lunes, 21 de noviembre de 2016

CATA DE CERVEZAS BELGAS ENVEJECIDAS

De nuevo, Miguel y Abel del “Señor Lúpulo. Despacho de Cervezas” me ofrecieron la oportunidad de dirigir una cata en su establecimiento, esta vez con una selección de cervezas cuyo hilo conductor era el envejecimiento, como comprenderéis no pode negarme.

He de reconocer que dirigir una cata de cervezas envejecidas genera cierta incertidumbre, desconocer cómo han sido envejecidas o si en algún momento han podido sufrir algún traspiés en su envejecimiento.

Entre los asistente caras conocidas y grandes aficionados al mundo de la cerveza, que ya había conocido de la cata celebrada en marzo. Además, destacar la presencia de Olivier Lecerf cervecero artesano que en poco tiempo sacará sus cervezas al mercado bajo en nombre de “Berrea”.


La selección de cervezas envejecidas, espectacular y una ocasión única para saborear brebajes muy difíciles de conseguir y que paso a detallar:


WESTVLETEREN BLOND (2008)

Es el típico ejemplo de cerveza que no se me ocurriría envejecer por nada del mundo, en principio ningún argumento que la hiciera candidata a llevar más allá de uno o dos años de guarda. Y sin embargo estábamos ante una cerveza que había pasado 8 años en la botella!!! Expectación máxima.

Lo primero que se podía apreciar era la ausencia de esa espuma cremosa que tiene esta cerveza fresca. Ausencia de carbonatación y una apariencia menos nebulosa de lo esperado. El aroma sutil, con leves notas afrutadas, para nada desagradable. Al probarla la sensación en boca era totalmente acuosa sin nada de cuerpo, en el sabor predominaba la miel por encima de cualquier otro matiz. Sorprendentemente agradable de beber, aunque poco o nada que ver con la cerveza original. Aun confirmando que no es una cerveza para envejecer, he de reconocer que el resultado fue mejor de lo esperado.


TILQUIN GUEUZE (2011)

La segunda del día fue una Tilquin gueuze 2011, cerveza excelente ya de por sí y teniendo en cuenta lo bien que envejecen las gueuze sabía que iba a estar muy buena. Solo hacía unos meses que había probado la Tilquin gueuze de 2015 y tenía bastante reciente mis impresiones.

Los buenos presagios que hice de esta cerveza se confirmaron desde el primer momento. Visualmente la única diferencia respecto a la misma cerveza sin envejecer era una espuma menos prominente. El aroma, si cabe, más redondeado, afrutado pero mejor equilibrio entre las notas afrutadas, herbales y a madera. El sabor me sorprendió gratamente, los matices ácidos a manzana muy pulidos y perfectamente entremezclados con notas herbales. Era más evidente el amargor, debido sin duda a que el tiempo había suavizado el resto de matices. Muy complejo y de equilibrio perfecto.

Esta es una de las razones por las cuales muchos dejamos envejecer cervezas durante años. Claro ejemplo de cerveza que ha mejorado con el paso del tiempo.


ORVAL (2013)

Otra de las clásicas cervezas que se dejan envejecer. Una cerveza que gracias a los bretts en botella sigue evolucionando dando lugar a una cerveza con perfil muy distinto al original. Aunque aclaré que por mi propia experiencia nunca la dejaría envejecer más de 3 años, ya que los resultados no suelen ser tan buenos. Así que se podía decir que estábamos en el punto óptimo.

Su apariencia excelente, al abrirla se notó que mantenía un buen nivel de carbonatación y generó una buena capa de espuma al derramarla en la copa. Su color dorado, pero algo más oscuro que el original. El aroma algo apagado con alguna nota “a corral” y alguna nota afrutada perdida, pero sin mucha gracia. Se confirmó a la hora de llevarla a la boca, estábamos ante una cerveza totalmente distinta, tenía alguna nota afrutada y floral... era agradable pero demasiado apagada en mi opinión. Mantenía una buena sensación en boca y un regusto muy seco.

Personalmente nunca me había encontrado una Orval con este perfil, que aunque era perfectamente bebible y no había generado ningún sabor fuerte desagradable, no levantó demasiadas pasiones entre los asistentes, ni en mí. Aunque hubo quién la prefirió a su versión sin envejecer.


QANTELLAR OAK AGED

Fue la nota negativa de la cata, una cerveza que había probado y comentado en este blog en el mes de octubre, con buenas impresiones, a pesar de ser poco equilibrada, pero como dije entonces “nada que el tiempo no pudiera pulir”.

Me empezó a generar dudas cuando se abrió y esa gran espuma con buena permanencia se desvaneció casi al instante. Tanto en el aroma como en el sabor se habían disparado las notas ácidas hasta niveles poco agradables. Comparando entre las copas que tenían distintos asistentes el perfil de la cerveza era totalmente distinto. Sin mucha más dilación alguno de los asistentes concluyó “infected!!!” y no dudamos en pasar a la siguiente.

