La semana pasada “El Señor Lúpulo. Despacho de Cervezas”,
en Gijón, cumplió tres años. Tienda especializada en cerveza, con una exquisita
selección de referencias, varios grifos dónde van rotando cervezas
de lo más interesante y sobre todo un lugar para pasarlo bien y hablar de
cerveza. Merecidamente se encuentra en la agenda de todo buen cervecero que
se encuentre en Gijón.
Al frente, dos entusiastas de la cerveza, Miguel y Abel con
su carácter arriesgado y su estilo “canalla”, signo de identidad
de este local, han conseguido que muchos gijoneses encontraran ese lugar donde
descubrir y fomentar su cultura cervecera…
Con motivo del tercer aniversario tenían una semana cargada de eventos. Desgraciadamente no pude acercarme al local para asistir a todos
ellos, así que tuve que elegir alguno y de entre todos ellos su cata de
Farmhouse Ales con una selección de cervezas de lo más interesante fue mi elegido.
La cata fue dirigida por Miguel, uno de los responsables del
Sr. Lúpulo y seguramente de que entre sus estanterías haya verdaderas joyas de
estos estilos. Entre los asistentes, alguna cara conocida de otras catas y un
perfil de aficionado a la cerveza con la que gusta compartir este tipo de
eventos, entusiastas y a los que le gusta disfrutar sin prejuicios de esta
bebida.
La cata comenzó con unas pinceladas sobre el origen
histórico y evolución del estilo, explicado de manera sencilla y bien
documentada. A lo largo de la cata se aportaron detalles que al menos yo desconocía.
Sin mucha dilación comenzamos con la primera cerveza, como buenos adictos a Untappd
sacamos nuestros móviles… empezaba la diversión.
Todo preparado para la cata. |
La primera cerveza que probamos fue una Surette Provision
Saison de Crooked Stave, probablemente la cerveza que más ganas tenía de probar
de toda la cata, había leído maravillas de ella. De intenso aroma a
albaricoque, que por cierto, en el sabor era difícil de detectar. Vinosa, algo
ácida y con un carácter a barrica muy marcado. En mi opinión una cerveza
espectacular.
Continuamos con la Lost Abbey Red Barn Ale, elaborada con
jengibre, cáscaras de naranja, pimienta negra y otras especias. No soy mucho de
jengibre, pero en este caso estaba tan bien integrado que no me desagrado en
absoluto. La cerveza cumplía todos los paradigmas del estilo, se podría poner
como ejemplo de lo que es una saison, todo en ella era perfecto, pero como me
imaginaba la sobra de la Surette era alargada.
Bruery Terreux Batch Nº1731 / La Calavera - La Raimada / Lost Abbey Red Barn Ale. |
Tras las dos joyas que acabábamos de beber le tocaba defender sus argumentos a La Raimada, de los catalanes de La Calavera, que cual David se enfrentaba en lucha desigual a los Goliats que le acompañaban en la cata. Hay que decir que me sorprendió muy gratamente, era una saison muy al estilo americano, notas dulces y ácidas, algún toque a madera y con 8,5% de contenido alcohólico que estaba tan bien integrado que apenas se notaba. Realmente una saison muy interesante.
Batch Nº1731 de Bruery Terreux, bien… ni idea, en la vida
había oído hablar de ella. Miguel nos comenta que esta cerveza tiene su origen
en la receta de un homebrewer que ganó un prestigioso concurso. Fermentada 100% con bretts y
5,1% de contenido alcohólico. Aroma herbal, floral y algo que identifico con el
vino que ya me cautiva. En boca es una cerveza dura. Una amalgama de matices y
sensaciones, es amarga, ácida y un poquito dulce. Astringente y un final seco.
En definitiva, tiene ese maravilloso toque rústico. Así es como entiendo estos
estilos, adoro cervezas como esta.
Pero para cervezas desconocidas, Station 7 de los
canadienses Hopfenstak. También es una saison, de 7% ABV y con ciertos
rasgos florales y a miel tanto en el aroma como en el sabor. Además de cuerpo ligero que la hacían muy fácil y agradable de beber, pero lejos del altísimo nivel del resto de cervezas que conformaron esta cata. Aún así, probar una cerveza tan difícil de encontrar por estos lares se puede considerar un verdadero lujo.
Llega uno de los puntos álgidos de la cata, por desgracia no
todos los días se puede beber una Hill Farmstead Ale - Dorothy. Es una saison elaborada con trigo,
bretts y lúpulo citra. Sencilla, sin fuegos de artificio y armoniosa…
simplemente perfecta. Notas florales, frutales, toque ácido a limón y un final
delicadamente amargo y seco. Personalmente fue la cerveza que más me gustó de
la cata.
La siguiente cerveza era La Saison de BFM, expectante de la
acogida de esta cerveza, ya que había recomendado incluirla en esta cata. Es una reinterpretación de aquellas antiguas Saison belgas. Recuerdo que la primera vez que la
probé me había parecido una cerveza peculiar. Hoy entre cervezas del mismo
estilo estaba en el entorno adecuado. Parece que al final su perfil rústico y
complejo gustaron a los asistentes a la cata.
Llegaba el momento de otra de las cervezas que tenía
marcadas en mi agenda, Biére de ‘Shire de Smuttynose, una cerveza que aparece normalmente en
lo alto de las listas cuando se habla de Bieres de garde. Lo cierto es que en
cierta medida me defraudó un poco. En mi opinión se aleja bastante de los estándares
del estilo, aún teniendo en cuenta el perfil con el cual los elaboradores americanos suelen ejecutar estos estilos. Sus notas ácidas podrían confundirse fácilmente con una
saison al uso y no tanto con una biére de garde.
La cata terminaba con la extraordinaria “Avec les Bons Voeux”
de Brasserie Dupont, a medio camino entre una triple y una cerveza de granja,
con ese toque rústico que hizo que congeniara perfectamente con el resto de
cervezas de la cata.
Quedaba una sorpresa, un bonus track con el que nos obsequió
la gente del Señor Lúpulo, 1805 Farmhouse Rye Saison, cerveza de colaboración
entre La Pirata y los londinenses Brew by numbers, de la que dadas las cervezas
que llevábamos encima solo recuerdo que estaba muy buena.
A priori, tenía mis dudas de beber tantas cervezas con un
perfil similar, pero a la postre se ha revelado como una cata muy variada,
dentro del mismo estilo. Cervezas con mucha personalidad y carácter propio. Los asistentes disfrutamos de verdaderas joyas y pasamos un buen
rato, que más se puede pedir. “Larga vida al Señor Lúpulo!!!”
JOOOOOOOODEEEEEEEEEEEEEEEEEEERRRRRRRRRR menuda sesionaza os habéis pegado. Solo por la Hillfarmstead ya valía la pena la sesionaca, pero es que el resto de cervezas ¡también son la puta bomba! envidia sana. Planeando viaje a Gijón tal que ya. Saludos birrunos.
ResponderEliminarEstuvo muy muy bien y la Hill Farmstead, que yo no había probado una cerveza increíblemente sencilla e increiblemente buena... dos palabras que cuesta aunar en las cervezas actuales.
EliminarLa Surette provision y la Bruery Terreux otras maravillas.