miércoles, 25 de febrero de 2015

PAQUI Y JACKIE… JACKIE Y PAQUI

Llevo unos cuantos días pensando qué escribir en este blog. Huérfano ideas, no atisbo a determinar por dónde debo tirar en mi próxima entrada. No sé si la sección de cervezas de un supermercado es el mejor lugar para inspirarme o quizás sí…

Estoy en la sección de “artesanas” y me fijo en una etiqueta, siempre me fijo en las etiquetas intentando dilucidar si ya se encuentran en mi colección.

De repente, no puedo menos que soltar una carcajada, la chica que esta reponiendo las cervezas en las estanterías gira la cabeza inusitadamente e incluso hace el ademán de levantarse. Miro hacia ella todavía riendo, me mira con una cara de “No sé si le ha pasado algo o directamente es imbécil”.

Tengo la botella en mi mano, sigo esbozando una sonrisa “Paqui Brown” ¿no serás hermana de Jackie? ¿o quizás prima? Y empiezo a recordar el día  que conocí a Jackie … estaba de vacaciones, tranquilamente, sin instinto “Beer hunter” y lo que menos me podía esperar era que alguien me ofreciera … una cerveza.

La derramó sobre el vaso y esperó ansiosamente mi reacción. Jackie era  marrón chocolate, muy oscura…y entonces recordé la película de Tarantino, “claro. Jackie…Jackie Brown” aquella azafata de vuelo malhablada necesitada de dinero que ayuda a un traficante… gran película, no muy violenta para ser Tarantino, pero gran película, sí señor.

De repente el amargor, el regaliz, el chocolate y el intenso sabor maltoso invadieron mi boca, e intenté que mi reacción de espanto no se notara demasiado, el joven me miraba como esperando un veredicto…”Buah es intensa, muy intensa”, el joven lo tomó como un cumplido. 

Finalmente me llevé unas botellas del elixir de los monjes, un desayuno a base de café y por supuesto una Jackie Brown, quizás más por cumplir con aquel entusiasmado joven que por complacer mi apetito cervecero.

Vuelvo a la realidad, coloco la botella dentro del carro y dejo la sección de cervezas, no sin antes mirar a la reponedora que sigue gesticulando como diciendo “hay cada uno por el mundo…”.


Llego a casa y dejo a Paqui en el frigorífico, mientras me dispongo a recoger a Jackie del baúl de las cervezas, donde se aloja desde hace unas semanas que la salvé de las garras de un “Lúpulo feroz”, hacía mucho tiempo que no la veía. Las dos tienen que estar perfectas para mañana.

Soy de los que les gusta crear ambiente y que mejor forma que ver de nuevo la obra maestra de Tarantino…genial. Mientras Paqui y Jackie se desinhiben y empiezan a mostrar todo su potencial.

Jackie es marrón chocolate, tan oscura, como la piel del personaje de Tarantino, espuma marrón tan generosa como persistente. Su fragancia que aquel día me pareció extraña, hoy me parece maravillosa y su intenso sabor a lúpulo, maltas… me cautiva, extraordinaria… como pude estar tan equivocado sobre ella aquella primera vez que la probé.

Por su parte, Paqui es un poco más tímida y sutil, de tez más clara, mucho más clara… para mí que es mestiza. Pero a pesar de las apariencias advierte que vive al límite, que pasa lúpulo de contrabando y que solo bebe cerveza sin filtrar. A mí me parece que solo intenta estar a la altura de Jackie, pero en realidad no es tan intensa, es  dulce y cremosa. Y de carácter más liviano y sosegado.

Viéndolas a las dos juntas advierto que Jackie es guerrera, mientras que Paqui me pide tranquilidad y una degustación apacible en la terraza de un bar. Quizás no se parezcan tanto, más bien poco, me siento un poco decepcionado, pero casi mejor así cada una con su personalidad y matices.

  

viernes, 20 de febrero de 2015

3 MONTS

Me atrae la idea de escribir esta entrada en particular por dos motivos: primero, porque seguramente pocos se hayan aventurado a escribir sobre esta cerveza y segundo porque pasa por ser una de mis favoritas.

Mis viajes por Europa siempre atraviesan Francia y aunque la primera vez que la probé no me cautivó, poco a poco ha ido ocupando un puesto destacado en mi corazoncito cervecero, hasta el punto que se ha convertido en un clásico de mis cenas de cumpleaños.

Lo cierto, es que en Francia es relativamente fácil encontrarla, basta con entrar en cualquier supermercado, lo cual me hace pensar que es una cerveza relativamente popular en el territorio galo.

Cuando hablamos de Francia, siempre se nos viene a la mente sus vinos, es tanta la influencia de esta bebida que parece difícil imaginar que allí pueda existir algo más. Pero existe una gran tradición cervecera, aunque evidentemente no comparable a la vinícola.


BRASSERIE SAINT SYLVESTRE 

Es una pequeña fábrica de cerveza artesanal situada en St.Sylvestre-Cappel en la zona francesa de Flandes. Se encuentra en una zona con numerosos manantiales, donde se sabe que ha habido un establecimiento cervecero desde 1789.

