Hace unos
días, mientras conversaba con un compañero de afición, que regenta una tienda
especializada de cervezas, recordaba mi primera visita a Gante como una de las
más reconfortantes cerveceramente hablando y eso que solo me bebí una cerveza, eso sí…. de 1,2 litros!!!
Pues ahí
estábamos los dos, tras una insípida visita a la ciudad de Brujas, aparcamos el
coche en uno de los parkings subterráneos de Gante situado bajo la plaza
Vrijdagmarkt (del mercado de los viernes), el lugar no se eligió al azar.
- Bien, hemos llegado a Gante, saca el plano –
decía mientras sacaba una bolsa del maletero con unas chanclas viejas que
utilizaba para estar más cómodo en los hoteles
- ¿pero qué haces? ¿no irás por ahí con eso?
¡Vaya pintas, con esos calcetines pareces “un güiri”!!!
Esbocé una
sonrisa, todo tenía su explicación, pero de momento no quería desvelar mis
intenciones.
Una vez en
la superficie nos encontramos ante una bonita plaza, en el centro puede verse
una estatua de Jacob Van Artevelde… - A ti
te he visto yo en algún sitio….
Ya eran las
4:30 h. de la tarde ¿para qué esperar más?, así que directos dirigimos nuestros
pasos hacia el gran cañón rojo El Dulle Griet del siglo XV, de 5 m. de largo y
16 toneladas de peso.
En la guía
turística leo que recibió su nombre de una figura del folclore flamenco… “Rita la loca” que diríamos nosotros. Parece
que la tradición viene de una supuesta hija de Carlos V con supuestos poderes “heredados”
de bruja y a la que este oculta con una modesta familia burguesa para
protegerla.
No me
entretengo ni 10 segundos en admirarla, me doy la vuelta y dirijo mis pasos
hacia “la Dulle Griet” que más me interesa.
- Ey ¿A
dónde vas? Espera!!!
- Vamos a
tomar una cerveza
A escasos
metros se encuentra el famoso Pub/Cervecería que recibe el mismo nombre, en mi
agenda de “Para hacer en Bélgica” pone claramente “Tomar una Max en el
Dulle Griet”, así que entro sin pensármelo dos veces.
El lugar es acogedor,
más pequeño de lo que me imaginaba, en las fotos parecía más grande… es un
lugar donde parece haberse detenido el tiempo siglos atrás y realmente piensas
que así debían de ser las tascas en el Flandes de Carlos V. Todo en madera y
con multitud de adornos por todas partes.
A uno de los
dueños se le atribuye ser heredero lejano de “la loca Meg” (Dulle Griet) y el
otro puso el local, que había recibido como herencia. Ahora entendemos que este
lugar no podría haberse llamado de otra manera.
Nos
acercamos a la barra y sin mirar la carta digo – A Max please!!!
- Shoe off
- contestó rápidamente el camarero con una sonrisa en los labios.
Pero no le
iba a ser tan sencillo, y aunque era buen conocedor de la tradición de aquel
lugar, quería oírla de primera mano.
- Que me quite la zapatilla ¿por qué?
- Mire es una de nuestras normas, si pides una
Max debe dejarnos un zapato en prenda.
- Tranquilo, no me voy a llevar la copa –
y acompañé la frase de un guiño mientras me quitaba la vieja chancla.
El camarero esbozó
una media sonrisa mientras comento algo como
- Ya venias preparado – pero que seguro
que por dentro incluso pudo pensar que le estaba tomando el pelo o algo peor…
en fin lo que hay que aguantar con los turistas.
Al parecer
los dueños cansados de que les desapareciesen las copas gigantes tipo Kwak,
optaron por exigir un zapato en prenda… seguramente no tenían ni idea que este
acto se convirtiera en una tradición que les distingue de la gran cantidad de
cervecerías que hay en esta ciudad.
Sigo con la
mirada mi zapatilla mientras es colocada junto a la de otro cliente en una
especie de cesta y es alzada hacia el techo mediante una polea. A mi lado oigo un - Ya me parecía a mi que lo de las chanclas tenía truco.
Sin
zapatilla dirijo mis pasos a la mesa más acogedora del local, desde donde puede
observarse todo el bar, más pequeño de lo que me imaginaba al ver las fotos. La
verdad es que tiene su encanto, a pesar de que es la hora de apertura ya hay bastante
gente en el local conversando y bebiendo unas cervezas apaciblemente.
A la vista,
para que todo el mundo los lea, se encuentran “Los 10 mandamientos del local”: 1- No se permiten fiestas, ni
gritar o chillar, ni malgastar (supongo que cerveza, jaja), dejar la comida en
casa, si bebes una “Max” quítate el zapato (bien los sé), se paga solo en
efectivo, pagar después de cada ronda, no beber durante las horas de trabajo,
la última ronda se sirve a las 12:30 h. de la noche y se cierra media hora más
tarde….. me parecen perfectas!!!
Rápidamente
detectas a los turistas, las copas de Max les delatan… es una locura pedir esta
cerveza cuando tienes para elegir entre más de 260 cervezas, algunas verdaderos
tesoros, pero la tradición es la tradición y esta es perfecta para atraer a los
turistas.
Suponía que
era una Kwak, pero ya el aroma y color delatan que no es así. Aún asi, estaba
convencido de ello hasta que la probé…. Ya se sabe que en barril y elaboración
reciente las cervezas no saben igual, pero aquello definitivamente no era una
Kwak.
Lo cierto es
que la Max Van Het Huis es una “Belgian Ale” elaborada por un productor local
situado a las afueras de Gantes, De Proef ¿os suena? Si, ese mismo que ahora
elabora muchas de las creaciones de Mikkeller.
La cerveza
en sí no es ninguna maravilla, de aroma y sabor dulzón dejando un regusto amargo.
Diría que la graduación alcohólica está
en torno a 6-7% y aunque su copa de algo más de un litro
(1,2 l.) es majestuosa, no me extraña que hubiese gente que se la llevase, cuesta
acabarla. Tanto es así, que yo no pude con ella, menos mal que mi acompañante había
pedido algo ligerito, previendo algo similar y me pudo ayudar, creo que tampoco le costó mucho.
Una vez
cumplida la tradición, el resto de la tarde aprovechamos para hacer la típica
ruta turística por la ciudad y bajar un poco el alcohol en sangre antes de volver al hotel.
Gantes es una ciudad muy bonita, con una movida importante y
plagada de bares llenos de gente y tiendas donde puedes llevarte alguno de los
productos típicos de la zona… incluido cerveza, por supuesto.
En cuanto al
Dulle Griet, volveré, pero no para tomarme una Max. Está bien para cumplir la
tradición, pero nada más. El Dulle Griet es un lugar agradable, con buen ambiente y con un surtido lo suficientemente amplio de cervezas como para hacer las delicias de cualquiera.
Información:
Dirección:
Vrijdagmarkt 50, Gantes (Bélgica)
Email: info@dullegriet.be
Web: www.dedullegriet.be
Horarios:
- Lunes 4:30 pm.–1:00 am.
- Martes-Sábado: 12:00 pm.-1:00 am.
- Domingos: 12:00 pm.-7:30 pm.