluso se haría  necesario un listado y seguimos adelante y llega ese momento, que ya vas intentando tapar los huecos de la colección…de tal productor me falta esta o la otra.


Poco a poco la colección se adueña de tu voluntad y se convierte en un fin en si misma y llega ese punto de no retorno en el que o lo dejas o reorientas tu colección (especializándote en algún tema, país, etc) o entras en un bucle sin fin. Porque no nos engañemos, ninguna colección que se precie tiene fin, siempre habrá algo nuevo que conseguir, que buscar….

Entonces ocurre, ya no viajas para probar nuevas cervezas o disfrutar de las tradiciones cerveceras de algún país, sino para buscar esa etiqueta que se te ha resistido o para asistir a una convención de coleccionistas y conseguir alguna rareza. Dedicas gran parte de tus recursos económicos a tú colección y la afición se convierte en obsesión.

Por suerte, mi punto “de no retorno” llegó pronto y a la mínima que sentí que el coleccionismo de etiquetas se estaba adueñando de mí vida, lo atajé, creo que de una manera ingeniosa….

Un día que estaba archivando unas etiquetas que me había traído un amigo de un viaje por Indochina y Australia lo comprendí, “estas etiquetas no me dicen nada ¿cómo saben estas cervezas? ¿Dónde las habrá conseguido?" Les faltaba lo más importante… unta historia que contar.


No quiero coleccionar todas las etiquetas de todas las cervezas de todos los países, quiero que mi colección tenga por título “las cervezas de mi vida” que cada etiqueta me diga algo, me cuente su historia y desde entonces sigo siendo coleccionista, pero no de etiquetas de cerveza, sino coleccionista de momentos, de sensaciones, de lugares maravillosos, de personas que hicieron de la cerveza su pasión e intentaban contagiármela.

Desde ese momento mi colección se ha convertido en un tesoro más apreciado que cualquier otra que un coleccionista puede ofrecerme y lo que es mejor, he eliminado el estrés  que conlleva conseguirlo todo y no poder con ello, de conseguir más y más… sin fin.

En mi colección la cerveza sigue siendo la protagonista y la etiqueta su testimonio, y estoy orgulloso de ello. Nada más relajante y adictivo que abrir cualquiera de los albums de mi colección y empezar a recordar... no sé quizás me estoy haciendo mayor. En cualquier caso y a diferencia de otras colecciones creo que no podría deshacerme ni de una sola etiqueta de las más de 5.000 que forman mi colección porque son parte de mí. 

miércoles, 15 de abril de 2015

MIS CERVEZAS DE MARZO 2015

Con “un poco” de retraso, tras la Semana Santa y un sinfín de contratiempos y asuntos personales que me han impedido sentarme un rato a escribir en este blog,  por fin, publico el repaso a las cervezas más interesantes que probé durante el mes de Marzo.

Pensaba que había pasado sin pena ni gloria, cerveceramente hablando. He estado muy centrado en el viejo proyecto de hacer una cata/concurso de cervezas de supermercado, que acabará en una entrada en este blog… y cuando me he dado cuenta he cerrado un mes en el que he bebido cervezas excepcionales. A las ya comentadas en este blog (Invasion IPA y Rulles estivale) hay que añadir:



NØGNE Ø IMPERIAL STOUT BARREL AGED 2012

El nombre promete, sobre todo a un amante de las cervezas envejecidas como yo. La imperial Stout de Nøgne Ø ya tiene los suficientes argumentos para encandilar a cualquier aficionado a este tipo de cervezas, así que esta no puede ser menos.

Como no podía ser de otra manera color oscuro, espuma marrón, en un principio abundante, pero se reduce a una fina capa. Además tiene una bonita lazada. En el aroma ciruelas pasas, maltas tostadas… y alcohol, pero sin desentonar.

Al probarla, lo primero que se hace presente es el alcohol y el café, casi imperceptible en el aroma, para luego dejar paso a sabores ya identificados en el aroma, sobre todo a uvas pasas… es complejo, pero quizás me esperaba más notas a madera. También diría que le falta algo de cremosidad.

En resumen, una cerveza que no defrauda, pero que en mi opinión no supera a su versión sin envejecer, que además es más asequible económicamente hablando.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 8,5/10



CRAFTY DAN BIG BEN

Por fin cerré el círculo de las elaboraciones de Crafty Dan (Thwaites). El veredicto es firme, me gustan las cervezas de Crafty Dan. Hacen cervezas sutiles, elegantes y equilibradas, tres valores que aprecio en una cerveza.

He de decir que esta Big Ben me pareció la más floja de las tres, pero es que sus otras dos elaboraciones (Triple C y 13 Guns) son sublimes.