Desde que en  1860 la cervecería fuera adquirida por Louis Devrière el negocio fue pasando por distintas generaciones hasta que en 1920 fue comprada por Remy Ricour (sobrino del hasta entonces dueño) y desde entonces se encuentra en manos de la familia Ricour.

A mediados del siglo XX se llevó a cabo una revolución en los procesos productivos, modernizándolos y dando prioridad a la baja fermentación.

Pero a comienzos de los años 80, la cervecería dio un nuevo giro hacia el redescubrimiento de las cervezas tradicionales. En 1985 fue lanzada su “3 monts” y rápidamente se comercializó en toda Francia y en el extranjero. Desde entonces elabora distintas cervezas tradicionales, como la Gavroche, utilizando maltas de cebada y lúpulo de la zona.


3 MONTS

Aunque su lugar de origen se encuentre en la zona francesa limítrofe con Bélgica, poco o nada tiene que ver esta cerveza con la tradición cervecera del país vecino y mucho con la tradición de las “Bieres de Garde “ francesa.

El nombre de “3 Monts” viene de una época en la que existían pequeñas fábricas cerveceras en cada pueblo y la influencia de estas no iba más allá de unos pocos kilómetros alrededor. Existían limitaciones de transporte y es que atravesar los “3 montes” era caro, se necesitaban dos caballos que tirasen del carro y hasta la llegada del transporte motorizado no fue factible.

En cuanto a la cerveza en sí, la presentación es bastante cuidada, solo se embotella en formato de 75 cl. con corcho, tipo botella de champagne, y con una pieza metálica bastante rudimentaria para evitar que el corcho salga disparado.

Como ya he comentado se trata de una “Biere de Garde” de alta fermentación, elaborada con lúpulo de la zona y fermentado utilizando levaduras de calidad. Su contenido alcohólico de 8,5º. La botella se encuentra acondicionada.

De color dorado claro, muy nítido. Se pueden ver claramente las burbujas subir a lo largo de la copa como las de un champagne.

La espuma es blanca abundante, densa y duradera. Su aroma intenso,  a malta pero prevalece la uva blanca, que me recuerda al vino blanco.

En boca es ligera pero no de sabor. Predominan los sabores afrutados, entre ellos la uva blanca, de nuevo recuerda a vino blanco. Tiene un punto de alcohol, el adecuado y un buen amargor. El retrogusto es largo.


CONCLUSIONES

Realmente cuando la bebes te da la sensación de que no estás bebiendo una cerveza convencional, ellos lo llaman sabor de antaño y lo cierto es que a poco que profundices encuentras un encanto especial en ella.

El equilibrio es majestuoso, es su mayor virtud, ni una nota discordante.  Su aroma es poco habitual y quizás sea lo que menos me convence. Pero el sabor combina magníficamente los sabores frutales y amargura.

Es una cerveza que envejece perfectamente mucho más allá de la fecha de caducidad … no es que se note que gane matices pero sus propiedades permanecen bien conservadas.

Independientemente de la valoración estamos ante una de mis cervezas favoritas, de esas a las que siempre vuelvo.


Valoración del Baúl de las Cervezas: 8,5/10


Ficha Técnica:
Fabricante:
Brasserie de St-Sylvestre
Situación:
St-Sylvestre-Cappel (Francia)
Estilo:
Bière de Garde
Color:
Dorado
Alcohol:
8,5º
IBUs:
N/A
Temperatura:
8-12º C
Servir en:
Copa tulipa


jueves, 19 de febrero de 2015

#LARONDA30: FESTIVALES Y FERIAS CERVECERAS

De nuevo, una nueva convocatoria de "la ronda", en la que los bloggers cerveceros intercambiamos opiniones y puntos de vista sobre un tema propuesto. Esta vez Iker, desde su blog “Cervecerías de España” nos propone el tema "Festivales y ferias cerveceras" y aunque no quiero dejar de participar, por no perder esta buena costumbre, reconozco que mi participación carece de todo interés, por mi corta experiencia, llena de clichés y anclada en el pasado.

¿Festivales y ferias cerveceras? ¿qué es eso? Creo que nunca he asistido a ninguna… o mejor dicho a ninguna que mereciera llamarse así, aunque hace muchos años si asistí a algunos eventos que tenían ese nombre.

En realidad, cada vez me parezco más a un viejo ermitaño, las circunstancias de la vida y otras responsabilidades me hacen que me parezca más a la antítesis del aficionado a la cerveza que a otra cosa: no salgo de bares, no acudo a catas ni cursillos relacionados con la cerveza y por supuesto, no asisto ni a Ferias ni festivales cerveceros.

Ni lo echo en falta, la verdad, como se suele decir “ojos que no ven, corazón que no siente” y es que, he sentido más ambiente cervecero en cualquier mercado francés, donde siempre había un cervecero artesano intentando vender su producto, que en cualquier festival o feria a las que he asistido en mi vida.