Analizando un poco el estado de la cera que recubría la chapa resquebrajado también me aventuro a pensar que la cerveza hipercarbonatada terminó por abrirse al exterior y el aire termino por desbaratar alguna/s botellas. Una verdadera lástima.


PANNEPOT (2007)

Empezaba uno de los platos fuertes de la cata, ya de por sí considerada una de las mejores cervezas belgas y con bastantes entusiastas entre los asistentes a la cata. Hace unas semanas había probado la elaborada este año, así que me encontraba en disposición de analizar convenientemente las diferencias.

Al derramarla en la copa nada nuevo, oscura con algún destello rojizo, poca carbonatación y espuma. El aroma ya presagiaba que aquella cerveza se había convertido en un verdadero oporto. Cuando la probamos confirmamos los mejores presagios: afrutada, con ciruelas y uvas pasas, alguna nota a chocolate al fondo y unas notas a vainilla, como a roble, que me hicieron jurar y perjurar que aquella cerveza había estado envejecida en barrica. En boca era avinada, suave con un toque licoroso.

Excelente!!! Colmó la satisfacción de la mayoría de asistentes y casi al instante se encumbró como la mejor cerveza de la cata. Era la mismísima versión de un buen vino de Oporto. Confirmamos que es una inmejorable opción para envejecer.


WESTVLETEREN 8 (2008)

Sin duda el plato fuerte de la jornada. Pocas oportunidades tendremos de beber una Westvleteren 8 y encima con 8 años de guarda. Como comentaba, ya solo por poder beber esta cerveza merecía la pena asistir a esta cata, independientemente del resultado de los años de envejecimiento.

Sin más espuma que un anillo pegado a las paredes de la copa y un color amarronado parecía una cerveza sin mucha gracia. Pero al acercarla a la nariz ya pude disfrutar de magnificas notas a fruta madura. En el sabor también predominaba una mezcla de fruta madura y uvas pasas. En el fondo algo de amargor y alguna nota ácida, un perfil muy agradable en mi opinión, pero no muy complejo. En boca el perfil era menos avinado que en el caso de la Pannepot.

Los resultados me parecieron muy interesantes ya que es una cerveza que yo nunca había conseguido envejecer más allá de los 5 años y que calificaba casi de “indestructible”. Parece como si hubiera evolucionado más en estos 3 años dando lugar a unos buenos resultados, como ya presagiábamos inicialmente. Pero no sabría decir si preferiría esta, a una sin envejecer y dificilmente a algunas de las experiencias de envejecimiento de Westvleteren 8 que he tenido con 3-5 años, realmente magnificas.



BONUS TRACK

Para concluir la cata, la gente de “El Señor Lúpulo” nos sorprendieron con una Rodenbach Vintage 2011. Como siempre un valor seguro, una cerveza muy disfrutable, que puso un colofón a la altura del evento.


CONCLUSIONES

A pesar de algún punto oscuro, pasamos una buena sesión donde las cervezas fueron las protagonistas. Cervezas envejecidas, un hándicap para muchos que se acercan a este mundo por primera vez, pero que algunos disfrutamos plenamente. 

A grandes rasgos, las triunfadoras fueron la Tilquin y Pannepot, buen resultado para esa Westvleteren 8 y una Orval que me dejó indiferente. Evidentemente confirmamos que la Westvletren blond no es una cerveza para envejecer y el fiasco de la Qantelaar Oak Aged.

Por cierto, el queso con el que maridamos la sesión estaba buenísimo.

Un privilegio haber participado en esta excepcional cata y solo me queda agradecer a Miguel y Abel de “Señor Lúpulo. Despacho de Cervezas” que organicen eventos como este y que me hayan invitado. Gracias!!!


2 comentarios:

  1. Lo de envejecer cervezas tiene su punto por que no sabes lo que te vas a encontrar, a veces la experiencia es espectacular y otras un fiasco. Personalmente le veo un inconveniente, y es que hay que ser muy paciente, y precisamente no es una de mis mejores cualidades, je, je, je... ;)

    Por lo que veo, hubo de todo, de todas formas me parece una iniciativa muy interesante...

    Un saludo.

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    1. Bueno, si lo haces bien y las cervezas son las adecuadas es muy posible que lo que te encuentres sea bueno. Aunque claro nunca tienes el control absoluto, no sabes que les ha pasado hasta llegar a tu casa, pero en general a mi en los últimos años que me he documentado un poco no me sale ninguna mala.... otra cosa es la paciencia ;)

      La cata fue muy interesante y sobre todo la posibilidad de probar una westvleteren 8 con 8 años de guarda... eso no creo que lo vuelva a probar, para eso hay que tener paciencia y conseguir una W8... las dos cosas no son nada fáciles.

      Saludos compañero!!!

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