martes, 7 de octubre de 2014

GUARDALAS EN UN BAUL

El almacenamiento de la cerveza quizás no sea un problema para aquellos que compran de manera habitual a su proveedor, para consumo corriente y nunca tienen un gran stock de cervezas.

Pero para los que somos coleccionistas y hacemos viajes puntales y a nuestro regreso traemos la maleta llena de las cervezas del lugar visitado o hacemos acopio para el duro invierno, se convierte en una prioridad, si queremos disfrutar de estas en perfectas condiciones.

Solo decir que en mi baúl de cervezas lo normal es que tenga almacenadas por encima de las 100 botellas y algunas se pasan meses, incluso años esperando su momento para deleitarme con su sabor y características.

Lo primero que hago, es comprobar que las cervezas se encuentran correctamente embotelladas. Parece de sentido común, pero yo ya he tenido alguna mala experiencia:

Imaginaos una reunión con los amigos que termina en tragedia y lo que iba a ser una degustación de una cerveza única, se convierte en “dejemos esto y bebamos las latas que tengo en el frigorífico”… me ocurrió con una cerveza muy exclusiva que estuve guardando durante mucho tiempo para una ocasión especial, el tapón de corcho se había deteriorado y el contenido echado a perder... una lástima.

Debemos utilizar como referencia la propia fecha de caducidad de la botella y a partir de ahí hacernos una idea de cuanto tiempo podemos almacenarla. Es obvio pero una botella puede permanecer meses en la estantería de una tienda.


Hablando de tiendas, ojo con el almacenamiento previo a que la adquiramos. Evidentemente muchas tiendas y grandes superficies venden cervezas pero no las mantienen almacenadas en condiciones óptimas. En estos casos más vale consumirlas antes de la fecha de caducidad.

Hay que conocer las características de las cervezas, ya que algunas no admiten almacenamientos largos aunque se haga en buenas condiciones, supongo que tenéis una idea de cuáles. Sin embargo, otras puedes tenerlas años, sin que pierdan sus características y puedas consumirlas igual que el primer día o mejor.

El summun son aquellas que siguen fermentando una vez embotelladas, como por ejemplo las que se presentan en botellas acondicionadas, es decir con levadura, azúcar u otros sistemas que permitan dicha fermentación. En este grupo podemos encontrar, por ejemplo, algunas cervezas trapistas/trapenses o la Fuller’s Vintage Ale (una de mis últimas adquisiciones).

Hay que decir que en cualquiera de estos dos casos nos podemos encontrar con un plus y es que el sabor evolucione y nos dé  lugar a una cerveza con nuevos matices y un sabor más complejo y la cata se convierta en una agradable sorpresa.

En cuanto al almacenamiento, lo fundamental es evitar el calor. Busca un lugar fresco, incluso frío donde exista una temperatura constante durante todo el año, esto ayudará a conservar las cervezas.

Pero cuidado con la temperatura, si el lugar es frío y húmedo, las bajas temperaturas pueden detener el proceso de maduración en algunas cervezas y convertir nuestra mejor cerveza en algo insípido… por favor no se os ocurra meter vuestra Westwleteren XII en el frigorífico si queréis degustarla en toda su magnitud.

Una vez encontré una tabla que informaba de que temperatura de almacenamiento requería cada tipo de cerveza. Evidentemente las cervezas con menor contenido de alcohol (largers, pilsners…) temperaturas más bajas (en torno a 7-10ºC) que las cervezas fuertes (mejor entre 12-15ºC). Con lo cual si tienes un lugar con una temperatura entre 10-12º C todo el año, tienes el objetivo cumplido, para guardar todo tipo de cervezas.

Reconozco que en la mayoría de los casos el frigorífico es la mejor opción, aunque no para almacenar durante periodos muy largos y claro para esas cervecitas que todos conocemos y que piden a gritos beberlas bien fresquitas.