Me explico, en los últimos 10 años, no me he bebido ni una sola cerveza en un festival, el último por el que pasé fue hace 3 años. Fue una iniciativa de los bares de mi barrio. Que aunque en el nombre ponga “cervecería”, son bares.

El evento desplegó un puñado de stands, dos de marcas “industriales” bien conocidas, donde solo se podían beber dichas marcas y luego  cada bar tenía el suyo. Donde podías beber las mismas cervezas que en sus locales, pero más caras y en vaso de plástico. Por los altavoces música alta y distorsionada, vamos una experiencia cervecera en toda su magnitud… solución, nos fuimos a uno de los bares organizadores, donde pudimos tomar unas cervezas tranquilamente.

Seguimos, desde hace muchos años en mi ciudad se celebra un certamen de la cerveza, que casi podemos considerar como pionero. La asistencia a las primeras ediciones era obligada, de hecho en las primeras, los distintos bares y distribuidores hicieron un esfuerzo importante y se pudo ver alguna novedad en ella.

Pero con el paso de los años se convirtió en más de lo mismo, mismas cervezas, en vasos de plástico y básicamente asistíamos un pequeño grupo de aficionados para intercambiar alguna opinión y tomar una cerveza juntos.

Un año coincidieron vacaciones y festival en fechas y claro la decisión fue fácil, ¿Qué prefieres ir a Cantillon, De dolle, Sint Sixtus e ir de cervecerías por Bruselas o quedarte al festival de la cerveza? Evidentemente me fui de vacaciones… desde entonces nunca he vuelto a aparecer por esta feria, ni por ninguna (exceptuando la comentada anteriormente), porque además en verano otro de mis hobbies centraliza mis viajes y recursos.

El panorama cervecero ha cambiado mucho desde que yo iba a estos festivales y ferias cerveceras, aquí todavía sobreviven algunos de los que impulsaron aquellos eventos, pero una nueva generación se ha abierto paso con mayor empuje y convicción, coincidiendo con el auge del sector en nuestro país y parece que estos certámenes y este en particular ha pegado un salto de calidad importante.

No hace mucho veía en las redes sociales fotos de este evento y lo mucho que ha cambiado… a mejor claro, lo cual me plantea cierta necesidad de asistir a él. Si no ando recorriendo mundo, seguro que lo haré.

Para finalizar, también diré que ha habido experiencias positivas, algún gran descubrimiento, las conversaciones con personas con tú misma afición y algunos productores noveles, allá por los años 90, que en una feria les interesaba especialmente que yo probara sus cervezas y diera mi opinión. Les quedaba mucho camino por recorrer. Quién sabe, quizás todavía estén en esto y ocupen los stands de las ferias actuales, de las que no puedo hablar por que como dije nunca he asistido a un festival ni feria cervecera.

lunes, 16 de febrero de 2015

4 CONSEJOS PARA MARIDAR CON CERVEZA

La idea de este blog, siempre pasa por abordar los distintos temas relacionado con la cerveza desde mi propia perspectiva. Pero hablando de maridaje de cerveza y comida quería haceros participes de mi pequeño secreto… yo siempre recurro a los “Cuatro consejos de Stephen Beaumont”.

Algún día abriré en este blog una sección dedicada a “Cerveza y comida”, si no lo he hecho, es porque en casa rara vez cocinamos con cerveza. Pero lo que si hacemos habitualmente, es acompañar nuestras comidas con ella.

En España tradicionalmente ha sido el vino el que ha ocupado el rol de acompañar a las comidas. Sin embargo, en otros países con más tradición cervecera es habitual, solo hace falta viajar a Bélgica, Alemania, Hungría… para darse cuenta lo bien que combinan.

En los últimos años los mejores restaurantes del mundo han incluido cervezas de autor en su carta: Bulli, Noma, Celler de Can Roca o la última iniciativa del cocinero José Andrés para su cadena de restaurantes en USA.

Fuente: Redoak.

Hace tiempo, decidí dar un paso más y documentarme al respecto, eso de acompañar todas las comidas con la típica lager, no siempre funcionaba. Por suerte, en la red tenemos muchas webs y blogs que han profundizado en el tema y donde disponemos de buenos consejos y ejemplos de maridajes con cerveza.

Me resultó sorprendente que en la mayoría de los lugares que busqué información hacían referencia a las mismas cuatro ideas/consejos para maridar comida y cerveza.

Lo cierto es que tras experimentar y probar con estas ideas los resultados fueron sorprendentes y lo que es mejor, me permitían adaptarme a la carta de cualquier restaurante y seleccionar una cerveza adecuada sobre la marcha.

Indagando un poco más, he descubierto que estas recomendaciones se deben a Stephen Beaumont, autor canadiense de varios libros y experto ampliamente reconocido en este campo y que por otro lado tiene un blog muy interesante sobre cerveza (https://worldofbeer.wordpress.com)

Como he anticipado, su concepción parte de 4 ideas básicas, son las siguientes:


1 una Ale podría equiparse al vino tinto y una Lager a uno blanco.

