Tras el éxito comercial de su cerveza Quadrupel, tanto es
así que ahora todos identificamos esta palabra con un estilo de cerveza, La
Trappe decidió dar un paso más y en el año 2009 empezó a elaborar y a
experimentar con esta cerveza envejecida en distintas barricas de roble, cada
lote distinto y con un carácter propio.
En la actualidad llevan ya 26 lotes y cada vez con mayor
éxito y aceptación entre los amantes a las cervezas de este estilo. Baste
decir, que cuando compré esta caja parecía un exceso pagar 5 euros por una
botella de esta cerveza y la última vez que pude ver en una tienda costaba 17
euros.
No recuerdo el número de lote de la primera Quadrupel Oak
Aged que probé, se trataba de una cerveza envejecida en barricas de whisky que
me pareció soberbia, la siguiente visita a la Abadía de Koningshoeven tenía un
objetivo claro, y así en el verano de 2012, en la tienda de la abadía adquirí una caja del
lote #11.
LOTE #11: PRIMERAS BOTELLAS.
Las características del lote me resultaban inicialmente muy
atractivas: el 55% envejecido en barricas de Malbec (vinos oscuros, frutales y con
taninos que me suelen gustar bastante), 40% en roble francés y un 5% con madera
de acacia. Con un contenido alcohólico del 10% y presentado en botella de 37,5 cl. y
con “corcho” sintético y que proporcionaba un cierre bastante hermético a
primera vista.
Sobre el papel una cerveza que sin duda debería ser compleja
y tener un buen aroma y atesorar muchos matices distintos y por supuesto una
muy buena proyección de cara al envejecimiento.
Inicialmente constaté las dos primeras afirmaciones, el
aroma era potente, con cierta presencia alcohólica, y muy complejo. Era
fácilmente detectable el vino, la madera en forma de notas a vainilla, el
afrutado típico de la versión sin envejecer y las notas tostadas. El sabor
igualmente complejo, potente y con clara presencia de taninos. Seguía el mismo
perfil que el aroma, pero el alcohol no estaba tan presente como en este. En
boca era algo seca y áspera. A tener en cuenta que no
era muy corpulenta, lo cual me preocupaba de cara a dejarla envejecer.
Conclusión, de entrada, este lote no era tan espectacular como otros, por ejemplo el lote
madurado en barricas de whisky que había probado previamente. Además, era algo
aristosa, pero la proyección a un futuro de envejecimiento y guarda era
alentadora, con la única reserva de su falta de cuerpo. Haciendo una valoración
típica de las catas de este blog sería una cerveza de 8,5 sobre 10.
LOTE #11: EL PASO DEL TIEMPO
Tras dos o tres botellas mi percepción fue cambiando y la
complejidad de este lote frente a otros me ha ido embaucando. Claramente no es
una cerveza de esas que te enamoran a primera vista, sino de esas que en cada
botella vas descubriendo sus atractivos e insinuaciones poco a poco. Tras tres
o cuatro botellas creo que ya estaba en disposición de valorarla
sobresalientemente.
Lo curioso del periodo de guarda y ya que he tenido la posibilidad
de ir analizando cómo ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, es que
inicialmente la progresión en el sabor fue muy lenta. En ninguna de las
cervezas que probé durante los 3 primeros años de envejecimiento se apreciaban
cambios evidentes.
Fue a partir del cuarto año donde he comenzado a apreciar un
pulido muy refinado en aquellos matices que para mi gusto desentonaban en una
cerveza de este nivel. De hecho, es de estas últimas botellas donde he podido disfrutar de todo el potencial que podía esperar de esta cerveza.
LOTE #11: 5 AÑOS DE GUARDA
Quiero aclarar, por si hay alguien que quiere “hilar fino”,
que la cerveza valorada cuenta con la referencia K23D12 11:27 embotellada a
comienzos de 2012, con lo cual, si no cuenta con 5 años de envejecimiento, poco
le falta.
Al abrir el corcho, buenas sensaciones, me alegra comprobar
que la carbonatación sigue ahí y que la cerveza no se ha echado a perder por
una fuga imprevista.
