Enero es siempre un buen mes, cerveceramente hablando. Las
Navidades y la selección especial que hago para dichas fechas... y unas cuantas
celebraciones más, se convierten en un buenos pretextos para disfrutar de
buenas cervezas.
Pero este Enero ha significado, en cierto modo, un regreso a
mis clásicos belgas, a las clásicas Chimay, indispensables en este época, he vuelto a saborear y disfrutas algunas que hace tiempo que no bebía (Leffe, Bush, Petrus, ...). Aunque no todo fueron belgas.
WELTENBURGER WINTER-TRAUM
Se trata de la especialidad de invierno de esta cervecera
germana y que por lo tanto solo está disponible durante esta estación. Y he de
decir que para discreta graduación alcohólica que posee (5,2% Alc.) es agradable de beber en un día
frío y lluvioso… como fue el caso.
Ámbar oscuro, con destellos rojizos y una voluminosa espuma
beige que deja algo de lazada. El aroma es sutil, se notan las maltas, pan y
galletas. El sabor sigue los mismos derroteros, pero más acentuado. Las maltas
dan unas notas a caramelo dominando sobre el resto de matices. El retrogusto es
seco y ligeramente amargo. Cuerpo medio y textura suave hacen que se beba muy
muy bien. En general una buena cerveza.
Valoración de El Baúl de las Cervezas: 7,5/10
AN ALARC’H KERZU
La visita veraniega a tierras bretonas está dando para mucho
y para enero había reservado una cerveza bien conocida por mí y que he tomado
en múltiples ocasiones. Es la imperial stout de Brasseire An Alarch’h, situada en la localidad de Feuilée (Finisterre) y uno de
esos elaboradores bretones que hay que destacar por su buen hacer y buena selección
de cervezas.
Esta Kerzu tiene una buena apariencia, la típica del estilo,
con su color oscuro y una espuma marrón correcta. Es una cerveza intensa y potente. Tanto en el aroma como en el sabor, predominan
los matices a café y cacao, aunque también creo identificar algún matiz a ciruela y fruta madura. Deja un regusto largo en la boca. Pero en conjunto si la comparamos con la mayoría de cervezas de su
estilo es bastante simple, aún así, lo cierto es que funciona y realmente me gusta
mucho.
Valoración de El Baúl de las Cervezas: 8/10
BIER FACTORY VLADIBIER
Imperial Stout de Bier Factory Raperswill, en cuyas
instalaciones estuve este verano y de la que pude hacerme con gran parte de su
gama actual. No había probado esta Vladibier, quizás por que su Blackbier había hecho mis delicias y no sentía la necesidad de probar esta. Vladibier es de color negro y una grandísima
espuma de color marrón de muy larga duración. Notas a chocolate, café, algo de
regaliz y un sabor amargo peculiar.
Ha sido una verdadera sorpresa, puesto que no es una cerveza
especialmente bien valorada en las webs de rating. Pero personalmente, aunque
no la veo muy compleja tiene un gusto que me agrada enormemente y no puedo
menos de definirla como una cerveza notable. Volveré a repetir, seguro.
Valoración de El Baúl de las Cervezas: 8,25/10
DUVEL
Un auténtico clásico belga, con muchos imitadores, pero que,
en la mayoría de los casos no superiores, en mi opinión. Esta cerveza que
empezó a elaborarse tras la “Primera Guerra Mundial” para celebrar su final y
de la que alguien dijo alguna vez “Es un auténtico demonio” y
gracias al cual lleva el nombre de Duvel (Diablo).
De impresionante apariencia, color dorado pajizo, gran
espuma blanca, de las que deja lazada en las pareces de la botella. Aroma
maltoso, afrutado, con notas a azúcar candy y algo alcohólico, no mucho. Sabor
característico, de inmediato identificable, dulce, con las mismas notas del
aroma y un poco de lúpulo. Paladar inicialmente seco pero que se vuelve suave y
cremoso. Refrescante y fácil de beber, lo cual es un peligro… verdaderamente una
cerveza diabólica, que todavía hace mis delicias cuando la pruebo.