Este enfoque me resulta muy interesante, pues la mayoría de nosotros si tenemos unas nociones básicas de cómo acompañar vino y comida, cultura más desarrollada en países de nuestra órbita.

Fuente: mash.
Es decir, un plato de carne roja o cualquier otro que normalmente tomaríamos con vino tinto, podría tomarse con una Ale. 

Por el contrario, si el plato es de pescado o aves de corral, tendríamos que probar con una Lager.

Realmente funciona y es relativamente sencillo elegir una cerveza para acompañar sin equivocarte.


2 Existe un paralelismo  entre el amargor de la cerveza y la acidez del vino.

Siempre que una comida precise de un vino muy ácido, como en el caso de comidas muy especiadas, saladas o aceitosas. 

Habrá que seleccionar una cerveza con mucho lúpulo tipo Pale Ale o IPA, o incluso una Pilsen de estilo alemán. Lógicamente cuanto más intensas sean las especias, aceite o sal en la comida más amarga debería de ser la cerveza.

Fuente: galleryhip.

3 Complemento o contraste.

Dos ideas contrapuestas, hay que tratar de igualar el carácter de alimentos y cerveza, de modo que se complementen (Ejemplo: guiso o estofado potente con una cerveza con mucho cuerpo o un pescado con una sutil cerveza de trigo).

Fuente: torange-es.com
Buscar el contraste en el sabor de cerveza y comida, como ocurre en el caso de las ostras maridadas con una potente Stout o una lager seca e intensa con una suave crema.


4 La Cerveza debe ser más dulce que el postre.

Pocas cosas matan el sabor de una cerveza como lo hace el intenso sabor de un postre, por ello es muy importante mantener los niveles de azúcar/dulzor de la cerveza acordes a los del postre y todo irá mejor.

La excepción a esta regla puede encontrarse en el chocolate, ya que combina perfectamente incluso con una “dry stout”. Las “lambic” con sabores a frutas también combinan bien con el chocolate, pero en el terreno de los postres las Stouts potentes y oscuras son las ganadoras para acompañar cualquier tipo de postre.


Fuente: beermebc.com





viernes, 6 de febrero de 2015

TRAQUAIR JACOBITE ALE

No hace mucho tiempo compré mi última Traquair Jacobite Ale, el chico de la tienda me dijo amablemente “¿la conoces? Te va a gustar” acepté el comentario como un cumplido y asenté con la cabeza.

Como explicarle que la primera vez que tomé esta cerveza fue a mediados de los años 90, mucho antes de que ni siquiera llegaran las primeras unidades a España. Y desde entonces siempre que la veo acaba en el Baúl de las Cervezas.


El peso de la historia:

Traquair House está situada en el valle del río Tweed y es una de las mansiones escocesas más antiguas que continúan ocupadas. A lo largo de los siglos, muchos han sido los reyes escoceses que se han alojado bajo su techo.

El primer registro existente de que allí se fabricaba cerveza data de 1566, durante la visita de la reina escocesa María Estuardo.

Se sabe que en 1739 se instaló una cuba de cobre para fabricar cerveza en la propia mansión y hacía 1800 quedó en desuso. Peter Maxwell Stuart la redescubrió en 1965, para darle uso de nuevo. Desde 1990 la fábrica está a cargo de su hija Catherine Maxwell Stuart.

Hoy en día puede ser visitada como atracción turística de la zona. Además de la fábrica de cerveza hay una exposición de antigüedades.


Esta cerveza recibe su nombre de las Bear Gates (puertas del oso) situadas en la propia finca de la mansión. Donde en 1745 su propietario por aquel entonces, prometió al despedirse de Chales Edwart Stuar, quién había estado alojado en la mansión, que las puertas no se abrirían hasta que la familia Stuart recuperara el trono escocés… y ahí siguen cerradas.

Si leemos en la etiqueta descubrimos que la Jacobite Ale se elaboró por primera vez en 1995, con motivo del 250 aniversario del acontecimiento comentado.


Jacobite Ale:

Es una sensacional ale fuerte, condimentada con semillas de cilantro y cereal tostado. El agua con la que se produce es de un manantial del valle del Tweed. Al igual que el resto de elaboraciones de Traquair, esta se ha dejado fermentar en roble 7 días.

En mi opinión, uno de sus puntos fuertes de esta cerveza es que roza varios estilos. Si la probara a ciegas dudaría entre una Dubbel belga o un Barley wine, ya que es delicada, rica y vinosa. Pero tampoco coincide exactamente con ninguno de los dos estilos.

Su color parece prácticamente negro, pero si ponemos la copa al trasluz vemos un intenso y oscuro color entre marrón y rojo.

La corona de espuma color crema, tiene inicialmente poco más de un dedo de grosor y se va reduciendo hasta una fina capa jabonosa de esas que se aferran a las paredes de la copa.

El aroma es acaramelado, uvas pasas, cereales y herbáceo. Es bastante complejo y equilibrado. A medida que va adquiriendo temperatura va ganando en matices vinosos, una delicia.

