martes, 19 de julio de 2022

YUNQUE FACTORY

Hay que remontarse a principios de 2020, cuando leía la noticia de que en Ponferrada, Yunque Factory, un nuevo establecimiento cervecero se veía obligado a cerrar sus puertas por que se había quedado sin la cerveza que se producía en el.

Evidentemente la noticia captó mi atención, no tanto por la noticia en sí, que también, como por el hecho de que yo visitaba Ponferrada con cierta frecuencia. Así que Yunque Factory pasó a formar parte de mi agenda de lugares a visitar… después vino la pandemia y la imposibilidad de viajar. Finalmente hace unos días por fin pude visitar Yunque Factory y no podía menos que escribir por aquí unas pequeñas notas.

Simplificando, podemos decir que es un Brewpub, que elabora su propia cerveza y que a su vez cuenta con una carta para picotear o incluso comer, que podríamos llamar de “comida rápida” (Aperitivos, dips, hamburguesas, perritos calientes e incluso postres). Se encuentra localizado en la Calle José Luís Pécker, en la que es una de las zonas de expansión de la ciudad.

Si empezamos por el local, lo primero que me sorprendió es lo grande que es, en el interior tiene dos áreas diferenciadas (una presidida por una larguísima barra y otra sala más reservada, donde tengo entendido que se pueden ver partidos) y en el exterior una amplia terraza que cuenta con una zona de mesas al uso y otra de sillones más…digamos “chill out”.

Quería tomar una cerveza a mi llegada a Ponferrada a media tarde, así que he de decir que el número de clientes era discreto y la estancia tranquila, cosa que agradecí. No quiero ni pensar cómo puede estar este local en horas de máxima afluencia.

La atención del personal exquisita y deseosa de contestar a mi ingenua curiosidad. Estéticamente me recuerda a un gran número de los establecimientos de este tipo abiertos en Europa en los últimos años, sin duda influenciados por, permitirme la expresión, el “hipsterismo cervecero”.

La carta de cervezas abarca lo suficiente para satisfacer tanto a los cerveceros como a los no tanto y van desde una lager y Ale Limón, hasta la posibilidad de probar una Dubbel marca de la casa, una curiosa cerveza negra de trigo y por supuesto una IPA al uso. 

Finalmente pude probar todas y no sabría por cual decantarme, lo que, si podría decir que todas ellas son cervezas muy correctas y disfrutables, cosa que, aunque parece muy algo básico en este tipo de negocios, no siempre me he encontrado. Quizás se eche en falta una Stout o Imperial Stout, pero con 37ºC os aseguro que no la eché en falta.

Por otro lado, en botella únicamente tenían su IPA y su Dubbel, lo cual no permitió que me pudiera llevar a casa todas las variedades para probarlas más detenidamente y realizar una descripción de cada una más exhaustiva.

He leído que también se pueden hacer visitas guiadas a la fábrica, una pena no haberlo sabido antes para buscar un hueco y ver qué hay detrás de todo lo visto y saboreado en mi visita. Pero sin duda habrá más ocasiones




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