domingo, 13 de febrero de 2022

CERVEZAS AMERICANAS

Todavía en la segunda mitad de los años 90 la inmensa mayoría de aficionados a la cerveza teníamos en mente esa sencilla clasificación de cervezas nacionales y cervezas de importación. Bajo esa clasificación la sociedad cervecera de la época englobaba prácticamente el 100% de las cervezas que podías tomar en un bar/cervecería/restaurante.

Bourbon County Stout - Goose Island
Pero pronto un hallazgo haría tambalear todo lo que por aquel entonces sabía de cerveza. Cada noche me conectaba a internet con una rudimentaria conexión, con la que la paciencia se convertía en la mayor de las virtudes, y escaneaba aquel peculiar ciberespacio cual astrónomo con un sencillo telescopio tratando de descubrir una nueva estrella en la inmensidad del cielo. Mi búsqueda buscaba nuevos hallazgos cerveceros, que es lo que se hacía más allá del mundo conocido.

Finalmente, un buen día llegue a un foro/chat de cerveza americano que cambiaría para siempre mi percepción del mundo cervecero. Ante mí, innumerables hilos y chats que hablaban sobre un mundo del que apenas tenía referencias, por no decir ninguna. Fue la primera vez que escuché conceptos hasta entonces desconocidos… Barrel Aged, Aging, hops, etc. A partir de ese momento en mi mente pasaron a existir cervezas nacionales, de importación y…… cervezas americanas.

Los chats eran la parte menos didáctica, pero donde realmente podías reconstruir como era la vida del aficionado a la cerveza en un universo tan lejano como era Norteamérica. Paradójicamente aquellos cerveceros americanos veían con la misma curiosidad y admiración las historias cerveceras de la antigua Europa, sentían verdadera devoción por Bélgica y por aquel entonces yo ya había comenzado mis viajes por ese mundo que a ellos les parecía fascinante, así que siempre había espacio para intervenir.

Para mayor sorpresa no tardé en encontrar a Angus, madrileño que poseía una pequeña cervecería, era como encontrarte a tú vecino cuando estás de vacaciones en Finlandia. Pero no era el único y al final conseguí entablar amistad con otros 3 ó 4 españoles más, que al igual que yo, se adentraban cada noche en el mundo desconocido de las cervezas americanas.

A estas alturas del relato os habréis dado cuenta que nos faltaba lo fundamental…. Cerveza, para ser más exactos cerveza americana. No tardó en surgir la oportunidad, una auténtica locura. Angus había contactado con un tipo, llamémoslo a partir de ahora John, que decía tener una tienda especializada en cervezas en Nueva York, surtida de las mejores cervezas americanas del momento. En realidad, no sé si la idea salió de Angus, de John o de la necesidad que teníamos todos por probar aquellas cervezas de las que tanto habíamos leído en los últimos meses en aquel foro. Pero la propuesta era cuanto menos tentadora “os puedo hacer llegar a España nuestras cervezas, al menos si pedís lo suficiente”.

A pesar de la euforia inicial, los números sobre cuánto nos iba a costar traer un puñado de botellas nos hizo desistir inicialmente. La clave estaba en unir a más “locos” a la causa, así en poco menos de una semana teníamos nuestro propio “room” en el chat del foro donde un grupo de españoles debatían si finalmente aceptar la propuesta de John.

A principios de octubre, 6 españolitos estudiaban el suculento listado de cervezas con sus respectivos precios de la tienda de John y una semana más tarde habíamos hecho nuestra selección. Recuerdo con condescendencia mi primer pedido, una mezcla de falta de presupuesto y precaución ante lo desconocido: la archiconocidas hoy Anchor, Samuel Adams y Brooklyn, Celis (si sorprendente, ignorando totalmente que quién estaba detrás era Pierre Celis)… y alguna no tan conocida Old Detroit o Pete’s Wicked, de la que ahora me enorgullezco de haber probado su famosa “ale” en su época de apogeo.

El primer pedido estaba hecho, el dinero se fue y solo quedaba esperar cruzando los dedos. Recuerdo que estaba obsesionado con el tipo de cambio, que consultaba casi a diario para ver si la operación había sido ventajosa.

Pasaron uno o dos meses, si he dicho “meses”, entonces las cosas no funcionaban tan rápido. Seguíamos en contacto con John, que nos aseguraba que todo iba bien. Todos temíamos la estafa, pero un buen día Angus nos dio la noticia, “Las cervezas han llegado!!!”. La distribución entre nosotros cada uno de una parte de España tampoco fue fácil. Pero al final, con las cervezas en nuestro poder, nos sentíamos los “reyes del mambo”. Cada noche compartíamos nuestras opiniones sobre cada una de las cervezas y no era raro encontrarnos a alguno de nosotros alardeando en foros nacionales, donde otros se preguntaban cómo habíamos conseguido esas cervezas.

Así para el segundo pedido, teníamos a tres chicos más en la lista de pedidos. En esta ocasión, no escatimé en gastos y me lancé a la piscina, quería probar lo mejor que se estaba haciendo en USA y mi pedido incluía marcas como Smuttynose, North Coast, New Glarus, Bell's y no recuerdo si Deschutes y su The Abyss también se incluyó en este o en el siguiente.

Hubo un tercer pedido en el que me centré en algunos productores emergentes como Allagash, Alesmith y Stone. Después poco a poco empezaron a llegar algunas cervezas americanas a Europa y nuevos canales hicieron que perdiéramos interés en estos costosos pedidos. El cambio de los tiempos hizo que poco a poco fuese perdiendo el contacto con aquellos compañeros de aventura.

Estas Navidades me encontré con un regalo muy especial, bajo el árbol de Navidad una misteriosa caja contenía una selección muy cuidada de cervezas americanas. Verdaderas joyas en el mundo cervecero actual. Cervezas que a pesar de mi afición habían sido esquivas hasta ahora.

Hoy bebiendo la primera de ellas, esta maravillosa Bourbon county de Goose Island me he vuelto acordar de esta aventura y me he vuelto a preguntar qué será de aquellos viejos compañeros, quizás alguno de ellos pueda ser lector de este blog o sin saberlo ser amigos en Facebook. Por eso, no quiero desaprovechar la oportunidad de lanzar un pequeño grito al ciberespacio cervecero español y poder contactar con alguno de aquellos, que, como yo, un buen día descubrimos un nuevo mundo…. El de las cervezas americanas.

2 comentarios:

  1. Es todo un placer descubrir cosas nuevas en el mundo de las cervezas, todos hacemos ojitos a alguna que nos conquistó el corazón en algún momento especial. Muy buen gusto para dejarte esa maravilla bajo el árbol de navidad. Un saludo!

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  2. Muy buena entrada. Muy ilustrativa de cómo estaba el panorama hace unos años. Para bien o para mal yo llegué a este mundillo más tarde. Quizás me perdí todo ese componente romántico y ese hermanamiento entre completos desconocidos para conseguir esas cervezas, pero por otra parte pues ya me encontré gran parte del trabajo hecho, con la comodidad de poder conseguirlas aquí y por supuesto más baratas. De cualquier modo, gracias por ese trabajo previo y me alegro muchísimo de que su blog siga vivo.

    Un saludo.

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