El sabor es intenso y complejo combinación de sus ingredientes se dejan notar en el paladar.  Predominan de nuevo el caramelo, las uvas pasas, un toque a manzana, roble y especias, esto último quizás otorgado por el cilantro en su receta.

El alcohol se encuentra bien oculto y solo cuando la cerveza va adquiriendo temperatura aparece levemente, tanto en el aroma, como en el sabor, sin romper el equilibrio.


Conclusiones:

Lo cierto, es que al final me he dado cuenta que mis cervezas favoritas no sorprenden, ni son extremas,  sino que son redondas, equilibradas y que te van cautivando con cada sorbo, poco a poco a medida que vas descubriendo los matices.

Esta Jacobita Ale, quizás no se encuentre entre mis 10 ó 20 cervezas favoritas, pero es un buen ejemplo. El conjunto es una cerveza muy armoniosa, para quitarse el sombrero y hacer una reverencia. Por lo tanto es merecedora de una valoración de sobresaliente.

A decir verdad mi idea original al comprar esta cerveza era guardarla en el Baúl durante unos cuantos años ya que he leído que es una cerveza que se puede conservar durante 10 años por lo menos y que gana con el tiempo, pero no pude resistirme a sus encantos… será para la próxima.


Valoración del Baúl de la Cerveza: 9/10


Ficha Técnica:
Fabricante:
Traquair House Brewery
Situación:
Innerleithen (Escocia)
Estilo:
Strong Ale
Color:
Rojo muy oscuro
Alcohol:
IBUs:
N/A
Temperatura:
13º C
Servir en:
Copa Snifter/tulipa/Caliz



Fuentes: http://www.traquair.co.uk/



martes, 3 de febrero de 2015

Y BUD GOLPEO EN LA SUPER BOWL

Controversia en el mundo cervecero, y en especial en el “craft”, a raíz del spot publicitario de Budweiser en la superbowl de este 2015, que se pudo ver en varias ocasiones durante los tiempos muertos del partido… precisamente este anuncio:


No es la primera reacción de la gran industria cervecera ante el fenómeno “Craft”, que ha multiplicado ventas en los últimos años, de hecho ya tardaba, se veía venir… ¿o no?

Algo así era fácil de adivinar, desde que leyéramos aquel artículo titulado “Americans now drink more craft beer than Budweiser” y muchas utilizaran el gráfico adjunto para ensalzar el crecimiento sin fin.


Y yo me preguntaba ¿Qué pensarán los de Budweiser? Porque claro una cosa es que los pequeños productores alaben las virtudes y los éxitos de sus productos y otra bien distinta que lo hagan utilizando tú nombre por bandera.

Pues está claro que a la gente de Budweiser no les debió de hacer mucha gracia, cuando han decidido entrar al trapo en un choque frontal casi sin precedentes “Macro vs. Micro” dos formas de entender el consumo de cerveza, en mi opinión compatibles, pero dos campos de batalla donde se llevan librando los últimos escarceos de la guerra de la cerveza.

LA GUERRA DE LA CERVEZA

Nada nuevo, la guerra entre “pequeñas y grandes” se lleva declarando desde que las grandes compañías cerveceras entendieran que la mejor forma de mantener su posición era combatir a los pequeños productores interesantes que iban apareciendo.

Anteriormente, se movían prácticamente desde la indiferencia, la verdadera confrontación en el mundo cervecero se libraba entre grandes corporaciones, una guerra de tamaño y sinergias para reducir costes y poder competir en precios, dado que el producto que ofrecían era prácticamente indiferenciado.

Por entonces, los pequeños productores de éxito iban surgiendo de manera aislada, reducidos al ámbito local y ejerciendo un papel en esta guerra poco menos que anecdótico, pequeños escarceos, una auténtica guerra de guerrillas.

Desde el punto de vista de las grandes era relativamente sencillo, necesitaban ganar tamaño e implantación allá donde no la tenían y a base de talonario iban adquiriendo aquellas pequeñas micros que triunfaban localmente y no dejaban entrar a sus productos.

Compraban para luego darse cuenta que aquellas cervezas de éxito locales eran costosas de producir y descartarlas definitivamente…ay cuantas grandes cervezas desaparecieron! Solo entendían la competencia en precios y la clave del éxito de las “micros” era la diferenciación, que les permitía vender a precios más altos para compensar un coste por unidad más elevado y una menor rotación de sus productos.


LA REVOLUCIÓN CRAFT

Hasta aquí bien, pero en los últimos diez años un hecho ha roto el equilibrio. Mientras que las grandes seguían luchando por ser más y más grandes, los pequeños encontraron una forma de competir contra el grande no a nivel local, sino en su terreno y es que la globalización también beneficia al pequeño.

El movimiento “Craft” no es una alianza de todas las micros para crear una gran “micro-macro”, eso hubiera acabado con su esencia. Lo cierto, es que las micros, con sus elaboraciones, han conseguido crear un paraguas que les protege a todos pero que les permite diferenciarse entre ellos. Algo así como las “polis” griegas que funcionaban independientemente pero que se unían y se defendían frente al invasor. 

