martes, 16 de diciembre de 2014

APPENZELLER BIER

En esta entrada os propongo un viaje a la Suiza más rural y tradicional… nada más y nada menos que acercarnos hasta Appenzell una pequeña ciudad de la bucólica región del mismo nombre situada al noreste de este país alpino, donde vamos a visitar un de los fabricantes cerveceros suizos más interesantes.


Un poco de Turismo

Pero ya que estamos por la zona, os recomiendo un poco de turismo, ya que Appenzell es una tierra digna de ser visitada. Vive de una economía agraria basada en la ganadería y los productos lácteos, quizás muchos de vosotros habéis probado el excelente queso del mismo nombre.

Una de las “gracias” típicas que se suele decir es que es un lugar donde el número de vacas supera al de seres humanos en una proporción de 15.000 a 1 y famoso por sus votaciones medievales a mano alzada que a día de hoy se siguen realizando, donde a las mujeres no se les permitió el voto hasta 1991.

Fuente: www.appenzell.org

Tanto si te gusta el turismo activo, como si no…. no puedes dejar de hacer Senderismo  en Ebenalp, también paraíso de los amantes del parapente. Hay rutas para todos los niveles, se puede subir andando o en teleférico y luego arriba las vistas panorámicas son indescriptibles, puedes atravesar senderos increíbles, una gruta (donde se descubrieron restos prehistóricos) y la casa/ermita de un ermitaño. Para acabar en el conocido restaurante Aescher donde puedes descansar tomando una refrescante cerveza. En invierno se puede, como no, esquiar.


Restaurante Aescher. Fuente: imgur.com

Bien haciendo senderismo, alpinismo o en teleférico también es imprescindible subir al punto más alto del cantón, el Säntis donde aparte de las antenas de telecomunicaciones, ejem..se tienen unas vistas impresionantes, podemos alojarnos en el hotel situado en la cumbre y como no tomar una cervecita en el restaurante, mientras nos deleitamos con las especialidades gastronómicas de la zona.


Alpstein. Fuente: bollenwees.ch

Ya en la pequeña capital, podemos hacer un poco de turismo urbanita. Appenzell cuenta con un precioso casco histórico, que no se puede dejar de visitar y admirar, nos trasladará atrás en el tiempo. Donde puede pasear por su Hauptgasse y hacer alguna compra de algún suvenir o alguno de los productos típicos de gran calidad. Recomendable su queso, licores… imprescindible de nuevo parada alguna de sus bucólicos bares y cervecerías, como no.

Fuente: myswitzerland.com


Appenzeller Bier

Una vez que hemos hecho un poco de turismo hay algo que el avezado turista cervecero no ha dejado pasar por alto… En todos los restaurantes que ha comido y en todas las cervecerías donde ha estado ha bebido alguna de las variedades de Appenzeller Bier.

Sin mucho investigar, descubrimos que tras esta marca no se esconde ningún nuevo productor, sino la familia Locher, que lleva desde 1886, ya cinco generaciones, realizando cervezas de gran calidad, saliéndose de lo convencional y es que esta región también tiene su culturilla cervecera.



Brauerei Locher

En la actualidad la fábrica cervecera, de carácter local, cuenta con unos 90 empleados, fomentando la tradición, la artesanía y el carácter y personalidad de cada una de sus cervezas. En la tradicional suiza de habla alemana ha sabido conjugar tradición, innovación y cuidado por la naturaleza.

Como en muchos otros fabricantes de este país, la historia comenzó en 1992 cuando las reglas de los cerveceros suizos cambiaron, desapareciendo el cartel cervecero suizo que hasta entonces tenía cautivo el mercado. Fue el pistoletazo para que aquellos más audaces se lanzasen a ganar el mercado suizo. En los últimos años es una de las cervecerías con mayor crecimiento de toda Suiza.

Karl, copropietario y delegado del consejo de administración desde 1989, fue y es la fuente de inspiración en la elaboración de las cervezas de esta marca. Se sale de lo normal haciendo apuestas arriesgadas en un entorno poco proclive al cambio y viendo los resultados lo está consiguiendo.


Una visita a la Cervecería

En una de las mejores zonas de Appenzell, a un paso del centro histórico nos encontramos casi sin querer con las instalaciones de la fábrica. Junto a estas se encuentra su “Centro de visitantes” abierto en 2011.

                         
A parte de una tienda donde podemos adquirir cualquier variedad de la marca y diversos artículos de merchandising, podemos visitar un pequeño museo e instalaciones de manera gratuita. 

Un interesante viaje guiado por audio (si lo deseas, yo preferí ir a mi aire) ojo solo esta disponible en alemán, francés, italiano e inglés; por la historia de la marca, las materias primas, los aromas….


Una visita pausada, parándose en todo los detalles, oliendo pausadamente los lúpulos, las materias primas, video y los juegos típicos juegos de "adivina por el aroma que variedad es" nos llevará unos 30-40 minutos, aunque yo quizás perdí más tiempo en la tienda, jeje.

Me resultó interesante, en otros lugares por cosas similares te suelen cobrar una buena entrada y terminan por convertirse en visitas decepcionantes.