Pues sí un lugar fresco, temperatura fresca constante, seco y oscuro, hay que evitar que la luz alcance de manera directa a nuestras cervezas, si no queremos degustar un brebaje muy distinto al que hemos adquirido. En este sentido, alguien me comentó que el embotellado, tanto vinos como cervezas, en botellas verdes y especialmente en las marrón oscuro evita lo que se llama “golpe de luz” y por lo tanto que se deteriore. Aún así es mejor evitar la exposición directa.


Otro aspecto interesante y que todavía no sé muy bien por qué es el tema de almacenar las botellas de pie. Así lo recomiendan en todas las referencias que he leído y yo así lo hago. Supongo que sea para que los sedimentos permanezcan en la base de la botella. Como en todo hay excepciones y me comentaron que una buena Lambic artesanal admite ser almacenada en posición horizontal, pero claro hablamos ya de un tipo de cerveza específico. Yo en el resto de casos, en posición horizontal.

Con toda esta información, cuando mi afición rebasó el hecho de tener 4 ó 5 cervezas en el frigorífico, me plantee varias opciones. Incluso comprar un frigorífico especial de esos que se utilizan para mantener el vino en condiciones óptimas, pero el problema de la capacidad fue decisivo.

Me quedaba la opción del garaje, más barato y con mayor capacidad, de hecho soy un poco “friki” y estuve controlando la temperatura en distintas épocas del año para comprobar que era la adecuada para guardar cervezas en él.

La solución final llegó cuando una Navidad apareció un viejo Baúl en casa de mis padres. Baúl que no tardé en colocar en el garaje y llenarlo de cervezas y así evitar cualquier exposición a la luz. Con lo cual, finalmente, encontré mi lugar “casi perfecto” para almacenar mis cervezas y degustarlas en buenas condiciones.

4 comentarios:

  1. Excelente lo de Baul!!, viendo esas foto quizás se te quede pequeño jejeje . Yo,como todos también conservo muchas botellas , todas en vertical , en oscuridad y en un entorno no húmedo y de temperatura constante ,tengo algunas de algunos años de guarda esperando su momento , pero hay ocasiones que las normales se han ido agotando y solo me he visto rodeado de cosas muyyy especiales , y no sabia que hacer!! ejjeje

    Buen post colega!! un saludooo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un secreto... no todas las cervezas están dentro del Baúl, he tenido que ir añadiendo cajas al lado. Ahora tras el verano, lleno de viajes para conseguir buenas cervezas para el invierno, es el momento en el que más suelo tener (entre 80-120 botellas).

      El lugar que indicas es perfecto para su conservación.

      Saludos,

      Eliminar
  2. Recién descubierto tu blog. Me lo apunto al Feed, y te agrego al foro/lista de correos de blogueros. ¡Te leeremos con atención, que de momento me va gustando!

    Y sobre almacenamiento: Yo no tengo espacio especial (garaje o sótano) en mi casa, así que tengo reservado el rincón de la habitación más amplia, en la zona interior, protegida de la luz y lejos de las estufas, para las cajas de cerveza forradas de espuma y neveras portátiles llenas de las cervezas "perennes". Y en el mueble bar, las de consumo rápido, en menos de un mes. En la nevera, como tu dices, no caben más que 5 o 6, y un par de 75cl.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por añadirme, el blog lo he abierto hace muy poco, en septiembre, pero soy perro viejo... llevo muchos años siendo un buen aficionado a la cerveza y viajando por ahí en busca de nuevas cervezas.

      Pues eso, lo que comentas, a falta de garaje o sótano lo mejore es buscar un sitio en casa con las mejores condiciones.... yo las cervezas "de consumo rápido" intento no beberlas más allá de 5-6 meses y dentro de la fecha de caducidad, las que "mejoran con el tiempo" prefiero dejarlas algún tiempo más, sobre todo si ya las he probado y apreciar así mejor los cambios.

      Saludos

      Eliminar