Y los resultados saltan a la vista, de manera individual ninguna micro podría incordiar y sería fácilmente aplastable por la industria pero bajo el cobijo de “la revolución craft” los términos de la guerra han cambiado.


Y BUD GOLPEÓ EN LA SUPER BOWL

Y si señores, en el 2013 los americanos bebieron más cerveza de micros que de Budweiser. Este hecho es innegable y ante estos hechos los grandes holdings y compañías industriales cerveceras tienen varias formas de defenderse, que se dividen en dos grupos:

a) Si no puedes con tu enemigo únete a él. 

b) Destruyamos y aplastemos al enemigo.

En este orden de estrategias, las grandes compañías han llevado a cabo en los últimos años una serie de movimientos:

  • Algunas han creado su propia sección Craft, y unas pocas con éxito.
  • Otras han buscado alianzas con “micros”, no hace mucho hablamos de una de ellas.
  •  Las que han hecho un mal análisis de la situación piensan que con comprar/absorver o destruir, el problema esta resuelto.
  • Confrontación total, atacando el concepto “craft” y poniendo en valor “su concepto”.


Y esto último, es lo que ha hecho Budweiser en la última Super Bowl. Que mejor sitio que un evento deportivo que observan millones de personas. ¿Cuántos de esos espectadores lo veían mientras sostenían un vaso de plástico o bebían directamente de la botella? Desde el punto de vista del marketing no se puede segmentar mejor al público objetivo.

Y es más, no olvidemos que el verdadero caldo de cultivo del movimiento “craft” son estos, los bebedores de cerveza industrial, a la que están robando clientes a marchas forzadas.

Aunque he leído algún comentarios ingenuo, el contenido de este anuncio es demoledor, quizás no para un seguidor habitual de las llamadas cervezas artesanales, pero os lo puedo asegurar he visto el efecto que provoca en bebedores habituales de cervezas industriales y no tanto, y es sorprendente.


Y Bud golpeó en la Super Bowl y no dejó nada al azar. Lo hizo a golpe de talonario, en el templo de sus fieles y poniendo sobre la mesa sus términos, enviando mensajes muy peligrosos para la cultura “craft”:

-          Orgullo “macro”, como diríamos en España “industrial”, término utilizado despectivamente, si hablamos de cerveza, pero que Budweiser está dispuesto a darle la vuelta.

-           No elaborada para ser mimada o catada es solo cerveza, disfrutar con una Bud y mirar a ese que está sentado en la mesa, parece tonto y ridículo, el solo ahí olfateando el aroma de esa copa negra, poniéndola al trasluz o esos otros chicos, también caricaturas, con copas y vasos distintos para beber cerveza o el comentario sobre la cerveza ¿de calabaza, de melocotón? De nuevo ridículo, déjeles, “usted no es así”.

-          Frente a lo anterior la gente que bebe nuestra cerveza es.. la escena de un bar con hombres divirtiéndose, chicas guapas sirviendo la cerveza, en botella por supuesto…. Mensajes positivo ¿no? Rozando el machismo ¿no? pero el público objetivo de Budweisser está claro

-          Budweiser es la única, desde 1876, toda una historia detrás avalan la calidad de sus productos. Sus cervezas color oro y espuma blanca.. Me resulta cómico que se aprovechen de dos conceptos que son endémicos en las cervezas “craft” como el modo difícil/duro de hacer cerveza y el tema del “envejecimiento” pero el consumidor seguro que ignora estos términos y no hace más que reforzar la imagen de Bud como cerveza de calidad. Budweisser es única


Ha sido una jugada maestra, en pocos segundos ha convertido los puntos fuertes de las cervezas “artesanales” en debilidades. Ahora solo hace falta ver cuál es la respuesta de las “micro” y sobre todo y mucho más importante, de las otras “macro”. De momento ya he podido encontrar algunas respuestas desde el ámbito micro:




Gracias a la web www.thebeerbabe.com por ayudarme a descubrir todos los matices de este anuncio publicitario.


MIS CERVEZAS DE ENERO 2015

Enero finalizó, con las Navidades y alguna celebración más. Como siempre los primeros días del mes siguiente toca revisión de las cervezas más representativas que he bebido.

Al margen de las cervezas que han tenido su propia entrada, véase, Fantome Saison, Black Tokyo Horizon y las incluídas en la cata Hitachino, estas han sido las más destacadas:


NØGNE Ø INDIA PALE ALE

Esta cerveza, que para mí abrió el año cervecero 2015, es una India Pale Ale, como su propio nombre indica. 

Como siempre muy correcta, pero en esta ocasión no me sorprendió, esperaba más y es que Nøgne Ø empiezan a ser un clásico en el baúl de las Cervezas, de los que sorprenden habitualmente y el listón está muy alto. 