Las visitas guiadas, con degustación final tienen un coste, no muy elevado y suelen llevar unos 90 minutos. Para ello hay que apuntarse previamente. Si va en grupo debe avisar previamente.

También se organizan, reservando, degustaciones privadas para grupos de menos de 25 participantes por un coste de unos 80 euros.

Igualmente se organizan degustaciones ciegas en las que el ganador se lleva un diploma y un premio. Su coste es de unos 15 € y la competencia en estos es muy ardua, por que por estos lares todos distinguen fácilmente las innumerables variedades de la marca.


Ingredientes

Utilizan una cuidadosa selección de ingredientes, productos naturales:

Agua de manantial del macizo Alpstein (cristalina, filtrada por la naturaleza a través de su viaje a través de la roca…extremadamente pura y excelente calidad.

Cebada procedente de productores locales y otras regiones de montaña de Suiza. Como la demanda supera a la oferta Locher ha promovido el cultivo de cebada mediante acuerdos con agricultores.

Con el lúpulo sucede lo mismo.


Sus cervezas

Tienen una amplia gama de cervezas tradicionales con un toque personal. Interactuando entre tradición e innovación. 

No esperen estridencias y ni un fabricante en consonancia a las corrientes internacionales actuales. Sino una elaboración tradicional, dentro de la órbita alemana, con toques sorprendentes y muy personales pero dentro de la tradición.

…. Aquí no vamos a encontrar cervezas de estilo ajenos… pero si una gama de productos con un toque de audacia e innovación con cambios muy sutiles que convierten su cervezas en únicas dentro del tradicional panorama cervecero suizo solo roto por 3 ó 4 cervecerías en todo el país y no en la Suiza alemana.

De entre toda la amplia gama de cervezas yo destacaría:

Vollmond (luna llena): Elaborada desde 1991, solo cuando la luna está en su máximo apogeo, siguiendo técnicas biodinámicas utilizadas en la fabricación de vino. Es una lager cristalina orgánica. Aroma a lúpulo y corteza de limón, lupulada, pero no muy amarga.

Fuente: appenzellerbier.ch


Holzfass-bier: Aroma de maíz. Sabe a roble (en el que madura). Es intensa y refrescante, mi favorita de todas las que he probado.

Fuente: appenzellerbier.ch

Quöllfrisch Naturtrüb: Lager sin filtrar, de la que daré buena cuenta en este blog, ya que será una de las cervezas que he seleccionado para estas Navidades.

Fuente: appenzellerbier.ch

Schwarzer Kristal: Lager negra. Chocolate negro, café y un final a arándanos me parece una de las mejores cervezas que elaboran.
Fuente: appenzellerbier.ch

Alpstein Bock: Una rubia oscura, muy aromática y con un sabor con carácter. Elaborada con cascade y aurora. Me traje unas cuantas para casa.
Fuente: appenzellerbier.ch

Balik: Vendida, fuera del paraguas de la marca "Appenzeller bier" como verdadera joya y cerveza gourmet. Es elaborada mediante un exigente proceso y en unidades limitadas para darle cierto aire de exclusividad. Envejecida en roble viejo. Con un contenido alcohólico del 11% y sabor a jerez, pero me esperaba mucho más de ella… pretenciosa, se queda a medio camino. Aunque dicen que almacenada adecuadamente año a año su sabor se hace más armonioso. Habrá que probarla de nuevo.



También comentar una cerveza de arroz, que pasó sin pena ni gloria y una cerveza con castañas del Ticino refrescante y muy rica.

Por supuesto siguen produciendo las variedades de siempre: Pilsen, Hell, Dunkel, Hefeweizen, Viena, Radler... todas ellas muy "standard", sin mucho que comentar, cumplidoras.

En sus instalaciones también se elaboran cervezas de otras marcas: Calvinus, Egger, y Ackermann. Entre las que destaco las Calvinus y en especial la “Noire” una porter muy muy interesante.


Curiosidades

Como notas pintorescas de esta cervecería y su cerveza. Está asociada con el balneario Hof Weissbad (también en la zona), donde puedes beneficiarte de las excelentes propiedades de la cerveza y sus ingredientes, ya sea en forma de jacuzzi de cerveza, masajes de lúpulo o de limpieza total del cuerpo a base de masa de malta y residuos de cerveza que yo no he probado, pero que deben dejarnos la piel como el culito de un bebe.


Otra nota pintoresca, algunos proveedores de grano de la cervecería reciben como parte de su contraprestación derivados y subproductos de la elaboración de cerveza (residuos, levadura, granos,. …) para criar a los terneros vacunos… debieron pensar que si la cerveza es buena para el hombre también lo es para la vacas, lo cual aumenta la calidad de la carne de los vacunos o eso dicen.


Esto ha sido todo, si algún día pasáis cerca, creo que merece la pena desviarse y visitar la ciudad y la Cervecería Locher y llenar las alforjas de cerveza para el camino.







Otros enlaces de interés:

Fuentes:
myswitzerland.com
appenzellerbier.ch
“Guías visuales – Suiza” El País – Aguilar
“Guía completa para viajeros – Suiza” Anaya
“Las mejores cervezas del mundo” Ben McFarland

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