Valoración de El Baúl de las Cervezas: 8,5/10
MORT SUBITE OUDE KRIEK
No lo oculto, una de mis cervezas, en aquella época de las
cervezas de importación, fue la Mor Subite Kriek, así que tras descubrir esta
Mort subite oude kriek, fue la evolución lógica y de inmediato pasarme a esta
lambic al estilo tradicional, elaborada por la misma cervecera.
En cuanto a la cerveza diré que tiene una buena apariencia:
color rojo rubí, algo turbia. Pequeña capa de espuma rosada de duración muy
corta. El aroma es frutal y ácido a cerezas y a madera. El sabor ácido ante
todo, con evidentes notas a madera. En esta versión de 2009 encontramos un poco de dulce que no
termina de equilibrar el sabor como debiera. Poca carbonatación y final seco y
largo. A pesar de todo una buena lambic de cereza, aunque lejos de las mejores
del estilo y que se encuentran entre mis cervezas favoritas.
Valoración de El Baúl de las Cervezas: 8,5/10
BIG CHOUFFE
“Había olvidado lo rica que sabe esta cerveza” afirmaba en
las redes sociales tras probarla de nuevo después de al menos 3 ó 4 años sin probarla. Y en verdad, de todas las viejas cervezas que he vuelto a
probar durante este mes, ha sido la que me ha vuelto a conquistar. En formato
grande de 1,5 litros, fue la cerveza que maridó una cena con amigos.
Buena apariencia, pero lo que me empezó a embaucar fue su
fantástico aroma, dulce a malta, naranjas y cilantro. Con esas notas
alcohólicas tan características de estas cervezas belgas. En cuanto al sabor,
lo primero que se aprecia es el dulzor de la malta y al igual que en el aroma
se aprecian matices a naranja y quizás canela. El alcohol vuelve a hacerse
presente y el final es dulce y duradero... fantástica!!!
Valoración de El Baúl de las Cervezas: 8,5/10
ABBAYE DE SAINT BON
CHIEN CRAN CRU 2013
¿Se puede decir que me he defraudado, cuando mi valoración es
de notable alto? Pues sí, aunque como siempre digo, es una cuestión de
expectativas… Abbaye de Saint Bon Chien siempre ha sido una de mis cervezas
favoritas y esta versión envejecida se encuentra entre las mejores valoradas. Por lo tanto, cabría esperar fuese algo fuera de serie... pero se quedó, en mi
opinión, “simplemente” en una muy buena cerveza.
Elaborada en 2013, envejecida en barricas de vino espumoso
francés y embotellada en 2014. De color ámbar, nebulosa y prácticamente sin
espuma. Huele a madera, con algún matiz a vino tinto y el típico aroma
ácido de este tipo de cervezas. Sabor agrio y ligeramente dulce, con notas
azucaradas. En cada sorbo también se identifican: uvas
pasas, vino tinto…realmente es muy compleja y con mucho cuerpo. El regusto es seco y
largo a madera. Quizás se podría afinar un poco el equilibrio, las notas ácidas
se escapan un poco más que en la versión normal. Uno o dos años le hubieran
venido muy bien para redondear este aspecto.
Valoración de El Baúl de las Cervezas: 8,75/10
CANTILLON IRIS
Elaborada por primera vez en 1998 con motivo del 20
aniversario del Museo de la Gueuze (Bruselas). Es una cerveza sensiblemente
distinta al resto de cervezas Cantillon. No se utiliza trigo en su receta, se
utiliza malta del tipo pale ale y una combinación de lúpulo seco y fresco.
Envejecida durante dos años en barril y posteriormente se somete a “cold
hopping”… el resultado es una cerveza sensiblemente diferente a otras Cantillon
aun así la esencia de este elaborador es identificable desde el primer sorbo.
Naranja y algo turbia y una correcta corona de espuma
blanca. En el aroma el típico perfil avinagrado con notas cítricas y afrutadas. El lúpulo se deja notar. En el sabor lo primero que me sorprende
es su perfil amargo, le da un toque distinto. Por lo demás, excelente acidez y
sabores afrutados, cítricos, algunas notas a roble... es muy compleja. El dulzor
pasa a un segundo plano y es puramente testimonial. Es seca y burbujeante. Como
siempre una maravilla probar estas cervezas, aunque me sorprende que en mi
percepción esté por debajo de algunas de sus hermanas.
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