La cerveza tiene un color marrón oscuro con una burbujeante
y fina capa de espuma beige que se reduce a un fino anillo casi al instante. En
el fondo, algo de poso, el previsto en estos casos debido a la pérdida de las proteínas
de la malta con el paso del tiempo.
El aroma muy muy complejo, ha ido tornando hacia un perfil más
afrutado y licoroso algo entre ron y oporto, aunque las notas avinadas siguen
estando ahí. Se distinguen dátiles, el caramelo y otras notas dulces están
totalmente redondeadas e integradas. Al fondo hay algún matiz terroso y
especiado.
Es agradable comprobar que el sabor se encuentra muy pulido,
al igual que en el aroma, el tiempo ha logrado que los matices se encuentren
más integrados y ninguno termine por tapar al resto. Notas maltosas, dátiles,
uvas pasas, la madera sigue ahí, los taninos ponen el punto pero más suavizado
que en las primera botellas del lote. En boca (y de paso en el aroma) el
alcohol se ha suavizado y es muy agradable. Ha perdido cuerpo de manera
evidente, de hecho, es el justo para sustentar una cerveza de este “calado”.
La evolución más evidente, de nuevo, es un incremento del
perfil licoroso tipo oporto, que se va haciendo más evidente a medida que la
cerveza va adquiriendo temperatura. De manera muy suave y placentera para el
paladar. En general, cerveza de sobresaliente.
Valoración de El Baúl de las Cervezas: 9/10
CONCLUSIONES
Como gran aficionado a esta serie de estas cervezas
envejecidas, en mi opinión este Lote #11 ha sido uno de los mejores de la serie
La Trappe Oak Aged, aunque reconozco que es una cerveza a la que hay que
dedicarle tiempo para apreciarla, no tan espectacular y directa, pero con
muchos encantos… bien es cierto también, que de otros lotes he probado únicamente
1 ó 2 botellas.
El envejecimiento, aunque tardío (a partir del cuarto año)
ha tenido su recompensa y ha llegado a ese punto que todos esperamos en
cervezas de este tipo. Perfil de oporto una mayor complejidad, pulido de
aristas y nuevos matices. Solo una nota negativa y es que ha llegado al quinto
año muy justa de cuerpo, quizás en envejecimientos más prolongados pudiera
convertirse en un problema.
Como nota al margen, constata que los últimos lotes de esta
serie han sido excelentes se nota que ha habido una evolución y aprendizaje en
el arte de envejecer en barrica por parte de los cerveceros de La Trappe. Por
el contrario, estas ediciones se están convirtiendo en verdaderas cervezas
exclusivas y elitistas, cada vez más difíciles de encontrar.
Solo probe hace ya tiempo el lote 15 y por aquel entonces no estaba muy experimentado con las cervezas envejecidas en barrica. Me has despertado las ganas de probar algun lote nuevo!
ResponderEliminarPues este del que hablo es todavía anterior, aunque como he dicho, para mí de los mejores... pero no te falta razón, creo que durante esto años han ido experimentando con menor o mayor fortuna.
EliminarPero los últimos que he probado se ha notado una evolución y sobre todo que van viendo cuales son las mejores combinaciones de barriles. Me atrevería a decir que ahora es raro encontrarte con un lote sin sentido.
En mi opinión, deberían ser uno de los productores de referencia, he probado envejecimientos más espectaculares, pero estos monjes y empleados están poniendo mucho esmero en esta serie... y a mi eso me encanta!!!
Saludos compañero!!!
Yo no he probado ninguna, los 5 euros que costaban inicialmente me desincentivaron... ¡lo que no sabía es que ahora piden 17! Me ha gustado mucho el artículo, muy interesante.
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Eliminarla verdad que no la he visto mucho por España y no sé a que precio puede estar aquí, el precio que indicaba de 17 euros fue en una tienda de cerveza de Biarritz y quedé asustado.
Mi última referencia de precio en la Abadía era que seguía en torno a 5 euros, pero claro, yo no tengo posibilidad de ir allí cada año...
Gracias por tú comentario.