En cuanto a la cerveza en sí, es marrón rojizo y de espuma beige de buena duración y bonita lazada. Aroma es afrutado, dulce a maltas y caramelo.

El sabor tiene cierto toque afrutado (frutas del bosque), combinado con el sabor dulce a malta, un poquito de chocolate y un sutil toque “hoppy” que no termino de identificar como cítrico o a manzana que de manera casi imperceptible ya había detectado en el aroma.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 7,25/10


BAIRD RISING SUN PALE ALE

Una agradable pale ale de color ambar oscuro y brumoso. Buena espuma blanca, que a medida que desaparece parece pegarse a las pareces del vaso.

En el aroma predominan los cítricos y parece que hay unas notas florales, dulce y especias, pero al final no termino de captar, así que al final el aroma se queda algo pobre.

Sabor a cítricos, “sin interferencias”, directo y refrescante. Un poco de dulce a malta y un amargor de esos que se agarran a la garganta.

A pesar de todo me ha gustado bastante, pero el mundo de las pale ales es muy duro y me quedo con otras opciones.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 7/10


LA CIBELES IPA DRYHOPPING

Quizás uno de los elaboradores españoles que más respeto me merecen. Serios y con ganas de hacer bien las cosas. Esto queda patente a raíz de que un compañero pusiera un comentario no muy positivo sobre esta Dry hopping en las redes sociales y la acertada respuesta de este elaborador.

La cerveza en sí no está nada mal, de hecho creo que en cuanto a sabor se encuentra muy bien posicionada para ser del agrado del público en general. Pero al leer "Dry Hopping" en la etiqueta quizá me esperaba más, le falta un poco de intensidad, sobre todo en el aroma... como siempre quizás es una cuestión de expectativas. 

Por lo demás, como ya habréis podido adivinar por el párrafo anterior, se trata de una IPA suave, con todas las notas que caracterizan al estilo y quizás le falte un poco de "punch" para convertirse en una cerveza de notable, habrá que seguir su evolución.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 6,5/10


INNIS & GUNN OAK AGED (ORIGINAL)

Es curioso como un centro comercial puede influir sobre qué bebemos en un momento dado la comunidad cervecera de este país. Lo cierto, es que muchas cervezas solo las bebo cuando este organiza una de sus famosas “semana de los países europeos” o “Cervezas del mundo”, este es el caso de esta Innis & Gunn Oak Aged… la verdad, que sin ser una maravilla me gusta.


Aromas a vainilla, caramelo y cítricos y sabor dulce de la malta y un sutil toque a las barricas de roble en las que envejece son sus señas de identidad. Estos argumentos, por lo menos para mí, son suficientes para disfrutar de una buena cerveza como esta siempre que puedo.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 7,25/10


HEGOA

Cervezas Uhaina fue uno de mis descubrimientos en uno de mis últimos viajes al País Vasco francés. Detrás de este proyecto se encuentra Jean Christophe Bellecave, un entusiasta elaborador que ha sabido colocar sus cervezas en cualquier lugar y tiendas de souvenirs que visites de los alrededores de Bayona.

Esta Hegoa es una elaboración previa a Uhaina (ya comentada en este blog), de hecho se trata de la misma cerveza según me confirmó el propio Jean Christophe. Lo que más me gustó no fue la cerveza en sí, que la podríamos calificar de discreta, pero digna, sino poder constatar la evolución de este productor, al que habrá que seguir la pista.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 5,5/10


HÖSS ALLGÄUER HÜTTENBIER

Elaborada por Der Hirschbräu, un elaborador clásico en el baúl que aglutina galardones y algunas buenas cervezas. 

Pero esta en particular no destaca especialmente. Sencilla, incluso para ser una helles. Ideal para acompañar una ensalada en días calurosos, ya que es refrescante, suave y sus 50 cl. se beben casi sin darte cuenta.

En cuanto a la cata: su color es dorado claro, limpio y brillante, fina capa de espuma blanca, bastante persistente. Aroma inexistente y sabor suave. Por destacar algo, destacaría el leve sabor dulce a miel y un ligero matiz herbáceo.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 5,5/10


MAISEL & FRIENDS STEFAN’S INDIAN ALE

Inicialmente lo que más me sorprendió fue que Maisel & Friends fuesen alemanes y elaboraran un estilo tan ajeno a su cultura como una IPA, así que reconozco que la probé con cierta cautela.

Su color es dorado oscuro y una buena espuma blanca bastante persistente y que va dejando una bonita lazada en la copa.

En su aroma me pareció más que predominaba la malta frente a los cítricos/frutas tropicales típicos del estilo.

