Hoy es San Nicolás, en los países
de la órbita germánica hoy se ha regalado chocolatinas y caramelos a los
niños, en recuerdo de este Santo. Es el pistoletazo de salida de la Navidad.
Y yo un año más cumpliré la
tradición, derramo el majestuoso brebaje en la copa y la saboreo lentamente
mientras observo por la ventana y recuerdo aquellos tiempos pasados cuando tomar
una Samichlaus era sinónimo de beber la cerveza más fuerte del mundo y de una
cerveza excepcional sin parangón en el panorama cervecero de la época.
Mucho ha cambiado esta cerveza,
que aunque desprovista de alguno de sus matices, guarda parte de la
personalidad y esencia de aquella que en su día fue y ya no. Pero que nos
permite recordar viejos tiempos, como se suele decir, que ya no volverán.
Si no conocéis la historia de
esta cerveza, os invito a leerla… y si la conocéis, quizás descubráis algún
detalle relatado por este que la saboreó y la disfrutó durante años y que
siempre fue un devoto de la Hürlimann Samichlaus.
HÜRLIMANN
Leyendo su historia, nunca fue un
productor más. Fundada en 1836, en Zurich, por un molinero rico de la zona. Su
hijo Albert había estado aprendiendo con los cerveceros artesanos de Baviera y
había importado su “saber hacer”.
Como productor, llegó a ser la
fábrica cervecera más grande de Suiza y vivió décadas de bonanza debido al
proteccionismo suizo y a los contratos de suministro a largo plazo con bares y
tabernas.
Entre sus puntos fuertes la
utilización del agua de un manantial, descubierto en los años 70,
extraordinariamente rico en minerales.
Fruto de las fusiones acabó en
manos de Feldshlosschen que actualmente pertenece al grupo Calsberg. Pero
Hürlimann, sobre todo a nivel internacional, será recordada por el lanzamiento
de su cerveza Samichlaus.
Fuente: hurlimann.ch |
MARTIN
A finales de los 70 al frente de
la fábrica estaba Martin Hürlimann, ingeniero agrónomo y maestro cervecero, de
hecho, fue presidente de la asociación de fabricantes de cerveza en Suiza desde
1970 hasta 1979.
Cuando la mayoría de los
fabricantes se centraban en el ahorro de costes, Martin experimentó con sus
cervezas más allá que ningún otro de sus contemporáneos.
Estudió el
comportamiento de las levaduras y las llevó al extremo, en un momento en el que
el límite de contenido alcohólico estaba marcado en el 12%. Seleccionando sus
levaduras para que fueran capaces de resistir más allá de este límite.
UNA NOCHE FRÍA DE DICIEMBRE
Lo cierto, es que, si una cosa
hizo bien Hürlimann fue rodear todo este proceso de una mitología. Así que, un hermoso día de
principios de los 80, en la noche del 5 al 6 de diciembre, antes de la festividad de San Nicolás (quizás elegido por
que es también uno de los patronos de los cerveceros), todo comenzó… aquella fue una
fría noche de diciembre.
Todavía hubo que esperar unos
meses después de la finalización de la fermentación (primaria y secundaria),
pero cuando Martin Hürlimann probó su creación sabía tan bien que se decidió
convertirlo en un producto comercial.
LA MAS FUERTE
Finalmente en 1984 comenzó a comercializarse la Hürlimann Samichlaus, con un contenido
alcohólico que variaba entre el 14% y el 15%, lo cual le llevo a ser durante
algunos años la lager más fuerte del mundo y registrada como tal en el “Libro
Guinness de los Records”.
Se conservó toda la mitología
alrededor del producto, la Samichlaus que se comenzaba a comercializar el día
de San Nicolás era producida en noche de la misma festividad del año anterior,
tras pasar varios meses de maduración.
En España, concretamente en
Asturias, no pudimos disfrutarla hasta los años 90 cuando una cervecería, quién
sabe como, comenzó a importarla, para nuestro deleite, donde cada fin de semana
nos reuníamos para saborearla tranquilamente, sin prisas, convirtiéndose en una
de mis cervezas favoritas por aquel entonces… lo sigue siendo.
CAIDA….
Era domingo y nos dirigimos a la
cervecería de siempre, pero algo había cambiado, ya no había Samichlaus,
inicialmente lo achaqué a un tema de distribución, pero pronto me enteré que se
había dejado de fabricar.
En 1997, salieron de la fábrica
de Hürlimann las últimas cajas de Samichlaus. Calsberg como propietario de
Feldshlosschen (con quién se había fusionado Hürlimann años antes) había
decidido que la Samichlaus era una cerveza complicada en cuanto a su
elaboración y costosa ya que requería un periodo de maduración superior al
deseable, así que había decidido dejar de producirla.
Martin Hürlimann nada tenía que
decir ya, había abandonado su cargo en la cervecería a principios de los 90,
cuando Feldshlosschen se hizo cargo de la producción y la familia Hürlimann
terminó por vender su parte del negocio allá por 1996.
En mi primer viaje a Suiza busqué
y busqué para conseguir las últimas botellas de la que todavía hoy guardo una
botella como recuerdo, pero poco más se pudo conseguir.
… Y AUGE EN AUSTRIA
Pero no todo estaba perdido, leí
por ahí, que los clientes incondicionales de la Samichlaus iniciaron una
campaña para que esta siguiera produciéndose. Todo cayó en saco roto… o eso
parecía.
Y de nuevo la mitología dice, que
una fría noche de San Nicolás un grupo de extrabajadores de Hürlimann se
reunieron en secreto con los maestros cerveceros de Eggenberger.
Mientras que los Suizos
elaboraban el rito, los cerveceros austriacos tomaban nota sin pestañear. Un
año después, en el año 2000 nació la primera Samichlaus Austriaca. Ese mismo
año se anunció a bombo y platillo que se iba a volver a producir en las instalaciones
austriacas de la mano de Eggenberger. No se si Martin llegó a conocer la noticia, por que falleció ese mismo año que su creación resucitaba como ave Fenix.
Tardé unos años en encontrarla,
su sabor no era el mismo, aunque si parecido, y no parecía tan fuerte, quizás
con los años el paladar se ha ido acostumbrando a cervezas de mayor graduación y
por entonces ya había probado cervezas de más de 20% de contenido alcohólico. Lo cierto es que Eggenberger ya había anunciado alguna variación en la receta original.
Pero a pesar de todo aún es una
cerveza que aúna sabor y graduación alcohólica como pocas y esta Samichlaus
austriaca sigue siendo una de mis cervezas favoritas, quizás porque me recuerda
mucho a aquella Hürlimann que dejó un vacio que esta solo cubre a
medias, como se suele decir, algo es algo.
Fuentes:
http://www.hurlimann.ch
http://derstandard.at/
No conocía la historia, pero desde luego es una de esas cervezas que siempre estará en mi recuerdo, por ser una elaboración mítica. Hoy es el día que tengo la sensación de estar paladeando algo especial, a fin de cuentas durante muchos años estabamos bebiendo la cerveza más "alcohólica" que conociamos...
ResponderEliminarPara mí y para muchos, siempre será un momento especial...
Un saludo.
A mi me trae también muchos recuerdos... y que distinto era el mundo cervecero en aquellos días, ahora para bien la cosa ha cambiado y podemos disfrutar de muchas cervezas de calidad sin tener que hacer viajes y gastar mucho dinero... pero cervezas como la Hürlimann Samichlaus va a ser difícil que la volvamos a probar (a mi me queda una botella, pero creo que no la abriré, la dejo de recuerdo). Gracias por tú comentario. Saludos
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