Quizás no era el momento apropiado para descubrir todos sus matices y creo que es una cerveza que merece una nueva oportunidad para valorarla convenientemente.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 7,75/10


QUÖLLFRISCH NATURTRÜB

Mientras la tomaba pensaba en las buenas condiciones que tiene para ser una “Cerveza de Sesión”, perfecta para beber mientras mantenemos una conversación sobre las cosas de la vida.

Es una lager sin filtrar, turbia de color dorado pajizo con una enorme espuma blanca. El aroma es directo sin complicaciones dulce con un toque herbáceo. Sabor suave, sutil, afrutado y una pizca de sabor a levadura y un final herbáceo. Sensación ligera y refrescante.

Una cerveza impecable, una joya, lejos de las cervezas que nos abruman e intimidan. Cada vez que la bebo, me gusta más.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 8/10


LINDEMANS KRIEK "FOUDROYANTE"

En mi adolescencia era más habitual que bebiera este tipo de cerveza, pero con el paso de los años estas han sido sustituidas por Lambics más elaboradas y sabores más cuidados.

En cualquier caso se trata de una cerveza muy fácil de beber. El aroma a cereza, como no, y un poco de levadura. El sabor es dulce, un poco amargo y tiene un toque de acidez que la salva. 

A pesar de todo en ocasiones es bueno volver a estas cervezas que inculcaron en mí el amor por las Lambic.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 7/10


ENGELSZELL GREGORIUS

Tras probar la decepcionante Benno, tenía ganas de probar esta Gregorius pues ya me habían adelantado que era una buena Quadrupel, uno de mis estilos favoritos, y ha cumplido como tal.

Me ha encantado su aroma que recuerda al vino especiado y su sabor alcohólico a caramelo típico del estilo, uvas pasas y todo lo que esperamos encontrar en una buena y potente cerveza trapista.

Unas cuantas catas más para ver si puede abrirse paso dentro de este estilo que tanto me apasiona. de momento notable.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 8,5/10


DEUS BRUT DES FLANDES

Es solo ver la presentación y leer la etiqueta para darte cuenta que se ha elaborado y cuidado todo al detalle. La idea lograr un producto único. Elaborado en Bélgica (Flandes) y madurado en Francia en barricas de champán.

Con estos precedentes, quizás me había preparado para una cerveza extraordinaria, sus peculiaridades la abalaban, pero la magia no surgió, y a pesar de las buenas valoraciones en la red y de todo lo que me habían contado sobre  ella, se queda en una cerveza notable.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 8,25/10


BAIRD BEER BREWER’S NIGHTMARE RYE IPA

Había leído muy buenas críticas, pero inicialmente me pareció discreta, algo insípida... 

...poco a poco a medida que iba cogiendo temperatura la cerveza fue ganando en personalidad hasta convertirse en una cerveza muy compleja que termino convenciéndome.

Quizás demasiado fría, en cualquier caso, obligado darle una segunda cata de cortesia (otra más para la lista de "Repetir"). Aún todo lo anterior, promete y le vi buenas maneras. Notable.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 7,5/10


BIERE DU CORBEAU

Adquirida en un supermercado francés. Sin prácticamente referencias y con la única pretensión de sumar su etiqueta más a mi colección cervecera.

Una vez, puestos a la faena de probarla, es fácil identificar que estamos ante una "Belgian Strong Ale". Típica en su estilo

Color rubio dorado, con una espuma blanca cremosa y persistente. Aroma cítrico, herbal. Sabor típico del estilo, algo dulce a malta y toques cítricos y herbales muy evidentes, pero que tienen muy poca persistencia en la boca.... A pesar de ello, mucho mejor de lo esperado.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 7/10


WELTENBURGER KLOSTER BAROCK DUNKEL

Varias veces galardonada en la "World Beer Cup" (lo destaca en la etiqueta y en la chapa con los logos del concurso), una clásica en el baúl y de sobra conocida en casa.

Tanto el aroma como el sabor es muy rico, fresco y equilibrado a maltas tostadas, cereales y con unos sutiles toques a uvas pasas.

En mi opinión, es una cerveza a la que se le pueden poner pocos defectos, quizás esa textura acuosa no termina de convencerme, por lo demás una cerveza sobresaliente.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 8,5/10


NEGRON

Colaboración entre Vier y Bayura. Que se ha llevado un sinfín de buenas críticas en distintas webs especializadas y de las que, como asturiano, me alegro enormemente.

Pero cuando la vertí sobre la copa y subió aquella cantidad de espuma empecé a dudar de esta cerveza y no por que no me lo hubieran avisado dejó de sorprenderme en este estilo. 

La carbonatación es un handicap, mucha burbuja, sabor picante… mi frase para este blog iba a ser “Vislumbro un cervezón pero el gas y la espuma no me lo dejan ver”.

