Un poco de relax antes de la cena de cumpleaños, pienso que cerveza que
voy a degustar… miento, he seleccionado cuidadosamente las cervezas que voy a
saborear en este día. Derramo cuidadosamente el negro líquido en la copa
snifter, este es el momento de una Black Tokyo Horizon. Me siento frente al
ordenador del estudio, de fondo suena Ella Fitzgerald y mientras observo la copa,
comienzo a escribir:
Era un día frío y lluvioso de
noviembre de 2010, el viento pegaba con fuerza mientras aquel grupo de personas
avanzaban no sin problemas… seguro que alguno de ellos bromeo diciendo “el
tiempo en Escocia es así”.
Entraron en las instalaciones y
llegó el momento de las presentaciones, unos apretones de manos, abrieron unas cervezas y
comenzaron aquello para lo que se habían reunido, la fusión de tres formas de entender un mismo concepto.
Aquello era grande, algo similar a las superbandas de rock de los 70 donde
grandes estrellas se unían formando una banda que combinaba lo mejor de cada
uno.
En Escocia se reunieron tres de
los mejores exponentes de los nuevos cerveceros del siglo XXI, desde Noruega Nøgne Ø “The Uncompromising Brewery”
que en el 2002 unió a dos cerveceros en deseo de hacer cervezas únicas. Desde
Dinamarca Mikkel Borg Bjergsø “The
gypsy brewer” ese que un día le dio por desayunar cerveza y cambio la historia
de esta bebida en este siglo y como anfitriones ese grupo de inconformistas
llamados Brewdog, que tomando el
punk por bandera, desafiaron a la industria con su grito de guerra “Craft beer
revolution”.
Sacaron sus recetas, bien
conocidas: “Dark Horizon”, “Black” y “Tokyo”, y alguien dijo “pues se trata de fusionar
el alma de estos tres monstruos” …y así lo hicieron y el resultado fue un
brebaje con un increíble espectro de aromas y sabores.
Cada uno se llevo a su casa el resultado. Por eso,
en función de quién la elabore disponemos de tres versiones:
Black Tokyo* Horizon, elaborada
por Brewdog.
Horizon Tokyo Black, elaborada por Nøgne Ø.
Black Tokyo Horizon, elaborada en
Lervig Aktiebryggeri para Mikkeller.
La Cerveza:
Miramos la botella cuidadosamente, estamos ante esta última versión, elaborada para Mikkeller. La etiqueta de
diseño sencillo, incorpora los logotipos de Nøgne Ø, Brewdog y de la cerveza
Black.
Es una cerveza para beber
lentamente, al verterla en la copa se advierte su textura aceitosa, casi viscosa. Ya la he
probado anteriormente advierto que todavía está muy fría para que desarrolle
todo su potencial e instintivamente coloco las manos alrededor de la copa para
darle un poco de temperatura.
Así que la observo
cuidadosamente, como haría un catador en toda regla, pongo la copa al trasluz,
es negra. Apenas ha creado una fina corona de espuma marrón, extremadamente
delgada, casi inexistente. Ya se sabe la dificultad de hacer espuma cuando la
graduación alcohólica es elevada y aquí estamos hablando de un contenido
alcohólico del 16%.
Lo primero que se hace evidente
en el aroma a medida que acercas la copa a la nariz es el regaliz y a este le sucede
chocolate negro, mezclado con el café, muy nítido. Pero es más complejo, maltas
tostadas, frutos del bosque, podrían ser ciruelas y ahí en medio, un olor alcohólico, como a un vino dulce.
La sensación en boca es aceitosa y
el sabor es muy complejo, ¿por dónde empezar? El regaliz y chololate negro es lo más
evidente, pero también un dulzor de caramelo toffe que seguro que crea
controversia a los puristas del estilo, pero a mí me gusta. Maltas tostadas y el
final vuelve a ser de regaliz… el final es muy muy largo manteniendo los sabores
en la boca mucho tiempo, dejando un regusto amargo en la boca.
El alcohol no se hace demasiado evidente,
suave, muy suave… es tan fácil de beber!!! Hay que esforzarse para no beberla
rápido… estos 33 cl van a saber a poco, estoy seguro.
Una de las características más
destacable es que los aromas y sabores van evolucionando a medida que alcanza
la temperatura ambiente, la óptima para que el sabor despliegue todos sus
matices. La dulzura y el amargor casan bien en esta cerveza.
Conclusiones:
Llega el momento de las
conclusiones, pero antes de que se me
olvide comentarlo, no puedo dejar de hacer una alusión a su elevado precio, no
soy muy amigo de valorar las cervezas en función de su coste sino por lo que
son. En cualquier caso, en ocasiones merece la pena rascarse el bolsillo y
disfrutar de estas maravillas.
Hay dos preguntas claves en la conclusión:
¿ha funcionado la conjunción de estas tres cervezas? ¿es mejor que las cervezas
que sirvieron de origen?
La respuesta a la primera, en mi
opinión, es clara, un sí rotundo. La mezcla ha cogido lo mejor de cada una de
ellas. Se trata de una Imperial Stout muy de mi gusto, potente y compleja.
Pero tengo mis dudas que esta
cerveza sea mejor que cualquiera de sus tres precursoras. Creo que cualquiera
de las tres por separado tiene un “alma” más definida. Son fabulosas, entre mis
favoritas y no creo que esta las supere.
Aunque quizás como iniciativa
colaborativa de estos tres monstruos del mundo cervecero sea digna de alabanza.
Como conclusión digamos que no supera a
sus predecesoras pero es digna heredera.
Valoración del Baúl de las
Cervezas: 8,85/10
Ficha Técnica:
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Fabricante:
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Mikkeller/Brewdog/Nøgne Ø
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Elaborada en:
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Lervig Aktiebryggeri (Noruega)
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Estilo:
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Imperial Stout
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Color:
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Negro muy oscuro
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Alcohol:
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16º
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IBUs:
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N/A |
Temperatura:
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12-14º
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Servir en:
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Copa snifter (tipo brandy)
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Ostras, 16%! Hay que tener cuidado. Una cerveza para degustar con mucha calma.
ResponderEliminarSí Raúl, y muy bien escondidos esos 16%, peligro!!!! por suerte eran solo 33 cl.
EliminarCon mucha calma y disfrutando de como sabores y aromas se van intensificando. He tomado mejores imperial stouts, pero esta es una delicia, la pena su coste y no ser lo suficientemente habitual como para poder disfrutarla más a menudo.
Saludos