Pero el sabor me convenció, muy fresco, aún sin parecerme excelente está muy buena. Predominan los sabores a naranja y algún matiz floral. La amargura en su justa medida y la malta sigue presente, más que en otras IPAs lo cuál la hace sensiblemente diferente. Tiene mi visto bueno, mejor de lo esperado.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 7,25/10


WELTENBURGER KLOSTER ASAM BOCK

Un auténtico clásico en casa desde hace muchos muchos años y digo yo que será por algo. Me encantan las doppelbock y esta tampoco es que sea de mis favoritas, quizás porque es mucho más suave que otras representantes de este estilo, pero no hay duda de que es una gran cerveza.

Dicen que Weltenburger es la fábrica de cerveza más antigua del mundo, pero en cuanto a la elaboración utilizan la tecnología más avanzada. Aglutinan un buen número de galardones que reflejan su buen hacer.

En cuanto a la cerveza en sí, diremos que es de color marrón rojizo muy oscuro, espuma beige. Las maltas dulces predominan en su aroma y sabor. También se distinguen chocolate, caramelo, ciruelas y un toque ahumado. Al final no parece que te estés bebiendo una doppelbock de lo bien que se bebe. En conclusión una cerveza notable y muy recomendable.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 8,25/10


WITKAP-PATER TRIPEL

Receta originaria de la abadía de Witkap, del que en 1980 este pequeño elaborador obtuvo los derechos para producir sus cervezas y de paso mejorarlas.

En particular esta Tripel no la había probado antes e inicialmente tuve que lidiar con un pequeño geysel de espuma a abrir la botella ¿contaminación? Más bien me inclino por el acondicionamiento indicado en la etiqueta, ya que la botella llevaba algún tiempo en el baúl.

En cuanto a la cerveza en sí, espectacular. Una triple con un fuerte carácter, como he leído en algún lugar, evoca a un vino blanco seco. Aromas de manzana, uva blanca, especias, miel, hierba, levadura… buen equilibrio y complejidad. El sabor por el mismo camino, las notas frutales y picantes redondean la cerveza sin ningún exceso. Alcohol se encuentra bien escondido… 

Me ha parecido una cerveza excelente, pasará de nuevo por el baúl de las cervezas, seguro.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 8,25/10


MURPHY'S IRISH RED

Me resulta muy difícil hablar de un verdadero clásico y cerveza que me acompañó en mis primeros pasos cerveceros. Hacía tiempo que no la probaba y la festividad de San Patricio me parecía una buena oportunidad para hacerlo.

Lejos de defraudarme, como ocurre con muchas otras de aquellas que un día permitieron cimentar mi afición por la cerveza, ha mantenido vigentes sus argumentos de antaño:  su color cobre, la espuma blanca persistente, el aroma y sabores a caramelo, notas de uvas pasas, fruta, chocolate…. Y una terrosidad en la amargura característica.

Para hablar de una cerveza elaborada por Heineken no está mal ¿no? Pues eso, una cerveza cumplidora y con buen sabor para recordar los viejos tiempos.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 7/10


ROBINSONS OLD TOM WITH CHOCOLATE

De la multitud de cervezas con chocolate que existen, me gusta esta especialmente por lo bien integrado que se encuentra el chocolate en la receta, casa bien y eso se deja ver en el sabor.

Experiencia no les debe faltar a la gente de Robinson’s cuando estamos hablando de la sexta generación de la familia, cuyo secreto está en la tradición y en una cepa de levadura que llevan utilizando desde 1920.

Volviendo a la cerveza en sí, diré que, el chocolate es más evidente en el aroma, en el sabor, junto a este, encontramos vainilla y cacao…lógico, pero también dátiles y ciruelas. Mantiene alto nivel de amargor, que quizás desequilibra un poco la cerveza. En general, esta cerveza me transmite buenas sensaciones.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 7,25/10


MIKKELLER BEER GEEK BREAKFAST

Un peso pesado dentro de mi baúl y que seguro más adelante comentaré en una entrada propia, ya sea esta, en su versión más básica, cualquiera de sus variaciones o todas en general. Un día descubrí Mikkeller en una tienda, por casualidad, por entonces ya había pegado un golpe de autoridad en el mundo cervecero europeo con esta cerveza.

Y es que creo que existen pocas Stouts que me gusten más, tiene todos los argumentos del estilo y redondeados, en mi opinión, de una forma sublime. Al margen de “frikadas” ya expresadas en su propio nombre. Entre sus ingredientes, avena y una buena cantidad de café… quizás por ello lo del “desayuno friki”.

Si queréis algunas notas de cata os diré que su apariencia es muy elegante, bonito color negro y una textura a la vista aceitosa. Espuma marrón. Aroma evidente a café, chocolate con maltas tostadas, toffe y más café. El sabor es intenso y bastante bien integrado. Chocolate amargo, café tostado, la avena también se distingue, me parece magistral.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 9/10