Cuando la cerveza se estabilizó tomó unas propiedades acordes al estilo y ganó enteros. Ligeramente licorosa, bastante amarga con unas buenas notas de café y chocolate, que hicieron mis delicias

Un compañero dice que la ve muy apropiada para envejecer en barril de oporto, bourbon, espero que algún día lo hagan, porque coincido con él plenamente.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 7,75/10


LA BÈTE DES VOSGES

La historia empieza cuando en lo más profundo del armario encuentro una botella de cerveza, que solo contiene una etiqueta con el nombre “la Bête des Vosges” (suelo quitar las etiquetas para mi colección).

Pues preguntando en las redes sociales e indagando un poco llego a que se trata de una “Biere de Garde” francesa, embotellada en botella acondicionada y que tras de sí tiene toda una historia. En la actualidad elaborada por La Mandelon en Dommartin-Les-Remiremont.

Es de color marrón oscura, turbia con una fina espuma beige. El aroma es dulce a caramelo, pero extraño, no el habitual. El sabor es fiel reflejo del aroma, tiene un sabor dulce, especiado peculiar, al que no estoy acostumbrado.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 6,5/10


ANCHOR LIBERTY ALE

Como afirmé en las redes sociales, muchas veces nos perdemos en cervezas complejas, extremas, pero cuando tomamos una Anchor Liberty Ale te planteas todo lo anterior.

Se trata de una APA maravillosa, que brilla en su sencillez. Sabrosa y refrescante, esos dos adjetivos que utilizamos para cervezas que acotamos para diario sin pretensiones, pero que en este caso adquieren una nueva dimensión. 

En este clásico, se encuentra todo muy bien integrado y en su justa medida, creo que nunca me cansaría de su color anaranjado, su espuma blanca, su aroma afrutado y su armonioso sabor. Sobresaliente!!!

Valoración del Baúl de las Cervezas: 8,75/10


MIKKELLER SPONTANEUSELDERFLOWER

La primera cerveza de fermentación espontánea que probaba de Mikkeller y no quería irme a un sabor convencional, así que elegí esta de flor de saúco.

Como siempre, en esta marca, elaboración impecable. Pero mi primera cuestión fue ¿Cómo sabe la flor de saúco? Pues no sé…

El aroma floral, agradable, quizás algo cítrico. Ya en la copa color dorado, limpio. Sabor también floral y un poco raro. El sabor no termina de convencerme, aún así fácil de beber. Habrá que probar otros sabores de esta serie.

Valoración del Baúl de la cerveza: 7,75/10


DOMUS TAKE FIVE – Edición Especial

Estilo mixto Sour-Imperial Stout. Ocho meses en barrica de roble francés de vino tinto, con higos y ciruelas.

Color negro, espuma marrón poco duradera. El aroma es a café y chocolate y se empiezan a dejar sentir la ciruela y lo higos utilizados en su elaboración. En boca es cremosa con sabor a chocolate, ciruela e higo y un toque final a café.

Me parece una propuesta muy interesante. Al principio parece que los sentidos te engañan pues a la vista es "petróleo" negro, negro. Pero en boca predominan las características de una sour. 

Valoración del Baúl de las Cervezas: 8/10


ACHEL BLONDE 8º

Botella olvidada en el baúl de las cervezas donde llevaba ya sus añitos: Hacía más de un año que había caducado y tenía mis dudas. 

Pero una vez más me ha sorprendido y ha sido quizás la mejor Achel Blonde que he probado y eso que inicialmente no contaba con que fuera una buena cerveza para envejecer. 

Más allá de mantener sus características intactas, el paso del tiempo las ha mejorado. Color oro, algo oscurecido, espuma blanca. Aroma potente afrutado, floral, cítrico y un grandísimo sabor dulce con final amargo, fantástico.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 8,75/10


ROGUE DEAD GUY ALE

Gran clásica, archiconocida, cansado de verla en publicaciones y en la red, por fin he tenido la oportunidad de beberla. 

Es una Heller bock elaborada en USA, he leído mucho en cuanto a la levadura utilizada y solo hace falta comprobar cómo se transmite a las características a la cerveza.

Color ámbar algo turbia y espuma blanca. El aroma a maltas tostadas, caramelo y un poco a lúpulo, casi imperceptible. El sabor es suave, dulce y con un amargor ligero.

Equilibrada y con buen sabor, pero deja la duda en el aire … es en estos momento que lamentas no poder acercarte hasta Oregon y saborearla recién elaborada en toda su esencia. Mientras tanto le doy un notable y con la puerta abierta a subir nota.

Valoración del Baúl de las Cervezas: 8/10


MIKKELLER MONK’S BREW  (Monk's Elixir)

Tras muchos años sin probarla, de nuevo la tenía a mi disposición, ahora se llama Monk’s brew, lo cual inicialmente me había desconcertado un poco, pero su sabor sigue siendo el mismo.

La Quadrupel de abadía más conocida de Mikkeller es oscura, de espuma beige, rica en matices y dulce y suave en el paladar. 

Equilibrada a pesar de su contenido alcohólico, cumple con los cánones del estilo. Me parece una grandísima cerveza y dudo si este "Mikkel" no fue monje trapista en una vida anterior.


Valoración del Baúl de las Cervezas: 8,75/10